El déficit anual de USD 420.000 millones obstaculiza la igualdad de género en los países en desarrollo
La subfinanciación crónica, la debilidad de los sistemas de seguimiento y las normas financieras injustas frenan el avance en la igualdad de género. ONU Mujeres hace un llamado a la inversión sostenible para cerrar esta brecha y promover la igualdad.
Nueva York — Se calcula que los países en desarrollo presentan un déficit de unos USD 420.000 millones por año en la financiación necesaria para lograr la igualdad de género en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. En la Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FfD4 por sus siglas en inglés) celebrada en Sevilla, España, ONU Mujeres acogió con beneplácito la adopción por consenso del Compromiso de Sevilla, que reafirma el compromiso compartido de los Estados Miembros con el desarrollo inclusivo y sostenible. A pesar del difícil contexto mundial, el acuerdo supone un paso hacia adelante en el reconocimiento del papel esencial de la igualdad de género en las estrategias de financiación.
La FfD4 es una oportunidad clave para dar un impulso duradero a la financiación para la igualdad de género, que ahora se reconoce ampliamente como esencial para el desarrollo sostenible y para lograr economías fuertes e inclusivas. Lo que se necesita a continuación es una década completa de inversiones constantes y específicas para eliminar las diferencias entre hombres y mujeres, crear oportunidades y garantizar que no se deje a nadie atrás.
ONU Mujeres insta a gobiernos e instituciones financieras a pasar de las promesas a las inversiones tangibles y sostenidas que beneficien a las mujeres y niñas que más las necesitan. La brecha actual pone de manifiesto la profunda y crónica subfinanciación de los derechos y servicios de las mujeres y señala la urgente necesidad de que los gobiernos y las instituciones financieras reasignen los recursos en consecuencia. La mayor parte de la financiación mundial sigue eludiendo a los países más pobres, donde vive la mayoría de las mujeres con bajos ingresos y donde la inversión es más urgente. En términos concretos, el dinero no está llegando a las mujeres y niñas que más lo necesitan.
Pese a la creciente elaboración de presupuestos con perspectiva de género, solo uno de cada cuatro países dispone de sistemas de seguimiento de la asignación de fondos públicos a la igualdad de género. Sin esta información, es casi imposible planificar, presupuestar y cumplir los objetivos de desarrollo de nivel nacional.
“No podemos cerrar las brechas de género con presupuestos que no sean sensibles al género”, dijo Nyaradzayi Gumbonzvanda, Directora Ejecutiva Adjunta de ONU Mujeres. “Los gobiernos deben respaldar sus compromisos con inversiones reales y hacer un seguimiento de cómo se gasta el dinero y qué se logra con él. La igualdad de género debe abandonar los márgenes de las partidas presupuestarias para llegar al corazón de las políticas públicas. Hace falta dinero, hace falta una reforma y hace falta un liderazgo que no vea a las mujeres como un costo, sino como el futuro.”
En la conferencia internacional de financiación, ONU Mujeres presenta recomendaciones concretas para acelerar el progreso de las mujeres y niñas y el cumplimiento de los compromisos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible:
- Ampliar el alcance de los presupuestos sensibles al género para garantizar que las prioridades nacionales se ajusten a los objetivos de igualdad de género. Esto garantiza que la financiación se destine a lo que realmente se necesita: satisfacer las necesidades específicas y los derechos de las mujeres y niñas en todos los sectores. Los países también deben reforzar sus instituciones y su voluntad política para implementar y supervisar estos presupuestos. Esta es la clave de un cambio sistémico duradero.
- Implementar un alivio urgente de la deuda, normas de financiación mundial más justas y una reforma fiscal progresiva con perspectiva de género. Estas medidas son fundamentales para poner fin a la austeridad y generar los ingresos necesarios para la inversión pública en servicios esenciales como salud, educación y cuidados.
- Reequilibrar el gasto público para reflejar los objetivos de desarrollo humano a largo plazo, entre ellos la igualdad de género, la consolidación de la paz y el desarrollo social inclusivo. Sin dejar de reconocer las legítimas preocupaciones en materia de seguridad, los gobiernos deben invertir más en atención, inclusión y resiliencia para cumplir sus compromisos mundiales.
- Invertir en sistemas públicos de cuidados, en especial a infancias y personas mayores, pues se trata de infraestructuras esenciales que permiten la plena participación de las mujeres en la fuerza laboral y en la sociedad. Invertir el 10 por ciento de la renta nacional en servicios asistenciales disminuiría la pobreza, aumentaría los ingresos de los hogares y crearía millones de empleos decentes.
ONU Mujeres hace hincapié en que la continua falta de inversión paraliza los avances en materia de igualdad de género, el cumplimiento de los derechos y el empoderamiento de las mujeres y niñas, la Agenda 2030 y la Plataforma de Acción de Beijing. Al concluir la FfD4, ONU Mujeres insta a los liderazgos mundiales a que respalden los compromisos políticos con la financiación sostenida, transparente y responsable que se necesita para cerrar la brecha de USD 420.000 millones y cumplir por fin las promesas que se le hicieron a la mitad de la población mundial.