Conversación con la experta en salud y comunicaciones, Carol Underwood, sobre la reducción del riesgo de contagio del VIH en las mujeres y las niñas

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La Dra. Carol Underwood habló acerca de su trabajo con ciertas comunidades de África austral y la relación entre el empoderamiento económico y la prevención del VIH en las niñas. (Foto credito: Carol Underwood)

ONU Mujeres copatrocinó un evento paralelo sobre el avance de la prevención del VIH entre los jóvenes el pasado 25 de abril, durante la Comisión de Población y Desarrollo de este año.

La Dra. Carol Underwood, experta en salud y comunicaciones, tomó la palabra durante el evento para examinar la naturaleza de género relativa al riesgo de contagio del VIH, en calidad de coautora de un nuevo documento: ‘Determinantes estructurales de la vulnerabilidad de las adolescentes al VIH: perspectivas de miembros de comunidades en Botswana, Malawi y Mozambique'.

Aquí discute con ONU Mujeres acerca de las inquietudes y propuestas de las comunidades que consultó y de la relación que establecieron entre el empoderamiento económico y la prevención del VIH en las niñas. Annah Sango, joven estudiante y activista de Zimbabwe, estuvo presente en el evento en nombre de la Comunidad Internacional de Mujeres que viven con VIH y SIDA y también habló con ONU Mujeres. [ Mira su entrevista aquí ]

¿Por qué se centra usted específicamente en la reducción del riesgo de contagio del VIH en las mujeres jóvenes y las niñas?

Las mujeres y las niñas son más vulnerables que los hombres, y esto es especialmente cierto de las niñas en comparación con los niños de la misma edad. Entre las niñas de entre 15 y 24 años, el nivel de infección es alrededor de tres veces superior. Ello se debe a causas fisiológicas pero también a normas sociales.

Por ejemplo, las adolescentes crean su identidad queriendo ser parte de algo más amplio que ellas mismas donde puedan encajar, por lo tanto hay una presión de consumo para tener las “baratijas de la modernidad como se les llama: los teléfonos móviles o la ropa. Debido a otros asuntos estructurales más amplios, las niñas consideran a menudo que les quedan pocas opciones que no sean tener relaciones sexuales con hombres (generalmente de mayor edad) que les pueden ofrecer más económicamente.

Ello no quiere decir que otros grupos no corran riesgos. El modo como se define la masculinidad, por ejemplo, puede poner en riesgo a los niños y los hombres. En algunos contextos, se espera que tengan múltiples relaciones simultáneas.

¿Su trabajo con grupos específicos en Botswana, Malawi y Mozambique arrojó conclusiones o dejó ver actitudes inesperadas?

Para mi sorpresa, la mayoría de los participantes no culparon a las niñas por tener “sexo de transacción, sino que destacaron las condiciones económicas de la comunidad y dijeron: “mire, ella no tiene muchas opciones. Aceptaron la noción del sexo de supervivencia, donde las niñas necesitan alimentos o dinero para estudiar o para vivir a la altura de la presión social.

Encontramos una inquietud en lo referente a la explotación económica de las niñas. Los adultos y los adolescentes dijeron que a veces los padres simplemente dicen a sus hijas que “hay que traer la cena, en algunos casos incluso a niñas que aún no son adolescentes. Eso es coaccionar a las niñas a hacer una transacción de carácter sexual.

¿Cuáles fueron las principales inquietudes de esos grupos consultados?

Se habló mucho de la violencia, de la coacción sexual y de las violaciones en relación con el consumo de alcohol, y de las niñas que frecuentan los bares. En los tres países donde trabajamos, por ejemplo, está prohibido a menores de 18 años adquirir bebidas alcohólicas. Sin embargo, dado que las leyes rara vez se cumplen, a menudo se encuentra a las niñas jóvenes en o cerca de los bares, y las comunidades dijeron que eso las ponía en riesgo.

Los miembros de las comunidades dijeron que los hombres se volvían más agresivos cuando estaban ebrios y que las niñas se protegían menos a sí mismas. Ambos son factores de riesgo en el contagio del VIH. El peligro de ser violadas también pareció estar muy presente en las mentes de las adolescentes.

¿Cuáles fueron las principales demandas?

Pidieron más oportunidades económicas para las niñas y para sus familias. Se habló de la formación vocacional -pequeñas empresas- y de ponerla a disposición de las comunidades.

Muchos mencionaron que era necesario disponer de oportunidades recreativas supervisadas para niñas y para niños, así como tener una mejor comunicación entre los adultos y los niños. Los adultos dijeron no estar seguros de cómo hacer frente a algunos de los problemas que emergen a causa de la modernidad.

Dijeron igualmente que debían involucrarse más con los jóvenes hablando del riesgo del VIH, monitoreando dónde iban y siendo buenos modelos de conducta, ya que cuando los jóvenes saben qué piensan los padres sobre los distintos asuntos, lo toman en cuenta.

¿Qué espera aportar al panel sobre el Avance de la prevención del VIH entre los jóvenes, y de qué otra manera está haciendo avanzar sus investigaciones?

Todos estamos de acuerdo en que el comportamiento de cada uno es un factor importante, pero creo que nos centramos demasiado en eso sin tomar en cuenta las estructuras que limitan la capacidad individual de actuar.

Perdemos las oportunidades para tomar medidas de protección. Creo que tenemos que apoyar las intervenciones estructurales que incluyen las políticas que pueden proteger a las niñas, el cumplimiento de las leyes, mayores oportunidades económicas y la eliminación de las cuotas escolares para ayudar a que las niñas permanezcan escolarizadas.

Espero que al demostrar la relación entre las intervenciones estructurales y un riesgo reducido de contagio del VIH, los responsables de las políticas cambiarán dichas políticas a fin de que sean más favorables y protectoras de las adolescentes y de sus comunidades en general.