Hacer que las leyes sobre la tierra se adapten mejor a las mujeres en Rwanda

Fecha:

Con la ayuda de una asistente jurídica y con el apoyo de una ONG local, Mukamusana pudo exigir los derechos de su hijo a las tierras y a las propiedades de su padre en un tribunal local. Fotografía cortesía de Haguruka/Daniel Taremwa

Cuando el compañero de Thabita Mukamusana murió poco después del nacimiento de su hijo, ella crió al niño sin esperanzas de que tuviera contacto con la familia paterna o con su herencia en su aldea del suroeste de Rwanda. Dado que el niño nació no estando los padres casados, la madre creía que sería imposible exigir derecho alguno. Sin embargo, recientemente cambió su situación cuando tuvo acceso a asistencia jurídica gratuita para sí y para su hijo, que ahora tiene 19 años. Con la ayuda de una asistente jurídica y con el apoyo de una ONG local, Mukamusana pudo exigir los derechos de su hijo a las tierras y a las propiedades de su padre en un tribunal local, lo que le garantiza un mejor futuro para su hijo y para sí misma.

En Rwanda, las leyes sobre la tierra y la propiedad, por tradición, han favorecido a los hombres. Si bien una serie de nuevas leyes y políticas han aumentado los derechos de las mujeres a heredar tierras, a ser dueñas de las propiedades gananciales y a tomar decisiones en lo relativo a la propiedad de la familia, todavía hay importantes impedimentos, muchos de los cuales tienen que ver con la falta de independencia de las mujeres en otras áreas de sus vidas.

Debido a los estereotipos y a la discriminación, las mujeres tienen menos acceso a la información. Muchas veces no pueden mantenerse al tanto de las actividades económicas de sus esposos o protegerse de la intimidación por parte de los miembros de sus familias. Además, al no poder decidir sobre sus relaciones sexuales, muchas mujeres tienen hijos fuera del matrimonio formal y están menos protegidas por la ley. También hay impedimentos jurídicos. Los funcionarios estatales en Rwanda a menudo no conocen las nuevas leyes o siguen adhiriéndose a las viejas tradiciones. Para las mujeres, que tienen menos educación o que no están familiarizadas con los asuntos públicos, acceder a un tribunal puede intimidarlas y parecerles confuso.

En respuesta a estos problemas, un programa de intervención creado en 2011 ha estado trabajando para aumentar los conocimientos y el alcance de los asistentes jurídicos por todo el país en materia de los derechos de las mujeres a la tierra. Conjuntamente con el gobierno, con la ONG belga RCN Justice & Démocratie y con la Asociación local Haguruka, que cuenta con el apoyo del Fondo para la Igualdad de Género de ONU Mujeres, se ha estado contratando y capacitando a asistentes jurídicos en 15 distritos de Rwanda. Hasta ahora el programa ha capacitado a 204 funcionarios -muchos de ellos mujeres- sobre las importantes leyes rwandesas relativas a la familia y a la tierra y sobre el marco jurídico y de políticas en materia de los derechos de las mujeres. Estos funcionarios trabajan con abogados capacitados y viajan a aldeas remotas donde organizan clínicas jurídicas móviles; se ha tratado 1508 casos de mujeres en los últimos 18 meses.

Aunque el cambio y los procedimientos judiciales pueden ser lentos, se está notando progresos. Como ha sido el caso de Thabita Mukamusana, algunas mujeres han logrado el control de la propiedad de sus compañeros difuntos y las mujeres divorciadas pudieron mantener sus derechos a los bienes gananciales, incluyendo casas y propiedades. En algunas aldeas, las mujeres y las niñas se han vuelto propietarias legales de grandes parcelas que ahora pueden usar como garantía en los bancos para obtener créditos y préstamos.

El programa contribuye a un cambio en los estereotipos de género a todos los niveles en Rwanda. Los monitores comunitarios, formados por las ONG conjuntamente con los ministerios del gobierno, están haciendo el seguimiento de las actitudes hacia las mujeres y hacia sus derechos a la tierra, y organizan charlas de sensibilización en sus regiones. A través de los diálogos con las instituciones del gobierno, se espera poder poner las leyes y los planes de desarrollo de Rwanda al nivel de las leyes internacionales en materia de los derechos de las mujeres y ayudar a su implementación.