Alocución de Michelle Bachelet al Comité Nacional de Japón de ONU Mujeres

Fecha:

Alocución de Michelle Bachelet al Comité Nacional de Japón de ONU Mujeres, el 13 de noviembre de 2012, en Tokio, Japón

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Buenas tardes. Es un placer estar con ustedes aquí hoy. Hasta ahora he tenido una estadía espléndida en su país.

En primer lugar quiero agradecer y felicitar al Comité Nacional de Japón de ONU Mujeres y a su Presidenta, la Sra. Makiko Arima. Mis mejores deseos y felicitaciones en su 20º aniversario. Quiero también agradecer a Miyagi Jo-Net por los esfuerzos de reconstrucción después del terremoto con los fondos recaudados por el Comité Nacional de Japón. Es un placer que estén hoy aquí. Rindo tributo a la fuerza y la resistencia del pueblo japonés, de las que todos fuimos testigos después del triple desastre de marzo de 2011.

En el poco tiempo que llevo en el país ya me he encontrado con muchas personas y organizaciones inspiradoras, desde estudiantes de secundaria hasta ejecutivos corporativos que han hecho suyo el empoderamiento de las mujeres y que están trabajando activamente para conducir Japón al futuro.

Tuve el privilegio de reunirme con el Primer Ministro Noda y con el Ministro Gemba hoy para discutir sobre el fortalecimiento de nuestra asociación con Japón y capitalizar el excelente trabajo que hace Japón en materia de igualdad de género, tanto dentro como fuera del país. También tuve el privilegio de participar en la iluminación de la Torre de Tokio con el Ministro Nakatsuka y con la Directora General de la Oficina de Igualdad de Género, Sra. Samura, marcando el inicio de las semanas de campaña de erradicación de la violencia contra las mujeres. Así que ahora, incluso el cielo de Tokio pide que se ponga fin a la violencia contra las mujeres con su rayo de luz púrpura.

He sido testigo de cómo los líderes gubernamentales, las organizaciones de mujeres y otros involucrados se están movilizando para erradicar la violencia contra las mujeres, lo que es esperanzador para el trabajo que desempeñamos en ONU Mujeres. Aplaudo a Japón por las medidas que han adoptado para luchar contra la violencia contra las mujeres en el país con el Tercer plan básico para la igualdad de género, y por la legislación en materia de violencia doméstica, acoso sexual, violencia sexual y trata de personas. Japón brilla como socio en los esfuerzos de la comunidad internacional de poner fin a la violencia contra las mujeres y de hacer avanzar la paz, la justicia y la igualdad.

Durante mi visita también me reuní con la Liga Parlamentaria de ONU Mujeres para discutir acerca de la importancia de la participación política de las mujeres y reiterar el rol crucial que tienen los parlamentarios a la hora de crear leyes y presupuestos que promuevan la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

ONU Mujeres tiene un mandato universal y trabajamos para hacer avanzar el liderazgo político de las mujeres, aumentar la participación económica de las mujeres, poner fin a la violencia y la discriminación contra las mujeres, ampliar el rol de las mujeres en la paz y la seguridad, y apoyar los planes y presupuestos que hagan avanzar la igualdad de género en los países.

La comunidad empresarial japonesa se ha revelado como una firme defensora de la participación de las mujeres en la economía. La reunión que tuve con la Keizai Doyukai confirmó el compromiso de las empresas privadas de revitalizar la economía japonesa. También confirmó su reconocimiento de que deben tomar medidas para garantizar la participación equitativa y las mismas oportunidades de las mujeres en el mercado laboral. Japón tiene el número más elevado de firmantes de los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres, que tienen como fin hacer avanzar las oportunidades equitativas en el sector privado.

He visto como todos los sectores en Japón trabajan para impulsar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, y quiero rendir un tributo especial al Comité Nacional de Japón de ONU Mujeres, que es nuestro socio de larga data. Agradezco a todos los miembros del Comité Nacional por su compromiso y apoyo a ONU Mujeres. Este firme compromiso se constata en los modos en que crean conciencia sobre la igualdad de género y la paz y la seguridad, el modo en que promueven los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres ante las empresas y los CEO, y el modo en que recaudan fondos para importantes programas destinados a las mujeres en Asia y para el Fondo Fiduciario de la ONU para poner fin a la violencia contra las mujeres.

Este firme compromiso se ve también en el modo en que se movilizaron el año pasado después del terremoto y del tsunami para recaudar fondos para los más afectados por el desastre. Uno de esos grupos fue Miyagi Jo-Net, que tengo entendido nos mostrará algunos ejemplos de su trabajo aquí hoy. Ese excelente trabajo del Comité Nacional de ONU Mujeres ha sido mencionado por el Ministro de Relaciones Exteriores de Japón, quien reconoció su contribución a la igualdad de género en el desarrollo internacional. Este trabajo es sumamente importante porque hoy se reconoce claramente que el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género ayudan a hacer que las sociedades sean sostenibles desde el punto de vista económico, medioambiental y social.

Japón tuvo un lugar preponderante en la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU de este año con su resolución sobre la función de las mujeres en los desastres naturales. Esta resolución se apoya en las experiencias de Japón después del devastador terremoto en el este del país, y hace un firme llamado a favor del empoderamiento de las mujeres en la reducción y gestión de riesgos de desastres. Agradecemos todos los esfuerzos del Gobierno de Japón por fortalecer la resistencia en las áreas proclives a los desastres, así como su patrocinio de la resolución de la Asamblea General sobre cooperación internacional en la asistencia humanitaria en casos de desastres naturales. Aplaudo además a Japón por hacer de la participación política de las mujeres una prioridad, copatrocinando la resolución sobre participación política de las mujeres adoptada el año pasado por consenso en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Japón también es un líder en la promoción del rol de las mujeres en la consolidación de la paz y en la reforma del sector de la seguridad dentro del marco de su contribución para lograr la paz mundial. En particular, las contribuciones financieras y la asistencia especial de Japón en las actividades de reconstrucción en una serie de países después de desastres naturales o de conflictos —incluyendo en Haití y Afganistán— han sido instrumentales para ayudar a los países a alcanzar una sociedad más estable y pacífica.

Conjuntamente con sus socios, ONU Mujeres apoya en la actualidad una mejor implementación de los compromisos relativos a las mujeres, la paz y la seguridad en casi 40 países. Ello incluye ayudar a fortalecer las coaliciones de paz de las mujeres y su participación en los procesos de paz, el trabajo con responsables del mantenimiento de la paz para ayudar a detectar y prevenir la violencia sexual en los conflictos, y el apoyo para crear instituciones de justicia y de seguridad que protejan a las mujeres y a las niñas de la violencia y la discriminación.

ONU Mujeres espera cooperar con Japón para velar por la seguridad de las mujeres en Sudán del Sur y garantizar que las mujeres participen activamente en la ejecución del acuerdo de paz en Mindanao, Filipinas.

En muchas de las misiones que hago en diversos países del mundo, soy testigo de los esfuerzos de miles de personas, organizaciones y líderes gubernamentales por lograr cambios reales y duraderos en relación con el empoderamiento de las mujeres en todos los aspectos de la sociedad. Actualmente hay numerosos estudios que llegan a la misma conclusión: los países y empresas que tienen mayores niveles de igualdad de género también tienen mayores niveles de desempeño y de crecimiento.

Aquí en Japón he visto la fuerza y la profundidad de sus compromisos para hacer de la igualdad de género una realidad palpable. Les agradezco y espero seguir cooperando estrechamente para mejorar las vidas de las mujeres.