Protección social
Importantes deficiencias al descubierto
En contextos de inestabilidad económica y social, la protección social representa una fundamental red de seguridad para las personas más afectadas. Antes de la pandemia, sólo el 26,5 % de las mujeres de todo el mundo contaba con protección social integral por ley (en comparación con el 34,3 % de los hombres). Por consiguiente, las mujeres casi no han tenido dónde recurrir en caso de enfermedad, pérdida de empleo y una mayor carga de tareas domésticas y de cuidados.
¿Qué pueden hacer los Gobiernos?
- Expandir e invertir en protección social universal con perspectiva de género, que incluya subsidios para personas de bajos ingresos, así como sistemas de protección social contributiva y no contributiva, de modo de aumentar la resiliencia de las mujeres ante futuras crisis.
- Expandir e invertir en servicios públicos de calidad, que incluya programas de seguridad alimentaria y de vivienda.
- Brindar apoyo para fortalecer la economía del cuidado, mediante atención médica universal y servicios de cuidado infantil y de personas ancianas accesibles con posibilidad de ampliación.
- Fortalecer los sistemas de protección social para que cubran a todo el personal empleado en el sector formal e informal. Tales protecciones deberían incluir licencias remuneradas por enfermedad y maternidad, pensiones y compensación por desempleo.
- Evitar los recortes de austeridad —como programas de bienestar—, que afectan de manera desproporcionada a mujeres y grupos marginados.
¿Qué está haciendo ONU Mujeres?
- Aportando datos clave y recomendaciones de políticas para que los Gobiernos atiendan las disparidades de género en los esquemas de socorro y protección social pospandemia a nivel nacional.
- Movilizando insumos esenciales para salvar las diferencias en servicios de socorro de emergencia, entre los que se mencionan:
- financiación e implementación de un paquete de socorro integral que brinda apoyo a mujeres y grupos excluidos en Nepal;
- paquetes de socorro de emergencia a grupos vulnerables en Bolivia, Indonesia, Kazajstán, Macedonia del Norte y la República Democrática del Congo;
- paquetes de socorro económico (consúltese Empleo y pobreza) y apoyo a trabajadoras/es de cuidados (consúltense Trabajo de cuidados).
- En alianza con la OIT, administrando el Programa Safe and Fair (‘Con seguridad y justicia’), destinado a fortalecer la gobernanza en materia de migración y a proteger los derechos de las trabajadoras migrantes en la región de Asia y el Pacífico.