Pregúntele a una activista: ¿Qué se está haciendo a nivel de base para ayudar a guiar a las mujeres migrantes venezolanas en Colombia?

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Zuneyka Dhisnays Gonzalez arrived in Barranquilla, Colombia in 2015 and began guiding fellow migrants online. Photo: UN Women
Zuneyka Dhisnays Gonzalez. Foto: ONU Mujeres/Vannesa Romero

Zuneyka Dhisnays Gonzalez es una madre de 26 años y migrante venezolana a Barranquilla, Colombia, una de las ciudades fronterizas donde ONU Mujeres, con el proyecto “Transformando las comunidades para proteger a las mujeres y niñas” está mejorando la gestión del registro de información de mujeres y niñas para ayudar a diseñar políticas de atención más efectivas, brindando planes locales de respuesta rápida para la violencia de género y explotación sexual, y sensibilizando a la sociedad a través de una estrategia de cambio cultural. Dhisnays González es creadora de la comunidad y red social "Venezolanos Unidos en Quilla" dónde trabaja para apoyar, ayudar y orientar a sus compatriotas. Difunde contenidos informativos de ONU Mujeres en redes sociales, mediante el voz-a-vos, y en espacios de trabajo con las mujeres.

“Yo vivía en Caracas… yo estudiaba, trabajaba [en un banco] de lunes a viernes, y estudiaba de noche, pero tomé la decisión de venirme desde que supe que estaba embarazada, porque yo veía que ya no se conseguían pañales, ni leche, y pues yo hacía las colas, pero no conseguía casi nada. Cuando nació mi niña, ya comenzaron las dificultades para conseguir comida y ahí decidimos venirnos [en diciembre de 2015].

[Con mi esposo] montamos un negocio familiar, pero solo duro cinco meses. Nos tocó cerrarlo, pusimos en venta las cosas… nos pagaron con un cheque, pero el cheque no tenía fondos y perdimos una gran parte de nuestros ahorros.

Cuando uno llega, se siente solo[/a]. Entonces decidí crear esa red social para dar apoyo a las personas. Soy una activista hace un año. En Venezuela nunca hice nada como esto.

Hay mujeres que me escriben… Me dicen que tienen miedo, que sus parejas las maltratan y les da miedo denunciar por lo que están irregulares, ellas creen que nadie las va a ayudar. El migrante pasa por un ciclo en el que hasta tus emociones se ven afectadas.

Me gusta la labor social. Me siento bien ayudando a mi gente, porque yo sé lo que es llegar a un país solo. Me gustaría tener un espacio físico en el que pueda ayudar a mis compatriotas, ser parte de una solución. Mi meta es legalizar [registrar] ‘Venezolanos Unidos en Quilla’, para seguir dando ese apoyo.”