Actívate Uruguay para poner fin a la violencia contra mujeres y niñas

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Discurso de la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres en el evento “ÚNETE: Actívate Uruguay para poner fin a la violencia contra mujeres y niñas. Montevideo, el 8 de noviembre de 2011.

[ Cotejar con el texto pronunciado ]

Buenas tardes, permítanme saludarlos como amigas y amigos

Quisiera comenzar mis palabras agradeciendo al gobierno de Uruguay y al pueblo uruguayo por su hospitalidad y por los esfuerzos desplegados para recibir aquí en Montevideo la IV Conferencia Intergubernamental de Alto Nivel sobre Unidos en la Acción que ha sido inaugurada esta mañana y se va a prolongar por unos días más.

Quisiera hacer una pequeña nota personal. Para mí es una tremenda alegría estar nuevamente en Montevideo. Uruguay es un país muy cercano a mí, somos países hermanos con Chile, y he estado aquí desde que era jovencita, hice mi viaje de estudios al terminar el liceo, estuvimos aquí bañándonos en la playa Pocitos, también naturalmente como funcionaria pública, como ministra, como presidenta y ahora en mi calidad de Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, esta nueva entidad de Naciones Unidas creada para asegurar igualdad de derechos y de oportunidades a las mujeres y las niñas en el mundo, y también para empoderarlas como una manera efectiva de que eso sea una realidad.

Desde que partió ONU Mujeres el 1º de enero de este año, hemos tenido una actividad permanente para establecer prioridades, conversarlas con los gobiernos, hacer los ajustes para hacer esa herramienta útil, útil para las mujeres y las niñas del mundo.

Y hemos estado activamente en distintas áreas, hemos estado apoyando en los países árabes a las jóvenes y las mujeres que están en proceso de demanda por más justicia por más derechos, y puedo decirles que en todas partes me encuentro con hombres y mujeres, de distintas culturas, de distintas religiones, que apoyan con firmeza este mandato de hacer una realidad la igualdad de derechos y oportunidades.

Es muy esperanzador ver la creciente y activa participación de hombres en asuntos vinculados a la desigualdad de género, o comprometidos con una causa de la justicia y los derechos humanos, como también podemos verlo hoy día aquí, reflejado en esta presencia y participación en la campana. Con frecuencia cuando hacemos actividades de mujeres, hay solo mujeres sentadas, salvo aquellos hombres que están obligados por razón protocolar para estar ahí. Y creemos que es importante que los temas “de mujeres no sean de las mujeres, sino temas de hombres y mujeres, porque así vivimos en sociedades que son más justas, más representativas, más democráticas, más igualitarias.

Algunos temas son considerados de mujeres, como los temas de la violencia de género, y yo recordaba mientras escuchaba a todos quienes me han precedido, no sé si en el Uruguay, pero yo en Chile cuando era joven, se decía “quien te quiere te aporrea, o si había una mujer que era golpeada “algo habrá hecho. Lamentablemente había una cultura en la que esto parecía aceptable, era tolerable, además había una cultura que esto era referido a un tema de lo privado, que no había que meterse y -justamente hoy día- queremos que todos nos metamos.

Porque podemos evitar una muerte porque sabemos que ahí puede haber un riesgo inminente, en que podamos generar una cultura distinta y que bueno que esta campaña asume lo que nosotros queremos que es indispensable hacer. Y es que los cambios culturales no se producen en la adolescencia, se producen desde la edad más temprana y es ahí donde uno aprende a socializar, a respetar al otro, y por eso es que la presencia de tantos niños en esta campaña me parece tan importante porque manda un mensaje tan fuerte de un cambio cultural.

Claramente la violencia de género afecta centralmente a las mujeres y sus hijos y la verdad es que afecta a la sociedad en su conjunto, eso afecta a la educación de los niños y en las formas que validamos como legítimas para resolver nuestros conflictos.

Helen Clark nos hablaba de que esto era un tema universal, y lo es. Yo he estado en países nordicos visitando centros de atención a mujeres y claro, son mujeres que tienen estándares de vida mucho más altos pero igualmente la violencia está ahí. Tenemos que entender entonces profundamente cuales son esos factores o qué hacemos para prevenir y para evitar este tipo de situaciones.

Porque además, tenemos la experiencia de muchos países que hacen seguimiento y Alicia Bárcena nos hablaba de lo importante de los datos y la evidencia, es que muchas veces esos niños y ninas quedan dañados de por vida y además ellos mismos tienden a reproducir esa actitud cuando ellos son adultos. Pero fíjense que el ocuparnos de la violencia tiene mucho que ver con lo que a los ciudadanos les está pasando.

El último estudio Latinobarómetro hecho en 18 países mostraba que para los ciudadanos de América Latina el problema principal era el problema de la seguridad y dentro del problema de la seguridad, la violencia en general, y el de la violencia contra las mujeres es un tema fundamental. Y los hogares que padecen de violencia doméstica, o intrafamiliar, con hombres que golpean a las mujeres, muchas veces frente a sus hijos, pero además golpean a sus hijos, legitiman el uso de la fuerza y la violencia por diversas razones para mantener una asimetría de poder muy fuerte.

En todos los países del mundo la violencia doméstica es un problema serio. Es tal vez la violación de los derechos humanos más extensa que existe en el mundo. Y en el Uruguay también tenemos una situación similar que la veíamos reflejada en el video. Cada 40 minutos se produce una denuncia por violencia doméstica. Y que esto corresponde más o menos a 50,5%, de los delitos contra la persona. Los datos que se entregan es que durante 2010, 35 mujeres murieron a manos de parejas o ex parejas. Y hoy en la mañana, en el seminario sobre Seguridad Ciudadana la Intendenta señalaba que eran 35 hasta ayer pero ayer una mujer más fue asesinada así que si en el año 2010 eran 35 en este año van 36 y quedan unos meses más.

Es por eso que esta noche nosotros queremos alentarlos a seguir enfrentando los grandes problemas que todos tenemos en el mundo con alianzas de trabajo que se forjan con personas como ustedes, capaces de liderar desde diferentes ámbitos, como son nuestros presentadores, que son líderes en distintos ámbitos, que pueden contribuir a esta transformación, a este cambio cultural, a este cambio de conducta.

“Actívate Uruguay, es el nombre que tomó la campaña aquí y que refleja muy bien la inspiración de la campaña del Secretario General, a la campaña ÚNETE, para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. Y lo importante es que en la primera etapa fue una campaña que permitió llegar no solo a los convencidos, como se dijo aquí y a los adeptos a la causa sino también una fuerte acción comunicativa, y vimos la película, sobre un acuerdo general en el país, que son tan importantes los acuerdos generales para poder sumar fuerzas y enfrentarlo sobre la gravedad del problema.

Quiero expresar mis felicitaciones también al conjunto del Sistema de las Naciones Unidas en el Uruguay y a la Fundación Visionair[1] por haber logrado mensajes de tan alta potencia visual que no da lugar a la indiferencia y creo que eso es lo importante, que no puede haber indiferencia con la violencia contra la mujer y contra los niños. Ademas nos llena de optimismo y esperanza porque nos muestra a personas de tan distintas características: músicos, niños, adultos mayores que realmente se comprometen.

Creo que la campaña uruguaya tiene un tremendo valor simbólico ya que demuestra que es posible hacer un frente común para poner fin a la violencia contra las mujeres y que además, cuando todos nos unimos, los resultados se multiplican.

Quiero también sumarme a los agradecimientos que hacía la Senadora Topolansky, de agradecer a todas las personas que han puesto su rostro, que es algo muy especial que todos tenemos y eso es una gran generosidad el de dar su imagen a esta iniciativa. Son más de cien los hombres y mujeres que le han puesto rostro a esta causa. Personas de la música, del deporte, del periodismo, de la publicidad, de las artes visuales, del activismo, del gobierno y también, gente de la calle, gente normal, común y corriente que desde sus lugares dijeron un NO a la violencia contra las mujeres.

Cada uno de estos rostros ha permitido que la campaña llegue con su mensaje a las localidades más apartadas.

La campaña ha sido particularmente exitosa a la hora de sumar el compromiso de los hombres y los jóvenes que han empezado a movilizarse activamente en pos de un cambio cultural. Y en este punto quisiera detenerme, porque creo que es un tremendo orgullo saber que un grupo tan numeroso de líderes varones uruguayos están involucrados en esta tarea.

Porque involucrar a hombres, a jóvenes y niños, como actores de cambio para cristalizar una sociedad más justa, más igualitaria, que se respeten unos a otros, es un objetivo prioritario para ONU Mujeres. Lograr que los hombres se comprometan activamente para erradicar la violencia es una gran aspiración que moviliza esfuerzos del conjunto del Sistema de las Naciones Unidas.

Y yo soy una mujer optimista por naturaleza, y estas iniciativas son claras señales de que las cosas pueden cambiar, que nada está ahí para siempre, que nada inmutable, y que se puede ir más a prisa y lograr los objetivos más rápido si hombres y mujeres nos unimos y tomamos una posición común.

Yo confío en el poder de los gobiernos y sus instituciones para generar leyes, normas, modelos educativos, servicios de prevención y atención que contribuyan a erradicar la violencia y el miedo de la vida de las mujeres y de las niñas. Creo en la Justicia operando para hacer justicia y tengo confianza en el trabajo colaborativo de las agencias de Naciones Unidas con las autoridades nacionales y locales.

Y nosotros seguiremos al lado de los gobiernos, de las instituciones sociales y de la ciudadanía en su conjunto, trabajando codo a codo, con compromiso y con responsabilidad.

Permítanme finalizar estas palabras con una invitación a los que aún no se han sumado a nuestra causa, a que se sumen, y que unamos nuestros esfuerzos para poner fin a la violencia contra las mujeres y niñas.

Porque la invitación que les estamos haciendo es una invitación histórica, seamos protagonistas de la mayor transformación de nuestro tiempo: la igualdad de género, la igualdad entre hombres y mujeres.

Porque la verdad es que lo que no podemos hacer y mucho menos, los países de la América Latina, es desperdiciar ese talento, las capacidades de esa otra mitad de la humanidad, de nuestras mujeres para que de esa manera nuestros hombres y mujeres puedan tener una participación más activa en el devenir de las sociedades.

Y por eso, hacernos cargo de que la violencia es inaceptable, de que no toleraremos la violencia, es un paso en esa dirección.

Muchas Gracias.


[1] La Fundación Visionair, se ha asociado con el UNCT para trabajar en la implementación de la CSG. Sobre un costo total de 140.000 dólares, Visionair contribuye con 40.000 dólares el año 2010 provenientes de la Embajada de Holanda. Durante el 2011, el aporte de la Fundación a la Campaña es de 25.000 dólares.