Empoderar

Empoderar a las mujeres y las niñas, apoyar a las sobrevivientes con servicios adecuados para que puedan reconstruir sus vidas y evitar que la violencia se repita.

El día a día de la defensa de sobrevivientes en el tribunal islámico: Ayah al-Wakil está decidida a que ninguna mujer quede atrás

Ayah al-Wakil, a lawyer working at the Palestinian Centre for Human Rights in Gaza Strip. Photo: UN Women/Eunjin Jeong
Ayah al-Wakil es abogada y trabaja en el Centro Palestino para los Derechos Humanos de la Franja de Gaza. Photo: UN Women/Eunjin Jeong

Ayah al-Wakil es abogada y trabaja en el Centro Palestino para los Derechos Humanos de la Franja de Gaza, donde se desempeña en el tribunal islámico. En Palestina, el tribunal islámico se ocupa de asuntos familiares tipificados en la Ley del Estatuto Personal relativos al matrimonio, el divorcio, la custodia de hijas e hijos y la herencia. Desde 2015 su rutina matutina ha consistido en acudir al tribunal islámico cada día para presentar demandas en nombre de sobrevivientes de la violencia. Dedica su vida a empoderar a las demás mujeres. 

"Si estás en un lugar que te permite cambiar realmente la situación de las mujeres, ya no hay obstáculos que te detengan", sostiene. 

Aunque la agenda diaria de al-Wakil está completa con la preparación de documentos jurídicos y su presencia en el tribunal, siempre tiene tiempo para hablar con las mujeres que la necesitan. Faten Ashour* es una de las mujeres que visitan regularmente a al-Wakil, incluso después de haber conseguido el divorcio gracias a la ayuda de la abogada. Ya libre, tras 13 años de un matrimonio en el que sufrió maltrato, Ashour se prepara ahora para terminar la enseñanza secundaria.

"Estaba muy asustada y tensa antes de mi primera cita con Ayah", recuerda Ashour, que tuvo que enfrentarse a diversos obstáculos en el tribunal antes de conocer a al-Wakil.

"Ayah era diferente del resto de personas que había conocido en el tribunal. Ella me escuchó y me respetó", añadió.

La mujer que se reprimía y que callaba ante las injusticias ha desaparecido. Ahora Faten Ashour habla por sí misma e intenta alentar a otras mujeres, incluidas sus hermanas, a buscar ayuda cuando se encuentran en situaciones de maltrato. Leer más►

Más historias 

En Georgia, las empresas dan el paso para ayudar a las sobrevivientes de violencia doméstica a rehacer sus vidas

Adjara group employees participate in a training on gender equality, sexual harassment and domestic violence conducted by local NGOs. Photo: Adjara Group/ Ana Verdzadze

Hace cinco meses Lika Goguadze volvió al trabajo. Era la primera vez desde hacía cuatro años. "No he trabajado desde que me casé; mi marido me prohibía trabajar... Sin empleo, lo habría tenido muy difícil", afirma. Goguadze tiene 37 años y vive en Tiflis, la capital de Georgia. Después de finalmente conseguir el divorcio de su marido maltratador, la libertad vino acompañada de dificultades económicas y secuelas emocionales. Una de cada 11 mujeres de Georgia ha sufrido violencia doméstica. Debido a su dependencia económica muchas de ellas no pueden poner fin a las relaciones en las que sufren maltrato. El Grupo Adjara, signatario de los Principios para el empoderamiento de las mujeres, una iniciativa de ONU Mujeres y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas, contrata a sobrevivientes de la violencia y genera conciencia para prevenir la violencia doméstica en las comunidades. Leer más►

que nadie está libre de la violencia.” Leer más►

 

 

En palabras de Pari Ibrahim: "Escapar del ISIS sólo es el principio, no podemos dejarlas solas en ese viaje". 

Pari Ibrahim.

Pari Ibrahim, de 27 años, es la fundadora y directora ejecutiva de la Free Yezidi Foundation (FYF), una organización independiente sin fines de lucro que proporciona servicios a las sobrevivientes de los violentos ataques del ISIS en la comunidad yazidí, en la región del Kurdistán de Iraq. La fundación recibe el apoyo del Fondo Fiduciario de la ONU para Eliminar la Violencia contra la Mujer (gestionado por ONU Mujeres).

Ibrahim afirma: "Mi pueblo ha sufrido mucho a manos del ISIS. Si eras hombre, te fusilaban. Si eras mujer, te llevaban como esclava sexual... Nuestro centro para mujeres es un espacio seguro y un refugio para mujeres y niñas que han sobrevivido a los horrores del ISIS. Contamos con personas expertas en situaciones postraumáticas de fuera de Iraq, para que las mujeres y las niñas puedan hablar con ellas sin sufrir más vergüenza y estigmatización", afirma Ibrahim. Leer más►

 

Aplicando las leyes, oficiales de policía responden a la violencia contra las mujeres en Moldova

Chief Police Officer from Colibasi – Victor Zglavoci  Photo: UN Women/Ramin Mazur

“Una noche recibimos una llamada de auxilio de la jefa adjunta de la escuela de la aldea, una de las mujeres más respetadas en nuestra comunidad, y nos dirigimos inmediatamente a su casa para investigar la situación. Luego de identificar indicios visibles de violencia, retiramos a su esposo, el agresor, de la casa y emitimos una orden de alejamiento de tres meses,” dice Victor Zglavoci, Jefe de Policía en Colibasi, Moldova. Zglavoci se aseguró de que sus oficiales vigilaran la casa para que el agresor no forzara la entrada y amenazara a su esposa y a sus hijas e hijos. “Por meses trató de entrar, pero no dejamos que acercara al barrio. Finalmente se dio por vencido y se fue de la aldea. Ya pasaron varios años y sus hijas e hijos ya crecieron. Ella todavía trabaja en la escuela y todos son felices. Pero aquel incidente me demostró que nadie está libre de la violencia.” Leer más►

 

Al huir de Boko Haram, las mujeres buscan salir adelante y encontrar resiliencia económica en los campamentos de personas refugiadas del Níger

Women listen to a presentation inside the women’s cohesion space in the refugee camp of Sayam Forage in the Diffa region. Photo:  REJEA – Niamey

En el Níger, en la región de Diffa que limita con Nigeria, viven más de 300.000 personas refugiadas que han abandonado sus hogares debido a las masacres, los secuestros y las violaciones perpetrados por los militantes de Boko Haram. Las mujeres, las niñas y los niños constituyen el 70 por ciento de las personas desplazadas y han sido víctimas de la violencia sexual generalizada.  Asimismo, las mujeres refugiadas y sobrevivientes carecen de los medios para generar un ingreso. ONU Mujeres y ACNUR trabajan en conjunto con las organizaciones locales para garantizar que en la respuesta humanitaria se contemplen estas necesidades específicas y los riesgos que enfrentan las personas sobrevivientes. Leer más►