Las trabajadoras domésticas también cuentan: asegurar la protección, respetar los derechos
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11 de marzo de 2013. “Somos mujeres fuertes pero muchas de nosotras tenemos miedo a alzar la voz”, explicaba Joycelyn Gill-Campbell, una ex trabajadora doméstica migrante y actual coordinadora de enlace de Domestic Workers United, una organización de niñeras, cuidadoras de personas mayores y amas de llaves del Caribe, América Latina y África, con sede en Nueva York, que presionó a favor de la carta de derechos de las trabajadoras y los trabajadores domésticos aprobada en el Congreso de los Estados Unidos en 2010. “Los derechos que hemos conseguido no se pueden alcanzar sin organización, movilización…”
La Sra. Gill Campbell participó como oradora durante el evento paralelo “Las trabajadoras domésticas también cuentan: asegurar la protección, respetar los derechos”, celebrado el 11 de marzo en el 57º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. Este evento fue organizado conjuntamente por ONU Mujeres, la Confederación Sindical Internacional (CSI) y el Gobierno de Filipinas.
“Las trabajadoras domésticas contribuyen al desarrollo social y económico, mantienen y revitalizan los hogares de empleadoras y empleadores…”, afirmó Saraswathi Menon, Directora de la División de Políticas de ONU Mujeres. “También permiten a los gobiernos beneficiarse de ahorros ocultos… y contribuyen mediante el envío de remesas sociales y económicas a sus lugares de origen, donde están sus familias y comunidades”.
Asimismo, resaltó la necesidad de contar con políticas, leyes y servicios laborales y de migración destinados a las trabajadoras domésticas que sean más coherentes, sensibles al género y que se basen en los derechos, además de mecanismos eficaces de cumplimiento y rendición de cuentas.
La Sra. Menon describió el trabajo de investigación y de políticas de ONU Mujeres para crear condiciones de trabajo decentes para las trabajadoras domésticas, así como sus actividades de promoción con los gobiernos, organizaciones de trabajadoras domésticas, la CSI, OIT, OIM y otros socios a favor de la promoción y protección de los derechos de las trabajadoras domésticas. Por ejemplo, la oficina de ONU Mujeres en América Latina y el Caribe ha estado presente en al menos 17 reuniones regionales y nacionales respaldando a las trabajadoras domésticas en sus exigencias a los gobiernos para que aprueben el Convenio de la OIT. En Asia y el Pacífico, ONU Mujeres ha prestado su apoyo a actividades de promoción a favor de la protección social y jurídica y ha colaborado con organizaciones de trabajadoras domésticas migrantes.
Según estimaciones basadas en estadísticas nacionales oficiales, el responsable de relaciones exteriores de la OIT, Kevin Cassidy, afirmó que el número de trabajadoras y trabajadores domésticos se situaba entre los 52,6 y los 100 millones en todo el mundo, y que el 83 por ciento eran mujeres. Durante su presentación, destacó los principales aspectos y las dificultades de la implementación del Convenio 189 de la OIT, el primer estándar mundial para trabajadoras y trabajadores domésticos, aprobado en junio de 2011. También afirmó que desde entonces lo han ratificado ocho países y que entrará en vigor este año.
Hablando en nombre del segundo país en ratificar el Convenio en agosto de 2012 (que permite su entrada en vigor en agosto de 2013) intervino Luzviminda Padilla, Agregada Laboral del Gobierno de Filipinas. Explicó la experiencia de su país, donde la implicación multisectorial ha dado buenos resultados a la hora de movilizar el apoyo público a favor del Convenio y conseguir aprobar una nueva ley nacional para proteger a las trabajadoras domésticas. Alabando la ley como “un avance tras décadas de invisibilidad”, la Sra. Padilla afirmó que ahora el reto será su cumplimiento.
El evento concluyó con la presentación de un nuevo kit informativo, “Las trabajadoras domésticas también cuentan: Implementación de protecciones para trabajadoras domésticas” que describe prácticas nacionales muy prometedoras en todo el mundo sobre cómo promover y proteger los derechos de las trabajadoras domésticas. Basándose en la lucha, la resiliencia, las opiniones y las prácticas creativas de trabajadoras domésticas locales y en el extranjero y de los grupos que las ayudan, invita a los gobiernos y a las personas del mundo entero a implementar protecciones para las trabajadoras domésticas.
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