Participación en la reforma del sector público

La reforma de las instituciones y los sistemas del sector público puede impulsar la transformación de las normas, políticas y prácticas que conforman la planificación, la elaboración de presupuestos y la supervisión del rendimiento que realizan los gobiernos. Pese a que las reformas de las instituciones y los sistemas del sector público suelen tener como objetivo la eficacia, la eficiencia y la rendición de cuentas de las actividades de desarrollo, normalmente pasan por alto la igualdad de género. Esto ha conllevado la pérdida de oportunidades para el progreso en el cumplimiento de los compromisos a favor de la igualdad de género. Y, lo que es peor, en ocasiones ha supuesto efectos negativos sobre las mujeres y una ampliación de las brechas de género.

Nuestras soluciones

Para que las reformas del sector público logren su máxima eficiencia, deben adoptar la igualdad de género como un objetivo clave. ONU Mujeres defiende este propósito y ayuda a conseguirlo en esferas que incluyen la reforma presupuestaria, la prestación de servicios y la descentralización de recursos y servicios tanto a nivel nacional como local. Una estrategia fundamental implica desarrollar capacidades entre las/os funcionarias/os nacionales y locales para que incorporen la igualdad de género en la gestión de las finanzas públicas, el diseño y la ejecución de planes y presupuestos, así como cuando desempeñan funciones de supervisión y rendición de cuentas.

En Marruecos, ONU Mujeres empezó con su labor de promoción de la planificación y elaboración de presupuestos sensibles al género en 2002, como parte de la reforma de la administración pública y la gestión financiera. Bajo el liderazgo del Ministerio de Finanzas, se realizaron inversiones significativas a favor de impulsar las habilidades del personal encargado de la planificación y elaboración de presupuestos, como talleres formativos y la publicación del Manual para integrar las cuestiones de género en la planificación y elaboración de presupuestos. Desde 2007, las directrices presupuestarias del Primer Ministro han instado a abordar las preocupaciones de la igualdad de género; todos los ministerios facilitan datos sobre el rendimiento en un informe sobre el género que se adjunta al presupuesto anual. Entre otros resultados, este proceso ha aportado fondos a una nueva ley de asistencia familiar que amplía las ventajas a las mujeres pobres en proceso de divorcio. Además, tras aumentar los recursos de atención médica a las mujeres que dan a luz, la mortalidad maternal ha disminuido.

El Ministerio de Finanzas y Planificación Económica de Rwanda, en colaboración con el Ministerio de Género y Promoción de la Familia y ONU Mujeres, ha aprobado un programa nacional de elaboración de presupuestos sensibles al género. Una estrategia fundamental incluye el desarrollo de capacidades para personas de dentro y fuera del gobierno que participan en las diversas etapas del ciclo presupuestario. El programa ha impartido capacitación exhaustiva, talleres prácticos y asesoramiento a un equipo técnico básico, mientras que grupos de la sociedad civil y parlamentarias/os han acudido a sesiones sobre cómo conseguir que el gobierno esté sujeto a la rendición de cuentas respecto a los compromisos presupuestarios. Como parte de la institucionalización de la capacitación a largo plazo, la Escuela de finanzas y banca de Rwanda actualmente ofrece un curso sobre la elaboración de presupuestos sensibles al género destinado a funcionarias/os encargadas/os de la planificación y los presupuestos procedentes de distintos organismos gubernamentales.

En cinco países africanos, las autoridades locales están aprendiendo a formular planes y presupuestos sensibles al género, mientras que las comunidades locales están más preparadas para articular sus necesidades a través de la participación en la planificación local. Gracias a la ayuda de ONU Mujeres y el Fondo de las Naciones Unidas para el Desarrollo de la Capitalización, los distritos locales aprovechan fondos especiales asignados a la igualdad de género. Estos fondos se dirigen a planes de inversión de capital basados en prioridades identificadas por grupos de mujeres locales. Como resultado, las mujeres de Tanzanía tienen un mejor acceso al agua limpia y obtienen beneficios económicos al afianzar contratos para conseguir el servicio de agua. En Mozambique, un proyecto está creando sistemas de energía solar al tiempo que capacita a las mujeres para conseguir habilidades mecánicas y sobre electricidad. Diversos programas en Rwanda, Senegal y Sierra Leona están mejorando las posibilidades de acceso de las mujeres a la educación y la atención médica.