Desde las fronteras de la memoria: buscando la verdad para las mujeres

Fecha:

Para las mujeres que por tanto tiempo han sido invisibles durante y después de un conflicto, buscar la verdad es una oportunidad de que se reconozcan sus experiencias y que se comprendan sus roles como sobrevivientes y agentes del cambio.

En las últimas tres décadas, se han establecido aproximadamente 30 comisiones de la verdad y muchas misiones nacionales e internacionales de esclarecimiento de los hechos, así como comisiones de investigación que se han usado para dar una idea clara de los eventos pasados y para identificar la mejor manera de avanzar en temas relacionados con la rendición de cuentas y las reparaciones. Aunque se ha adelantado mucho en los últimos años, a menudo no se ha incluido o no se ha respondido a las experiencias de las mujeres en los conflictos.

Para las personas y las sociedades afectadas por las violaciones de los derechos humanos, la verdad puede cambiar sus vidas. Les da el derecho a saber la suerte de sus seres queridos desaparecidos, a que el Estado reconozca los crímenes y a conocer la identidad de los culpables, además de marcar un camino hacia la recuperación, la reconciliación y la justicia. Esto fue reconocido formalmente en la resolución de la Comisión de Derechos Humanos en 2005, y se conmemora anualmente el 24 de marzo en el Día Internacional para el Derecho a la Verdad en relación con las Violaciones Graves de los Derechos Humanos y para la Dignidad de las Víctimas.

La participación de las mujeres en la creación y en las operaciones de los órganos que investigan la verdad es crucial. Cuando han participado, se han asegurado de que los mandatos incluyan medidas específicas que permitan a las mujeres hacerse presentes y contar sus historias. Los hechos muestran que esto puede resultar en un reconocimiento público y en la condena de las violaciones de género, al tiempo que se incluye a las mujeres en la historia del país y se garantiza que las recomendaciones de reparaciones reflejen plenamente sus necesidades.

Los recientes informes sensibles a los asuntos de género de las comisiones de la verdad de Perú y de Timor Leste, por ejemplo, han mostrado pautas de crímenes sexuales y de género y el enorme impacto socioeconómico de las violaciones de mujeres. Otras comisiones han recomendado reparaciones y rehabilitación específicas de género, y han exigido que se deroguen las leyes y políticas discriminatorias, como las que impiden el acceso de las mujeres a la tierra y a la herencia.

ONU Mujeres apoya varios programas destinados a aumentar el acceso de las mujeres a la justicia, inclusive a través de comisiones de la verdad y de comisiones de investigación. La Comisión de la Verdad y la Reconciliación de Sierra Leona, por ejemplo, se destacó por su rápida y activa consulta con los grupos de mujeres y por poner a la violencia sexual en el centro de la agenda de la Comisión, así como por sus audiencias especiales y reglamentos para las mujeres testigos.

ONU Mujeres ha brindado su apoyo a estas iniciativas -financieramente y a través de capacitación- ayudando a las ONG a documentar las experiencias de las sobrevivientes y asistiendo al personal de la Comisión para que dé una respuesta adecuada a las necesidades específicas de las mujeres. Ha respaldado un trabajo similar en Perú, Rwanda, Marruecos y Timor Leste. El monitoreo de las recomendaciones de las Comisiones de la Verdad y la Reconciliación, especialmente en lo relativo a las reparaciones, es una parte fundamental del proceso que ONU Mujeres respalda sobre el terreno.

Recientemente ONU Mujeres brindó su apoyo a las comisiones de la verdad en las Islas Salomón y en Kenya, que incluyó evaluaciones de género, apoyo técnico para el personal oficial y la sociedad civil, y programas radiales de promoción destinados a las mujeres. En los meses venideros, la comisión de la verdad de Côte d'Ivoire comenzará a operar y ONU Mujeres trabajará con la sociedad civil para garantizar que las mujeres no queden relegadas a las fronteras de la memoria, sino que sean empoderadas como agentes iguales en el futuro de los países en transición.