Por y Para Todas: Robie Halip habla sobre el liderazgo indígena en la transición hacia las energías renovables
#PorYParaTodas es un llamado a la movilización en el marco del 30.° aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing. La líder indígena Robie Halip habla sobre el liderazgo de los pueblos indígenas, incluidas la juventud y las mujeres indígenas, en la transición a la energía renovable.
Halip proviene de los pueblos indígenas de Kalanguya y Kankanaey, en la región de La Cordillera, Filipinas, y trabaja con la iniciativa Right Energy Partnership with Indigenous Peoples, liderada por pueblos indígenas, que está desarrollando soluciones innovadoras.

El efecto de los proyectos energéticos en las comunidades indígenas: desplazamiento, desigualdad y resistencia
Históricamente, los territorios indígenas han sido afectados por la construcción de presas hidroeléctricas a gran escala, mucho antes de que surgieran los debates sobre la transición de los combustibles fósiles a la energía renovable.
“Estas presas alimentan las zonas urbanas y promueven el crecimiento de las industrias; sin embargo, las comunidades indígenas que las albergan a menudo siguen sin poder acceder a la electricidad o, en casos peores, son desplazadas”, afirma Halip.
La transición hacia la energía limpia y renovable es fundamental para combatir el cambio climático, pero no debe ir en detrimento de los derechos de los pueblos indígenas.
Cuando se implementan proyectos sin reconocer los derechos y causas indígenas, las mujeres y la juventud enfrentan las mayores consecuencias, agrega Halip. “Cuando los pueblos indígenas son desplazados y pierden sus medios de vida, a menudo los hombres deben abandonar sus comunidades para buscar trabajo. Esta realidad deja a las mujeres con la responsabilidad de proveer y proteger sus territorios, y de mantener las funciones comunitarias”.
Las mujeres indígenas enfrentan también riesgos para su seguridad, como el acoso o la violencia sexual, cuando trabajadores ajenos a su comunidad llegan para emplearse en proyectos energéticos.
Si bien la transición energética puede generar empleo, también puede alterar las formas y medios de vida tradicionales de las comunidades indígenas y afectar, en consecuencia, a la población más joven. “Cuando las familias son desplazadas y pierden sus medios de vida tradicionales, a menudo las nuevas generaciones deben abandonar la escuela para contribuir a ingresos para sostener el hogar”, explica.
Halip hace hincapié en la desigualdad: “Si al llevar a cabo los proyectos no se respetan los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades que más sacrifiquen serán las que menos beneficios obtengan”.

Por qué la energía renovable debe respetar los derechos y conocimientos de los pueblos indígenas
La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada por 189 Gobiernos en 1995, destacó la importancia de integrar a las mujeres, en especial a las mujeres indígenas y de entornos rurales, a la gestión ambiental y la toma de decisiones. Treinta años después, este urgente llamado a la acción sigue sin cumplirse.
Halip destaca lo que podemos aprender de algunas innovadoras iniciativas comunitarias en torno a la energía renovable.
Recuerda un proyecto de Malasia donde una organización liderada por pueblos indígenas, Tonibung, fabrica sus propias turbinas a partir de materiales reciclados que convierten la energía de las corrientes de agua en electricidad. Al usar materiales recuperados, Tonibung logra que estos sistemas sean más asequibles y sostenibles, al tiempo que empodera a las comunidades indígenas para generar su propia energía limpia y reducir la dependencia de fuentes externas.
“Ahora que tienen acceso a la electricidad, pueden satisfacer sus necesidades cotidianas y sostener sus medios de vida tradicionales”, anota Halip.
Para las comunidades indígenas de Filipinas y de todo el mundo, es fundamental participar en estos proyectos tras consentir de manera informada, libre y con antelación, en especial cuando afectan sus comunidades, territorios y medios de vida. Además, como destacó el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la planificación e implementación inclusivas basadas en los conocimientos y valores culturales de las comunidades indígenas pueden ayudar a reducir las brechas de adaptación al cambio climático y evitar la malas medidas adaptativas.
Según Halip, el reto es la falta de políticas y mecanismos propicios que garanticen la participación directa y significativa de los pueblos indígenas en los proyectos nacionales o locales.
“Por ejemplo, las comunidades indígenas rara vez tienen la oportunidad de participar directamente en el desarrollo de los planes de acción nacionales sobre el cambio climático y la biodiversidad”, señala. La falta de oportunidades se vuelve aún más evidente para las mujeres, las poblaciones jóvenes y las personas con discapacidad indígenas.
Priorizar a las mujeres y niñas en la acción climática y la transición energética justa
A medida que nos acercamos al 30.° aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, defensoras de los derechos de las mujeres y los pueblos indígenas como Halip mantienen la esperanza de ver implementadas políticas y medidas que garanticen que los pueblos indígenas, en especial las mujeres, se ubiquen en el centro de la conservación ambiental, la acción climática y el fomento de la resiliencia.
“Instamos a los Estados a implementar la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (UNDRIP) y la recomendación general 39 del comité de la CEDAW”, dice Halip. Los pueblos indígenas tienen derecho a gozar plenamente de sus derechos.