Declaración: Reconstruir mejor juntas y juntos para poner fin al Sida para las mujeres y las niñas
Declaración de ONU Mujeres sobre el Día Mundial del Sida, 1º de diciembreFecha:
En este Día Mundial del Sida tenemos buenas noticias para reflexionar: según la actualización mundial sobre el SIDA de ONUSIDA, hay más mujeres recibiendo tratamiento vital que nunca antes; y se ha registrado un progreso constante, aunque frágil, en la reducción de nuevas infecciones por el VIH y muertes relacionadas con el Sida entre las mujeres de varias regiones. En noticias recientes y alentadoras en materia de prevención del VIH, existe un compuesto inyectable de acción prolongada que suma otra opción de gran impacto para las mujeres, pues tiene el potencial de ser 89 % más eficaz en la prevención del VIH entre las mujeres en África subsahariana en comparación con las tabletas diarias.
El SIDA sigue siendo una peligrosa amenaza para las mujeres en edad reproductiva y una de las principales causas de muerte. Esto subraya el hecho de que el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva es un derecho esencial que salva vidas. La mayoría de los países (78 de los 125 que informan al ONUSIDA) todavía tiene leyes que exigen el consentimiento de los padres para que las y los adolescentes obtengan servicios de salud sexual y reproductiva, lo que dificulta el acceso de las niñas a la prevención, el tratamiento y la atención del VIH. Una de cada tres mujeres que viven con el VIH notificó al menos una forma de discriminación relacionada con su salud sexual y reproductiva en los últimos 12 meses. En tanto que sólo el 55 % de las mujeres casadas o en unión toman sus propias decisiones en relación con su salud sexual y reproductiva.
Los resultados de esta falta de conocimiento y acceso son devastadores. En 2019, alrededor de 4.500 adolescentes y mujeres jóvenes se infectaron con el VIH cada semana en África subsahariana, y sólo una tercera parte de las jóvenes y niñas tenía conocimiento exhaustivo del VIH. En la región de Oriente Medio y Norte de África, en América Latina, Europa y Asia Central, las nuevas infecciones por el VIH siguen aumentando entre las mujeres.
Las mujeres necesitan métodos de prevención del VIH que puedan controlar y a los que tengan acceso. Debemos dar prioridad a las inversiones en la investigación para proporcionar esos métodos, así como a la transformación de normas desiguales de género y la promoción de la igualdad y el empoderamiento de las comunidades. El enfoque HeForShe de ONU Mujeres en Sudáfrica demuestra cómo pueden cambiarse las creencias y comportamientos desiguales y perjudiciales relacionados con la violencia contra las mujeres, tanto entre hombres como entre mujeres, así como asegurar que el 62 % de ellas pueda acceder a servicios integrales de VIH.
La distribución desigual de los progresos realizados en la reducción de las infecciones por el VIH y la prestación de tratamiento se ha visto agravada aún más por la pandemia de COVID-19, que ha afectado desproporcionadamente a las mujeres y las niñas y sigue amenazando los logros alcanzados en materia de igualdad de género. Sin embargo, esas mujeres y niñas siguen haciendo una contribución indispensable en la respuesta al VIH, proporcionando atención crítica a sus familias y comunidades afectadas por el VIH, y trabajando como defensoras y líderes en las comunidades y en los espacios de toma de decisiones.
Ahora más que nunca, es necesario crear, institucionalizar y sostener espacios para las mujeres, en particular las jóvenes y las niñas, para que se las escuche. Estas líderes de hoy deben contar con recursos suficientes para continuar con su acción colectiva y sus labores de defensa y liderazgo.
Me complace unir fuerzas con nuestros organismos hermanos (ONUSIDA, UNFPA, UNICEF y UNESCO) y con todas las adolescentes y jóvenes para exigir una educación secundaria de calidad para todas las niñas de África a través de la nueva iniciativa Education Plus. Juntas y juntos podemos asegurar que esta generación de niñas se convierta verdaderamente en la "Generación Igualdad".
La COVID-19 nos ha demostrado la importancia de acelerar los compromisos, tanto de los Gobiernos como del sector privado y la sociedad civil, de invertir en la igualdad de género, poner fin a la violencia, apoyar el liderazgo y el pleno disfrute de los derechos humanos de todas las mujeres y niñas, especialmente las afectadas por el coronavirus y el VIH. Sólo entonces podremos reconstruir mejor