ONU Mujeres aboga por incrementar el número de mujeres y de protecciones sociales en el trabajo como elemento fundamental de la recuperación económica mundial

Fecha:

Comunicado de Prensa de ONU Mujeres
Para la difusión inmediata
05 de julio 2012

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En Nueva York: Mandy Kibel, mandy.kibel[at]unwomen.org, +1 646 781-4522

El Foro destaca las mejores prácticas que generan empleos y trabajos decentes para las mujeres a gran escala.

Nueva York, 5 de julio— En momentos en que la economía mundial lucha por recuperarse de los impactos de la crisis financiera, el Consejo Económico y Social (ECOSOC) se reúne para discutir acerca del trabajo decente en aras de una prosperidad sostenible. ONU Mujeres aprovechará la oportunidad para abogar por la adopción urgente de políticas y prácticas que garanticen la introducción de más mujeres al mercado laboral en empleos con condiciones de trabajo y protecciones sociales decentes.

La Secretaria General Adjunta y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, participará en una mesa redonda ministerial dentro del marco del segmento de alto nivel del ECOSOC, en la que destacará la poderosa contribución que pueden hacer las mujeres para aumentar el crecimiento y la estabilidad económicos.

La Sra. Bachelet ha puesto el empoderamiento económico de las mujeres en el centro de su trabajo y de manera consistente ha expresado su apoyo al rol crucial que desempeñan las mujeres a la hora de promover el crecimiento económico y la prosperidad. “No puede haber una recuperación sostenible para la economía mundial sin la plena y certera participación de las mujeres en la generación de esa recuperación, dice la Sra. Bachelet. “Empoderar económicamente a las mujeres no sólo es lo justo, sino que es lo más inteligente desde el punto de vista económico.

Las mujeres pueden constituir la mitad de la mano de obra de la humanidad y, por lo tanto, están en el centro de toda las soluciones, agregó. “Sabemos que si aumentamos el acceso de las mujeres a una educación de calidad, a los buenos empleos, a la tierra y a otros recursos, contribuiremos a un crecimiento inclusivo, a un desarrollo sostenible y a una prosperidad a largo plazo.

El llamado de ONU Mujeres tiene el respaldo de una cantidad creciente de estudios que muestran que si se mejoran las opciones económicas de las mujeres, las economías nacionales se verán estimuladas. Si se aumenta el índice de empleo remunerado de las mujeres al mismo nivel del de los hombres, el PIB aumentará un 9 por ciento en los Estados Unidos, un 13 por ciento en la Eurozona y un 16 por ciento en Japón.

Por el contrario, un informe de la CESPAP indicó que la restricción de las oportunidades de empleo para las mujeres en la región de Asia y el Pacífico, que implica que el 45 por ciento de las mujeres quedan excluidas del mercado laboral, cuesta a la región entre 42 y 46 mil millones de dólares por año. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que si se da a las mujeres el mismo acceso que a los hombres a los fertilizantes, las semillas, las herramientas y otros tipos de bienes agrícolas, se puede aumentar el rendimiento agrícola, lo que resultaría en 100 a 150 millones menos de personas con hambre.

Aunque la cantidad de mujeres que trabajan en el mundo ha aumentado, todavía hay diferencias considerables y sistémicas entre los empleos de los hombres y los de las mujeres. Sólo una pequeña proporción de mujeres trabaja en la industria a nivel mundial (18 por ciento comparado al 26 por ciento de los hombres).

Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de trabajar en la agricultura (37 por ciento de todas las mujeres que trabajan en comparación al 33 por ciento de los hombres que trabajan) y en el sector de los servicios (46 por ciento comparado al 41 por ciento de los hombres que trabajan). Las mujeres se encuentran concentradas de manera desproporcionada en el trabajo informal con poca protección y en empleos vulnerables en calidad de trabajadoras a sueldo o por cuenta propia (50,5 por ciento contra 48,2 por ciento para los hombres). Alrededor de 100 millones de mujeres en todo el mundo trabajan en el servicio doméstico, que está muy mal protegido.

Las brechas de género en los sueldos también persisten en todo el mundo. Los datos provenientes de 83 países muestran que las mujeres ganan entre un 10 y un 30 por ciento menos que los hombres, y que las mujeres pasan más tiempo que los hombres en los trabajos de cuidados no remunerados. Un estudio de las compañías de Fortune 500 mostró que aquellas que tienen más mujeres en sus juntas directivas tienen considerablemente mayores beneficios financieros, incluyendo un rendimiento sobre capital propio 53 por ciento mayor, beneficios sobre las ventas 42 por ciento mayores y un rendimiento de capital invertido 67 por ciento más elevado.

Las empresas de mujeres son generalmente más pequeñas que las de los hombres debido a políticas discriminatorias como la falta de acceso al capital, a la tecnología, y a la educación empresarial, y debido a la triple responsabilidad (productiva, doméstica y comunitaria) que tienen las mujeres.

En la mesa redonda de ECOSOC se discutirán recomendaciones concretas para atender esas disparidades y se instará a los responsables de las políticas a integrar plenamente el empleo de las mujeres y los empleos decentes en la respuesta mundial de políticas ante la actual crisis financiera y en las políticas macroeconómicas más amplias.

Otras recomendaciones incluyen un mejor uso de datos desagregados por sexo y de estadísticas de género sobre el empoderamiento económico de las mujeres para identificar las brechas y establecer las respuestas de políticas; una implementación de políticas que garanticen la entrada de las mujeres al mercado laboral y que mejoren sus condiciones de trabajo; y una mayor presencia de las mujeres en los puestos directivos de las entidades responsables de la toma de decisiones económicas, así como de las organizaciones de empleadores y sindicatos.

NOTA PARA LOS PERIODISTAS

La Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres) es el organismo de la ONU dedicado a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Como defensora mundial de mujeres y niñas, ONU Mujeres fue establecida para acelerar los progresos en el cumplimiento de sus necesidades alrededor del mundo. Creada por la Asamblea General de la ONU en julio de 2010, ONU Mujeres entró en operaciones el 1º de enero de 2011.

ONU Mujeres apoya a los Estados Miembros de la ONU en el establecimiento de normas internacionales para lograr la igualdad de género y trabaja con los gobiernos y con la sociedad civil en el diseño de leyes, políticas, programas y servicios necesarios para implementar dichas normas.

Defiende la participación equitativa de las mujeres en todos los aspectos de la vida, centrándose en seis áreas prioritarias: aumentar el liderazgo y la participación de las mujeres; erradicar la violencia contra las mujeres; hacer participar a las mujeres en todos los aspectos de los procesos de paz y de seguridad; mejorar el empoderamiento económico de las mujeres; colocar a la igualdad de género en el centro de los planes y presupuestos nacionales de desarrollo; y aumentar la coordinación y la rendición de cuentas en todo el sistema de la ONU en materia de igualdad de género.

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