Observaciones iniciales de John Hendra en el evento paralelo “Lograr la justicia de género: el caso a favor de las reparaciones”

John Hendra

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Observaciones iniciales de John Hendra, Subsecretario General y Director Ejecutivo Adjunto, Oficina de Políticas y Programas, ONU Mujeres, en el evento paralelo del Gobierno de Finlandia, la Corte Penal Internacional (CPI) y la Acción Global para la Prevención de la Guerra (GAPW), “Lograr la justicia de género: el caso a favor de las reparaciones”, 7 de marzo de 2013

Embajador Rapp, distinguidas y distinguidos panelistas, señoras y señores:

Me complace enormemente estar aquí esta tarde para moderar este evento sobre un tema de especial importancia para ONU Mujeres. Para empezar, quisiera agradecer a la Misión de Finlandia ante las Naciones Unidas, la Oficina de Enlace de la Corte Penal Internacional y a Acción Global para la Prevención de la Guerra por organizar este evento paralelo. ONU Mujeres está especialmente satisfecha por haber brindado su apoyo a la participación del Comisionado Sesay, de la Comisión Nacional para la Acción Social en Sierra Leona, beneficiaria del Fondo Fiduciario de la ONU para poner fin a la violencia contra las mujeres.

El acceso a la justicia y el estado de derecho están en el centro de todos los esfuerzos de desarrollo y son la base de la protección y el ejercicio de todos los derechos. Pero como todas y todos sabemos, mundialmente, la discriminación contra las mujeres sigue persistiendo y se afianza tras la falta de disposiciones legales, estatutos que siguen perpetuando la discriminación en lugar de revertirla y sistemas judiciales que siguen sin prestar la debida atención a las necesidades de las mujeres.

Quizás en ningún lugar el acceso a la justicia de las mujeres sea más crucial que en las sociedades en proceso de transición tras un conflicto, cuando los estados se enfrentan a la enorme tarea de ocuparse de crímenes terribles cometidos durante el conflicto, al tiempo que deben lidiar con el malestar social e incidentes violentos que suelen surgir en el contexto posterior al conflicto.

Durante estos periodos de transición, resulta más urgente y se debe dar mayor prioridad a garantizar justicia para los delitos contra las mujeres. Cuando la reconstrucción de los sistemas judiciales se centra en el acceso y los derechos de las mujeres, el periodo posterior al conflicto puede convertirse en un momento de oportunidad. Las medidas de justicia transicional tienen una función crucial en este sentido.

Como se indica en el Informe sobre el desarrollo mundial (IDM) de 2011, los mecanismos de justicia transicional no sólo imparten justicia para delitos relacionados con conflictos sino que, lo que es igualmente importante, señalan una ruptura con un pasado opresivo y violento al reafirmar los derechos de las víctimas y la aplicación igualitaria del estado de derecho para todas y todos. Esto es especialmente crucial para las mujeres, que sufren violaciones y abusos durante los conflictos, exacerbando las desigualdades que sufren antes, durante y después de los conflictos. El acceso a la justicia por los delitos cometidos contra las mujeres, junto con una firme inversión en su recuperación, transmite el importante mensaje de que los derechos de las mujeres serán reconocidos a medida que las sociedades de posconflicto avancen.

Las reparaciones tienen un papel muy importante con respecto a este punto. Dado que se centran en los derechos de las víctimas al desagravio y a la recuperación, quizás sean los mecanismos de justicia transicional que más atención prestan a las víctimas, y ofrecen el mayor potencial para una recuperación significativa de las personas y las comunidades, especialmente las mujeres.

Como indicó la Relatora Especial sobre la violencia contra mujeres en su informe de 2010 sobre reparaciones, a quien cito: “Las reparaciones para las mujeres no pueden limitarse a devolverlas a la situación en que se encontraban antes del episodio violento concreto; en cambio, deben esforzarse por tener un potencial transformador”. El potencial transformador de las reparaciones también se enfatizó en sentencias clave de la Corte Interamericana y, más recientemente, en la primera orden judicial de reparaciones emitida por la Corte Penal Internacional.

Debemos asegurar que las reparaciones no se empleen tan sólo como un componente esencial de recuperación y cicatrización para las víctimas de violaciones de derechos humanos; las reparaciones también deben implementarse en función de las necesidades y los intereses de las mujeres y tener un impacto sostenible y transformador. Oiremos más opiniones sobre esta cuestión durante nuestro debate de hoy.

Como parte de nuestro trabajo a favor de promover el acceso a la justicia y una justicia transicional sensible al género, ONU Mujeres colabora con nuestros socios para fortalecer regímenes de reparaciones. Con ACNUDH, trabajamos en la elaboración de lineamientos para el sistema de las Naciones Unidas sobre reparaciones para la violencia sexual en los conflictos; el establecimiento de normas mínimas en los mecanismos de justicia transicional sensible al género, incluidas las reparaciones; y hemos apoyado a los gobiernos, incluyendo Uganda, Colombia y la ex Yugoslavia con asistencia técnica, investigación y lecciones aprendidas, para aportar información a sus políticas en esta área crucial.

Además, a través del Fondo Fiduciario de la ONU para poner fin a la violencia contra las mujeres, que administramos, respaldamos a la Comisión Nacional para la Acción Social en Sierra Leona, responsable de las reparaciones, y también estamos financiando un programa de reparaciones para sobrevivientes de violencia sexual. Seguiremos hablando de este tema en breve. A través del Fondo Fiduciario, también apoyamos esfuerzos similares en la Corte Internacional de Camboya.

A medida que el derecho a las reparaciones se reconoce y se respeta cada vez más, debemos continuar a asegurar que las necesidades de las mujeres sigan estando en el centro de su diseño y su cumplimiento. Así, este es el punto de partida para nuestro debate de hoy, que gira en torno a la pregunta: “¿Cómo alcanzamos el objetivo de las reparaciones transformadoras para las mujeres?”

Dicho eso, permítanme pasar a nuestras y nuestros participantes. Es un gran placer presentarles a oradoras y oradores tan destacados: el Sr. Stephen Rapp, Embajador plenipotenciario de los Estados Unidos de América para asuntos de crímenes de guerra; la Sra. Elisabeth Rehn, Presidenta de la Junta Directiva del Fondo Fiduciario de la CPI; la Sra. Luz Méndez, Presidenta del Consejo Asesor de la Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas; y el Sr. Saidu Conton Sesay, Comisionado por la Comisión Nacional para la Acción Social en Sierra Leona.

Cada participante tendrá cinco minutos para realizar unas observaciones iniciales y se le pedirá que responda a una pregunta específica. A continuación, se abrirá el turno de preguntas y respuestas. Ruego a las y los participantes que sean breves en sus observaciones, para así tener tiempo para el debate.

Muchas gracias.