Empoderando a las mujeres rurales por una mayor seguridad alimentaria

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Discurso de clausura pronunciado por Michelle Bachelet,Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, en el diálogo abierto “Empoderando a las mujeres rurales para lograr la seguridad alimentaria y nutricional con ocasión de la 66º sesión de la asamblea general de la ONU, en Nueva York, el 22 de septiembre de 2011.

[Cotejar con el texto pronunciado.]

En nombre de ONU Mujeres y del Programa Mundial de Alimentos,quiero agradecer a nuestra moderadora, Christiane Amanpour, a los panelistas y a todos ustedes por participar en esta sesión sobre las mujeres rurales y la seguridad alimentaria.

Los numerosos colegas expertos han proporcionado una visión completa de los desafíos a los que se enfrentan los países en lo relativo a la seguridad alimentaria. También han demostrado convincentemente que la mejor manera de enfrentar estos desafíos es empoderando a las mujeres rurales.

Se ha dicho que el problema no es la escasez de alimentos sino la mala distribución, no sólo de los alimentos sino del apoyo a los productores y de las políticas que controlan el destino final de los alimentos.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación estima que dar a las mujeres el mismo acceso que a los hombres a los recursos agrícolas puede aumentar la producción en un 20 a 30 por ciento, incrementando así la producción agrícola en los países en desarrollo hasta un 4 por ciento. También significaría que entre 100 y 150 millones de personas menos pasarían hambre.

La seguridad alimentaria es un imperativo para las familias y un imperativo nacional. Algunas mujeres han tratado de sobreponerse saltándose comidas, en general más a menudo que los hombres, para alimentar a sus hijos, utilizando comida más barata y menos nutritiva y vendiendo sus bienes.

Por éstas y otras razones, es importante garantizar que las mujeres tengan el mismo acceso que los hombres a las oportunidades, a la tierra y al crédito, y a otros recursos. Garantizar el acceso de las mujeres a la tierra y a otros recursos requiere que se cambien las leyes y las instituciones y que haya una promoción y una capacitación constante y fundamentada. Para ello, necesitamos tener políticas públicas sensibles, el compromiso de las organizaciones comunitarias y alianzas innovadoras con el sector privado.

La comunidad internacional puede desempeñar un rol importante en lo relativo al apoyo financiero al desarrollo rural y al sector agrícola. Las estadísticas publicadas por CAD-OCDE indican que de los $7,5 mil millones de fondos asignados a la agricultura y al desarrollo rural en 2008-2009, sólo el 3 por ciento de la cantidad marcada para los asuntos de género fue asignada a programas en los que la igualdad de género fue el objetivo principal, y el 32 por ciento a los que la igualdad de género era un objetivo secundario. Hay mucho más que debe hacerse para dar prioridad a las mujeres y a la igualdad de género en el financiamiento internacional para el desarrollo agrícola y rural.

Para terminar, quiero anunciar un nuevo acuerdo para la acción entre el Programa Mundial de Alimentos y ONU Mujeres.

Mediante la fortaleza y la promoción de ONU Mujeres, sumado a la presencia operacional del PMA y a su acceso a las poblaciones remotas, trabajaremos con los países para lograr la seguridad alimentaria y nutricional. En el día de hoy nos comprometemos a apoyar a las asociaciones y a las pequeñas empresas dirigidas por mujeres y a ofrecer comidas escolares de producción local en los países de bajos ingresos y sin seguridad alimentaria, incluyendo además el fortalecimiento de sus capacidades empresariales y de dirección.

Crearemos oportunidades que generen ingresos para las mujeres a través de intervenciones en materia de alimentos y nutrición, y apoyaremos a los países de bajos ingresos y sin seguridad alimentaria para que integren el género en sus políticas alimentarias, agrícolas y nutricionales.

Asimismo, nos comprometemos a trabajar para que se aumente la matriculación de las mujeres en las escuelas primarias y secundarias en las regiones más pobres y con mayor inseguridad alimentaria del mundo. Con el fin de reducir el trabajo no remunerado y mejorar la seguridad de las mujeres y las niñas en situaciones inestables en los países donde hay inseguridad alimentaria, mejoraremos el acceso de las mujeres a cocinas eficientes. Además, para mejorar el control y la gestión de las mujeres sobre las reservas de seguridad alimentaria local, ONU Mujeres y el PMA apoyarán a las mujeres a establecer y administrar los graneros comunitarios en los países que padecen inseguridad alimentaria.

Muchas gracias.