Yo también soy mujer: las uruguayas con discapacidad levantan la voz por sus derechos

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Lourdes Figueroa es una mujer como muchas otras: tiene proyectos, anhelos y aspiraciones. A esta mujer de 36 años le gusta disfrutar de la vida y, como todas, a veces ríe y a veces llora. Lourdes además tiene una discapacidad motriz y es una de las tantas mujeres que por esta condición vive exclusiones en una sociedad que muchas veces la hace sentir invisible. Hoy ella es activista de base con una Cooperativa de Vivienda para personas con discapacidad

Lourdes Figueroa, 36, no quiere que la gente solo vea su silla de rueda. Crédito de foto: ONU Mujeres/Cecilia Lucas

“Si somos tantas y nos unimos, vamos a poder cambiar nuestra situación, con estas palabras, Lourdes animaba a organizarse a otras mujeres con discapacidad que participaron en una serie de talleres realizados en Montevideo, impulsados por ONU Mujeres.

Estos encuentros, en los que participaron unas cien mujeres con discapacidad -auditiva, intelectual, psíquica, visual y motriz- para Lourdes “fueron una oportunidad para compartir entre nosotras, hablar de los derechos que tenemos como mujeres, de lo que nos corresponde.

Gracias a estos talleres, las participantes han comenzado a decir fuerte y claro “También somos mujeres, además de que han tomado conciencia de la importancia de impulsar el derecho a una vida libre de violencia y a ejercer sus derechos sexuales y reproductivos.

La información estadística acerca de la población con discapacidad en Uruguay es escasa. Las cifras estimadas de personas discapacitadas que viven en centros urbanos rondan en 210.400, de las cuales, más de la mitad son mujeres. A pesar de los pocos datos, hay suficientes indicios que evidencian la exclusión en la que viven. Por ejemplo, el porcentaje de la población con discapacidad que asiste a un establecimiento educativo es siete puntos porcentuales más bajo que el de la población sin discapacidad. Las cifras del mercado de empleo tampoco son alentadoras: la tasa de actividad económica de las personas con discapacidad es de 19.6 por ciento, frente al 62.4 porciento de las personas sin discapacidad.[i]

Por este motivo, durante 2011 ONU Mujeres desarrolló una serie de acciones en distintos ámbitos y niveles en aras de mejorar la calidad de vida de las mujeres con discapacidad. Desde el apoyo técnico para la inclusión de la dimensión de género con especial atención a la situación de las mujeres con discapacidad en el sistema nacional de cuidados (hoy en etapa de diseño); a la elaboración de investigaciones que muestren las barreras que tienen que sortear estas mujeres a la hora de acceder a los servicios de salud, en particular, los que tienen que ver con la sexualidad y la reproducción.

Algunos de estos estudios han derivado en compromisos públicos concretos, como un protocolo por parte del Ministerio de Salud Pública sobre como atender las necesidades de salud sexual y reproductiva de personas con discapacidad

En este contexto, ONU Mujeres fomentó también la formación de la primera red de mujeres con discapacidades para el empoderamiento en el ámbito laboral.

Todo este trabajo Lourdes cree que servirá a largo plazo: “Son herramientas para el futuro, para allanarle el camino a las más jóvenes, realmente es fundamental que las veteranas podamos compartir nuestros logros, esos que ganamos a golpes.


[i] [Datos provenientes de la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad de 2004 de la Comisión Nacional Honoraria del Discapacitado y del Instituto Nacional de Estadística ENHA].