Declaración de ONU Mujeres con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, 1 de diciembre
El liderazgo femenino marca la diferencia cada díaFecha:
La contribución de las mujeres y las niñas, especialmente de las que viven con el VIH, resulta indispensable para la respuesta al VIH a escala comunitaria. Las mujeres y las niñas proporcionan cuidados esenciales a sus familias y a personas de la comunidad que viven con el VIH y ayudan a garantizar que comiencen y siguen el tratamiento. Esta es una labor admirable, aunque plantea un problema cuando contribuye a aumentar la carga de trabajo de cuidados no remunerado que soportan las mujeres y las niñas, que ya triplica la de los hombres. Este trabajo de cuidados a escala comunitaria debe ser reconocido, valorado y redistribuido plenamente y de forma igualitaria en el hogar, de modo que las mujeres tengan más oportunidades de decidir qué quieren hacer con su vida.
La mayoría de las personas (el 52 por ciento) que viven con VIH son mujeres. Necesitan acceso a los servicios de prevención, atención y tratamiento del VIH dentro de su comunidad. Están reclamando participar en la toma de aquellas decisiones que las afectan, defendiendo que sus prioridades deben formar parte de las estrategias sobre VIH y liderando una labor comunitaria para que las mujeres y las niñas afectadas por el VIH y que viven con el virus puedan conocer y reivindicar sus derechos. En concreto, el liderazgo y la participación de las mujeres jóvenes y las adolescentes en el diseño, la aplicación y el seguimiento de las políticas y los programas sobre el VIH es esencial para asegurar que se prioricen sus necesidades. Debemos crear e institucionalizar espacios en los que puedan expresar sus prioridades y en los que se les escuche, además de dotar de recursos suficientes a las redes de mujeres que viven con el VIH para apoyar sus esfuerzos y su acción colectiva.
Para las mujeres que viven con el VIH, la comunidad puede ser un apoyo vital, pero también una fuente de estigmatización y discriminación. Esta situación expone a las mujeres y a las niñas a un mayor riesgo de contraer el VIH y crea barreras para acceder a los servicios asociados al VIH. Una de cada tres mujeres que vive con el VIH declaró haber sufrido alguna forma de discriminación relacionada con su salud reproductiva y sexual en un estudio de 2016. La desigualdad de género y las normas de género nocivas pueden perpetuar la estigmatización y la discriminación, lo que lleva al rechazo, la inseguridad económica y la violencia ejercida por compañeros sentimentales, la familia y la comunidad. Actualmente, sólo tres de cada diez adolescentes y mujeres jóvenes tienen conocimientos amplios y correctos sobre el VIH.
Como una de las partes promotoras de la Alianza Mundial de Acciones Tendientes a Eliminar todas las Formas de Estigma y Discriminación relacionadas con el VIH, ONU Mujeres hace un llamado a los Gobiernos para reformar las leyes discriminatorias que exponen a las mujeres y a las niñas a los riesgos del VIH y que limitan su acceso a un tratamiento que puede salvarles la vida, así como para garantizar el derecho de las mujeres y las niñas a beneficiarse de unos servicios para el VIH exentos de violencia y discriminación.
Mientras nos preparamos para celebrar el 25o aniversario de la Plataforma de Acción de Beijing en 2020 y promovemos una nueva Generación Igualdad, impulsaremos acciones para dar visibilidad y valor a la labor invisible que las mujeres hacen en comunidades y hogares. También fomentaremos la creación de espacios en los que las mujeres afectadas por el VIH y que viven con el virus en toda su diversidad puedan asumir funciones de liderazgo en sus comunidades y reciban apoyo para hacerlo.
Este Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, queremos transmitir un mensaje a todas las mujeres y las niñas de todas las comunidades: ¡las escuchamos, las vemos y les damos las gracias!