Desarrollando habilidades, descubriendo voces: mujeres seropositivas en Camboya

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Mom Ra, de 30 años de edad, vive a sólo unas horas de la capital de Camboya, Phnom Penh, pero se sintió muy lejos del apoyo del Estado cuando le diagnosticaron VIH. Al igual que otras mujeres seropositivas en su pequeña aldea, no sabía casi nada acerca de la enfermedad que le fue diagnosticada tardíamente, después de tener que realizar varios viajes costosos al médico de la localidad y de perder a un hijo a causa de la enfermedad. Al igual que muchas mujeres en su situación, manifiesta que le fue muy difícil encontrar información acerca de los tratamientos y de sus derechos, y que se ha visto aislada por la abierta discriminación de sus vecinos.

Sin embargo, en 2011 Mom Ra encontró esperanza y solidaridad cuando pasó a ser una de las 1.300 mujeres que recibieron un subsidio de 100 dólares y formación para comenzar su propia pequeña empresa. El proyecto cuenta con el apoyo del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres como parte de su programa de fortalecimiento de las oportunidades económicas y de los medios de vida para las mujeres seropositivas de bajos ingresos del país.

Mom Ra, a Cambodian woman living with HIV, found promise and a sense of solidarity when she received a grant and training to help her start a small business. (Photo: UN Women/Debora Zamd.)
Mom Ra, camboyana afectada por el VIH, encontró una esperanza y un sentimiento de solidaridad al recibir una subvención y una formación que le ayudaron a comenzar su propia pequeña empresa. (Foto: ONU Mujeres/Debora Zamd.)

Si bien los niveles de seropositividad en términos absolutos están disminuyendo en Camboya, la tasa de infección de las mujeres ha aumentado progresivamente en la última década: más de la mitad de los adultos que viven con VIH son mujeres. Estas mujeres a menudo no pueden trabajar o pierden sus empleos debido a problemas de salud o a la discriminación y, a pesar de ello, la cobertura que reciben de servicios médicos es mínima: los tratamientos antirretrovirales se encuentran disponibles sólo en los servicios de salud pública de Camboya una vez que la salud del paciente se ha deteriorado considerablemente. Dado que muchas mujeres son contagiadas por sus esposos, a menudo quedan viudas o tienen que hacerse cargo de su marido enfermo aunque ellas también estén enfermas. Estos elementos les ponen en una situación difícil, les desanima e impide formar parte de la vida pública o social.

Este programa de dos años cubre 12 distritos rurales y está dirigido por dos organizaciones no gubernamentales - los Servicios de Medios de Comunicación para la Salud y Educación en Camboya y los Servicios de Educación y Cuidado en materia de VIH/SIDA de Camboya - que trabajan con pequeñas organizaciones comunitarias como la Red de Mujeres Takeo cerca de Mom Ra y con socios gubernamentales.
En la actualidad, Mom Ra habla con orgullo de la instalación de piscicultura que ella y su esposo construyeron detrás de su casa con el dinero recibido. Con los 40 dólares de ganancia que obtuvo recientemente ha comprado gallinas, ampliando su negocio con aves de corral. Sus compañeras del proyecto también tienen ahora pequeñas empresas locales exitosas, vendiendo gallinas o atendiendo pequeños puestos de comida al paso frente a sus casas.

Las campesinas hablan de los cambios personales que sus nuevas capacidades económicas les han aportado, y también han comenzado a participar en la vida pública. Todas han asistido a clases y foros para desarrollar sus habilidades empresariales y sus capacidades de negociación y de discusión con las autoridades locales. El año pasado, Mom Ra viajó a Phnom Penh por primera vez, junto a otros miembros de la red de mujeres, con el objetivo de participar en una reunión nacional sobre el liderazgo de las mujeres.

El viaje a la capital tuvo un impacto inolvidable para el grupo. Escuchar las experiencias de mujeres líderes con el corazón en la mano las hizo sentir más valientes. Tal como explica Mom Ra, esta oportunidad las ha ayudado a darse cuenta de que no sólo tienen derechos sino también una voz para expresarse y la responsabilidad, como seropositivas, de asegurarse que sean escuchadas.

El Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres trabaja para hacer avanzar el empoderamiento de las mujeres y de las niñas a nivel mundial a través de subsidios de gran impacto a varios años que pueden alcanzar 1 millón de dólares, entregados directamente a las organizaciones de mujeres y a las organizaciones gubernamentales de todo el mundo que están comprometidas con la igualdad de género.