Comunicado de prensa: La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas reafirma que el liderazgo de las mujeres y las niñas es un factor clave para abordar el cambio climático y reducir los riesgos ambientales y de desastre

Nueva York, 25 de marzo. El 66.º período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW66) —la segunda reunión intergubernamental más grande de las Naciones Unidas que se celebra en Nueva York— culminó su período de sesiones de dos semanas de duración (del 14 al 25 de marzo) y reconoció el importante papel que desempeñan las mujeres y las niñas como agentes del cambio para el desarrollo sostenible, en particular, para proteger el medio ambiente y abordar los efectos adversos del cambio climático. Las conclusiones convenidas adoptadas por los Estados Miembros constituyen un modelo para que las y los líderes mundiales promuevan la participación y el liderazgo plenos y equitativos de las mujeres y las niñas en el diseño y la ejecución de políticas y programas sobre el cambio climático, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres (RDD).

Comunicado de prensa: La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas reafirma que el liderazgo de las mujeres y las niñas es un factor clave para abordar el cambio climático y reducir los riesgos ambientales y de desastre

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Closing session of the 66th UN Commission on the Status of Women.
The 66th Session of the Commission on the Status of Women closed with the adoption of agreed conclusions on 25 March, 2022. Photo: UN Women/Ryan Brown

La directora ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, expresó lo siguiente: "Los acuerdos alcanzados por la Comisión llegan en un momento cuando el mundo necesita con urgencia la creación de soluciones nuevas y coherentes a las crisis interrelacionadas que nos afectan a todos los seres humanos. Ahora no sólo disponemos de un plan trazado con medidas prácticas y específicas encaminadas a fomentar la resiliencia y la recuperación mundial, sino también coincidimos en que las soluciones dependen de darles a las mujeres y las niñas un papel protagonista. Saquemos provecho del trabajo realizado aquí, pongamos en práctica estos acuerdos de inmediato y hagamos avanzar estas decisiones en todos los importantes foros que tenemos por delante, incluida la COP27".

En el CSW66 se reconoció con preocupación que los efectos del cambio climático, la degradación ambiental y los desastres repercuten de manera desproporcionada en todas las mujeres y las niñas. Estos efectos pueden abarcar la pérdida de hogares y medios de vida, la escasez de agua, la destrucción y los daños causados a las escuelas y las instalaciones sanitarias. Asimismo, se subrayó la urgencia de eliminar las persistentes desigualdades históricas y culturales, las leyes y políticas discriminatorias, las normas sociales negativas y los estereotipos de género que perpetúan las formas múltiples e interrelacionadas de discriminación. A raíz del desplazamiento, incluido el desplazamiento forzado y prolongado, las mujeres y las niñas afrontan desafíos específicos, entre ellos, el alejamiento de las redes de apoyo, un mayor riesgo de sufrir todas las formas de violencia y un acceso reducido al empleo, la educación y los servicios esenciales de atención sanitaria, que comprenden los servicios de salud sexual y reproductiva y el apoyo psicosocial. 

La Comisión expresó además su preocupación de que las consecuencias socioeconómicas provocadas por la pandemia de COVID-19 han agravado los efectos del cambio climático, la degradación ambiental y los desastres, así como han ocasionado que las personas queden aún más rezagadas y caigan en la pobreza extrema. Por otra parte, durante la pandemia mundial, se ha acrecentado la demanda de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, y se ha registrado una mayor cantidad de denuncias de todas las formas de violencia. 

La Comisión instó al sistema de las Naciones Unidas, las instituciones financieras internacionales y las plataformas de múltiples partes interesadas a seguir ayudando a los Estados Miembros para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas en el contexto de las políticas y programas relativos al cambio climático, la degradación ambiental y la reducción del riesgo de desastres. Sólo si abordamos las barreras subyacentes que exacerban las vulnerabilidades de las mujeres y las niñas en su condición social y económica, seguridad, bienestar y medios de vida, podremos solucionar las desventajas persistentes en el acceso, la propiedad y el control de la tierra y los recursos; la igualdad de acceso a los servicios, como la atención médica universal, la educación de calidad y la prevención de la violencia de género, y el reparto equitativo del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado que perjudica la capacidad de resiliencia de las mujeres y menoscaba sus derechos. 

En el documento final, se exhorta a impulsar y fortalecer la influencia y la participación plenas, igualitarias y significativas de las mujeres y las niñas. Deben emprenderse esfuerzos específicos para amplificar las voces y el conocimiento de las mujeres marginadas, incluidas las mujeres indígenas, las mujeres de mayor edad, las mujeres con discapacidades, las mujeres migrantes y aquellas que viven en zonas rurales, remotas y propensas a los conflictos y desastres. Es fundamental escuchar e incluir sus aportes en la gestión, conservación y uso sostenible de los recursos naturales, así como en los programas e iniciativas de mitigación y adaptación climática. 

Las iniciativas para abordar el cambio climático, la degradación ambiental y la reducción del riesgo de desastres deben considerar lo siguiente:

  • Promover la participación y el liderazgo plenos y equitativos de las mujeres y las niñas para lograr que la gestión de los recursos naturales y la acción climática, ambiental y de reducción del riesgo de desastres sean más efectivas.Las mujeres y las niñas están adoptando medidas climáticas y ambientales en todos los niveles, pero su voz, representación y participación deben recibir más apoyo, recursos, valor y reconocimiento. 
  • Aumentar la financiación con perspectiva de género a gran escala para la acción climática y ambiental y para llegar a las cooperativas, empresas y organizaciones de mujeres.Tras los compromisos contraídos en virtud del Acuerdo de París y el Pacto Climático de Glasgow sobre mitigación, adaptación y suministro y movilización de fondos, transferencia de tecnología y creación de capacidad, los países desarrollados deben movilizarse y cumplir con la obligación que asumieron con los países en desarrollo y los pequeños Estados insulares en desarrollo. Además, la financiación climática debe ser cada vez más sensible al género para fortalecer las capacidades de las mujeres, la juventud y las comunidades locales y marginadas y sus organizaciones.
  • Desarrollar la resiliencia de las mujeres en el contexto de los sistemas agrícolas y alimentarios, la gestión forestal y pesquera y la transición energética sostenible.Los suelos, los bosques, la pesca y los océanos son las principales fuentes de ingresos, medios de vida, protección social y empleo, sobre todo, para las mujeres y las niñas que viven en la pobreza. El acceso igualitario y el derecho a los recursos importantes y los bienes productivos, como la tierra, el agua, la tecnología, el asesoramiento técnico y la información, pueden dar lugar a lograr una mayor seguridad alimentaria, a ampliar el uso de las energías renovables y a crear sistemas más justos, resilientes y sostenibles para toda la humanidad.
  • Mejorar las estadísticas de género y los datos desagregados por sexo en el nexo entre género y medio ambiente, e impulsar transiciones justas con perspectiva de género.Los datos desagregados y las estadísticas de género sobre el cambio climático, la degradación ambiental y la reducción del riesgo de desastres, en especial con respecto a las diferencias de género en la vulnerabilidad y los enfoques de adaptación, mejorarán la capacidad de las personas encargadas de formular políticas para desarrollar y adoptar programas y políticas eficaces y con base empírica en todos los niveles, y promover las contribuciones específicas de las mujeres y las niñas en los temas relacionados con la conservación ambiental y la mitigación y adaptación al cambio climático.

La Comisión también subrayó la relación de refuerzo mutuo entre la igualdad de género y la aplicación plena, eficaz y acelerada de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing y la aplicación con perspectiva de género de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La Comisión también decidió llevar a cabo la revisión de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing en su 30.º aniversario (Beijing+30), en 2025, con el objetivo de evaluar la aplicación de la Plataforma por parte de los países y de identificar estrategias para seguir avanzando. Asimismo, desde la CSW67 en adelante, la Comisión incluirá un diálogo interactivo con la juventud en su programa anual de trabajo para facilitar los intercambios entre el grupo de representantes juveniles de las delegaciones de los Estados Miembros.

En los eventos paralelos a la reunión intergubernamental, se llevó a cabo un diálogo intergeneracional de alto nivel entre múltiples partes interesadas sobre Generación Igualdad, que marcó casi un año desde la celebración del Foro Generación Igualdad de México y ocho meses desde el número sin precedentes de compromisos asumidos en el Foro Generación Igualdad de París mediante el lanzamiento del Tablero de compromisos en línea, donde se podrán buscar y estarán disponibles para todas las personas los 2000 compromisos existentes y futuros. El Tablero es uno de los pilares fundamentales del marco de rendición de cuentas para acelerar los resultados en favor de la igualdad de género y hacer un seguimiento de su impacto y contribución a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El primer informe se publicará paralelamente al 77.º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2022.

Otros eventos de alto nivel donde participaron los Estados Miembros, organismos de las Naciones Unidas, organizaciones de la sociedad civil, activistas y socios del sector privado, incluyeron los eventos paralelos, organizados por ONU Mujeres, "Climate Shocks Exacerbating Humanitarian Crisis, Insecurity and Gender Inequality (Crisis climáticas que agravan la crisis humanitaria, la inseguridad y la desigualdad de género)" y "Beyond COVID-19: Advancing Gender Responsive Policies on Climate, Care and Jobs for a Sustainable and Equal Future (Más allá de la pandemia de COVID-19: Promoción de políticas con perspectiva de género sobre clima, cuidados y empleos por un futuro sostenible e igualitario)", así como la reunión pública del secretario general con organizaciones de mujeres y organizaciones feministas de la sociedad civil. Un año más, el CSW66 convocó la participación de alto nivel de los Estados Miembros, entre ellos, dos jefes de Estado y Gobierno, tres vicepresidentes y 111 ministras y ministros. Se han organizado 213 eventos paralelos virtuales liderados por los Estados Miembros y los organismos de las Naciones Unidas, muchos en colaboración con la sociedad civil. Además, se llevaron a cabo más de 800 eventos virtuales paralelos de ONG, organizados por la sociedad civil, que han fomentado el diálogo con las principales personas encargadas de formular políticas, asegurando que sus voces no se queden fuera de estos procesos cruciales.

La Comisión acogió con beneplácito las importantes contribuciones de las organizaciones de la sociedad civil, entre ellas, las organizaciones de jóvenes y mujeres, las defensoras por los derechos humanos de las mujeres, las periodistas y los sindicatos, con el fin de fomentar y proteger los derechos humanos de todas las mujeres y las niñas, incluso en el contexto de las políticas y programas relativos al cambio climático, el medio ambiente y la reducción del riesgo de desastres. Además, expresó la preocupación de que enfrentan muchos desafíos y obstáculos para lograr la participación y el liderazgo plenos de las mujeres y las niñas, entre los que se pueden mencionar la disminución de los fondos, la violencia, el acoso, las represalias y las amenazas a la seguridad física de sus miembros.