Declaración de Michelle Bachelet, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, al Debate Abierto del Consejo de Seguridad

Fecha:

Declaración de Michelle Bachelet, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, al Debate Abierto del Consejo de Seguridad. 30 de noviembre de 2012, Nueva York.

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Es un honor dirigirme al Consejo de Seguridad y presentar el informe del Secretario General sobre la mujer, la paz y la seguridad.

Me uno al Secretario General Adjunto para agradecer a la Presidencia de India y a la antigua Presidencia del Consejo, Guatemala, por alentarnos a abordar el rol de las organizaciones de la sociedad civil de mujeres en la prevención y resolución de los conflictos armados y la consolidación de la paz. Estamos agradecidos que este debate abierto haya podido ser reprogramado después del huracán del mes pasado. Agradecemos al Consejo por reunirse excepcionalmente el 31 de octubre para adoptar la Declaración Presidencial, que se congratuló de la mayor participación, representación e implicación de las mujeres en la prevención y en la resolución de los conflictos armados y la consolidación de la paz. También agradezco a nuestro asociado, el Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y a su Secretario General Adjunto, el Sr. Hervé Ladsous, así como a la Sra. Binta Diop, que representa a la sociedad civil, por su participación aquí hoy.

El origen mismo de la histórica resolución 1325 del Consejo de Seguridad radica en el valor, el liderazgo y en los logros de las organizaciones de la sociedad civil de mujeres que promueven la paz bajo circunstancias increíblemente difíciles.

Hoy oiremos acerca de varios ejemplos de contribuciones de las mujeres líderes y de las organizaciones de la sociedad civil. Quiero llamar su atención sobre lo que están haciendo en la actualidad en Mali los grupos de mujeres para contribuir a soluciones no violentas de la crisis. A pesar de su ausencia de los procesos oficiales de resolución del conflicto, las mujeres líderes del Norte utilizan canales informales para pedir a los líderes de los grupos armados que participen en los diálogos de paz. Hace sólo dos semanas, casi mil mujeres líderes y miembros de grupos de la sociedad civil se reunieron en Bamako e hicieron un llamado común a la paz, expresando solidaridad más allá de las divisiones étnicas y otras, y recomendando medidas específicas para proteger los derechos de las mujeres y prevenir la violencia contra las mujeres y las/os niñas/os. Dejaron claro que ahora es el momento de dedicar financiamiento para las reparaciones, el cuidado y el empoderamiento de las supervivientes.

Donde quiera que haya un conflicto, sea en Mali, Siria, el Medio Oriente o el Este de la RDC, las mujeres deben ser parte de la solución.

Sr. Presidente, distinguidas delegadas y distinguidos delegados:

El informe del Secretario General evalúa el estado de la implementación de la resolución 1325 en las áreas de la prevención de los conflictos, la protección de las mujeres, la participación y el socorro y la recuperación sensibles a los asuntos de género. El informe destaca la cantidad creciente de países y de organizaciones regionales que tienen estrategias en materia de mujeres, paz y seguridad, incluyendo el Plan de acción de la región del Pacífico recientemente anunciado.

En el área de la prevención de los conflictos, el informe señala que hay más involucrados, incluyendo al Consejo de Seguridad, en la alerta temprana para detectar los peligros que se presentan a las mujeres y a las niñas. Sin embargo, la prevención efectiva de la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo un desafío.

No hace falta mirar más allá de Siria o de Mali para encontrar situaciones donde los conflictos han afectado seriamente a las mujeres y a las/os niñas/os. Sigue habiendo crímenes sexuales y de género junto a otros abusos que afectan a las mujeres de manera diferente que a los hombres, como los desplazamientos forzados, la pérdida de los medios de vida y el acceso limitado a los servicios básicos.

En el área de la participación, especialmente en los procesos formales de paz, el informe indica que aunque hay algunos buenos ejemplos, se necesita otros esfuerzos para aumentar la cantidad de mujeres en las delegaciones oficiales. De las 14 negociaciones de paz codirigidas por la ONU en 2011, sólo cuatro tenían delegaciones que incluían a una mujer, y de los nueve acuerdos de paz firmados en 2011, sólo dos -Yemen y Somalia- contenían disposiciones en materia de mujeres, paz y seguridad.

En lo que respecta a las elecciones, el informe muestra el valor de las medidas especiales temporales para aumentar la cantidad de mujeres candidatas. Sin embargo, de nueve procesos electorales posteriores a un conflicto celebrados este año, sólo uno (Uganda) empleó una cuota electoral de género, obteniendo un 35 por ciento de mujeres en el parlamento. En las otras ocho elecciones, las mujeres obtuvieron entre un 4 y un 13 por ciento de los escaños.

En el área de la protección, el informe destaca que los mecanismos como las patrullas comunitarias, el acceso a la asistencia jurídica, las respuestas rápidas y los equipos de despliegue inicial se han multiplicado en el último año. Ha habido iniciativas para integrar los servicios, atender las necesidades de combustible y de electricidad, y capacitar al personal de seguridad. Además, la protección de las mujeres ahora forma parte de los procedimientos operativos estándar para el personal del sector de la seguridad en algunos contextos.

A pesar de los progresos, el informe indica que todavía persisten las brechas en la protección y en los obstáculos al acceso de las mujeres y las niñas a la justicia. Por lo tanto, acogemos con satisfacción la atención prestada en la Declaración Presidencial para la liquidación de las misiones y la necesidad de prevenir la erosión del entorno de protección en las transiciones.

En el área del socorro y la recuperación, el informe indica que la proporción de los presupuestos que se asignan al empoderamiento de las mujeres y a la igualdad de género está aumentando pero sigue siendo baja. El porcentaje de los gastos de los proyectos dedicados específicamente a las necesidades de género pasó del 5,7 por ciento estimado en 2010 al 7,1 por ciento este año. Si bien es una mejoría, dista del mínimo del 15 por ciento de gastos que es la meta que establece el plan de acción del Secretario General en materia de consolidación de la paz sensible a los asuntos de género.

El informe enfatiza la necesidad de dar mayor atención al empleo de las mujeres después de un conflicto y a otras formas de apoyo a los medios de vida.

El informe tiene una sección especial sobre la prevención y la resolución de conflictos sensibles a los asuntos de género. Indica que la experiencia en materia de género y la participación de las mujeres en los procesos oficiales de paz son decisivas para garantizar una mayor sensibilidad de género en los acuerdos a que se lleguen en lo relativo a los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Para que esto suceda, hay que atender los asuntos de género en las primerísimas etapas, desde el comienzo del diálogo y de las negociaciones de paz.

El informe se congratula de las oportunidades que se crearon el año pasado para que las mujeres participen en la estrategia internacional y en las conferencias de donantes, inclusive en la República Centroafricana, Afganistán y Sudán del Sur. Sin embargo, destaca que se ha dado una atención insuficiente para mejorar el acceso de las mujeres a los diálogos nacionales o internacionales de paz. Hay que hacer más esfuerzos para invitar a las mujeres a participar en los foros de resolución de conflictos.

Con el fin de asegurarse de alcanzar mayores progresos, el informe recomienda tomar medidas en tres áreas amplias.

En primer lugar, se necesita llevar a cabo una implementación consistente de las normas y estándares internacionales en materia de derechos humanos de las mujeres y de las niñas en todos los esfuerzos de prevención y resolución de conflictos y de consolidación de la paz.

El informe aboga por la atención sistemática a los compromisos relativos a las mujeres y la paz y la seguridad en todas las acciones del Consejo de Seguridad. Destaca en particular la necesidad de mantener la implementación de estos compromisos en situaciones de liquidación de una misión y de transición.

En segundo lugar, cuando se trata de la participación y la representación de las mujeres, se necesita determinación para dar más oportunidades, eliminar obstáculos y crear capacidades para poder ejercer influencia.

El informe habla de la necesidad de que haya más mujeres mediadoras, asesoras, negociadoras y observadoras en los procesos de paz y más mujeres en los puestos directivos superiores de las organizaciones internacionales y regionales, y pide medidas para atender los obstáculos a su participación. En las elecciones, las medidas especiales temporales ayudan a alentar la participación de las mujeres tanto como votantes que como candidatas. Es necesario prestar una atención especial a la protección de las/os defensoras/es de los derechos humanos de las mujeres. En las misiones de la ONU, las/os funcionarias/os especializadas/os específicamente en el género pueden hacer avanzar este proceso. La creación de las capacidades de las organizaciones de mujeres durante y después de un conflicto armado ayudará a incrementar la influencia de las mujeres.

Finalmente, es necesario seguir mejorando los sistemas de monitoreo y rendición de cuentas para el cumplimiento de los compromisos sobre las mujeres, la paz y la seguridad, inclusive a nivel regional y nacional.

Se recomienda evaluar los desafíos que se presentan al cumplimiento nacional y regional de compromisos relativos a las mujeres, la paz y la seguridad, inclusive en las próximas evaluaciones de los Planes Nacionales de Acción. También se destaca la necesidad de que haya una mayor coordinación y monitoreo consistente de los resultados dentro de la ONU.

Sr. Presidente, distinguidas delegadas y distinguidos delegados:

En resumen, es necesario dar pruebas de un decidido liderazgo y de sistemas específicos para obtener cambios sobre el terreno.

En lo relativo al liderazgo, quiero destacar los recientes nombramientos de mujeres a funciones estratégicas en la paz y la seguridad internacional y regional. Aplaudo el nombramiento de la Sra. Zainab Bangura, Representante Especial del Secretario General sobre la violencia sexual en los conflictos, la Sra. Leila Zerrougui, Representante Especial del Secretario General para la cuestión de las/os niñas/os y los conflictos armados, y la Sra. Fatou Bensouda, Fiscal de la Corte Penal Internacional. También aplaudo el nombramiento de la Sra. Nkosazana Dlamini-Zuma al puesto de Presidenta de la Comisión de la Unión Africana, y a la Sra. Mari Skåre como Representante Especial de la OTAN para temas sobre la Mujer, la Paz y la Seguridad.

Si bien estos nombramientos son bienvenidos, me preocupa que las Naciones Unidas en sí tenga que hacer aún más para presentar más mujeres candidatas a estos puestos. Desde junio de 2010, el porcentaje de mujeres en altos puestos de la ONU (P5 a D2) en misiones políticas ha disminuido del 23 al 18 por ciento, y en las misiones de mantenimiento de la paz del 24 al 21 por ciento. El sistema de la ONU está examinando en estos momentos esta situación para tomar las medidas que corresponda.

Para finalizar, el informe del Secretario General indica que no se está viendo resultados en el ritmo que se espera o que las mujeres esperan, con razón, de nosotras y nosotros. Por este motivo, tenemos que garantizar que las mujeres tengan la oportunidad de ocupar el rol pleno que les corresponde en la paz y la seguridad. Sabemos que no hay una escasez en el liderazgo de las mujeres, pero el informe del Secretario General hace notar que SÍ HAY una escasez de oportunidades para que las mujeres participen en la resolución de conflictos y la consolidación de la paz. Debemos crear dichas oportunidades.

Crearlas no es imposible, pero requiere un esfuerzo especial: requiere determinación para hacer que la prevención de la violencia de género en los conflictos sea una prioridad; requiere determinación para investigar y juzgar los abusos de los derechos de las mujeres o de insistir en la inclusión de las mujeres en una conferencia de donantes o en una negociación de paz. Esta determinación no es simplemente una cuestión de proceder como de costumbre, sino de ir más allá.

ONU Mujeres y sus socios en el sistema de la ONU y en la sociedad civil están presentes para ir más allá con ustedes.

Muchas gracias.