Declaración: Debemos defender con urgencia los derechos y la vida de las defensoras de los derechos humanos

Declaración de ONU Mujeres sobre el Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos, 29 de noviembre de 2022

Siguen siendo fuente de inspiración la valentía y el valor de las mujeres que se encuentran en situaciones como las acaecidas en Afganistán e Irán, que afirman y exigen sus derechos humanos ante una adversidad aparentemente insuperable. En estos y otros países, las mujeres, en toda su diversidad, siguen demostrando que la búsqueda del reconocimiento de los derechos humanos es universal, incansable e imparable.  

El Día Internacional de las Defensoras de Derechos Humanos es una ocasión para celebrar y agradecer a las mujeres y niñas que defienden sin descanso los derechos humanos, así como a todas las personas que abogan por los derechos de las mujeres. En todo el mundo, las defensoras de los derechos humanos se entregan para lograr un futuro en el que todas las personas gocen de los beneficios de la igualdad y el abanico más amplio de derechos.   

Declaración: Debemos defender con urgencia los derechos y la vida de las defensoras de los derechos humanos

La deuda que tenemos con ellas nunca ha sido tan grande. Están en la primera línea de las múltiples crisis convergentes de hoy en día para buscar una solución. Cada día arriesgan su vida frente al autoritarismo.  

Como consecuencia, reciben con demasiada frecuencia ataques hostiles, represalias y violaciones graves, a menudo basadas en el género, de sus derechos. Incluso cuando su seguridad no se ve directamente amenazada, se les silencia de manera rutinaria y se les niega el acceso a espacios de formulación de políticas. 

Además de este ataque a las mujeres, los logros alcanzados con tanto esfuerzo en materia de igualdad de género están retrocediendo, las instituciones democráticas se enfrentan a graves amenazas y el espacio cívico se está reduciendo. Todas estas amenazas ponen en peligro la capacidad de las defensoras de los derechos de las mujeres para llevar a cabo su importante labor.  

Debemos proteger con urgencia la vida y el trabajo de las defensoras de los derechos humanos. Su derecho a participar y a expresar sus opiniones independientes no es negociable.  

Debemos garantizar un entorno donde puedan hacer su trabajo, incluso una legislación que las proteja y apoye, y haga responsables a quienes las atacan. 

Debemos garantizar una financiación rápida y flexible para su trabajo.  

Debemos optimizar los procedimientos gubernamentales para conceder asilo o reubicación temporal a las defensoras de los derechos humanos en riesgo inmediato, y para apoyar a las mujeres que viven en el exilio a fin de que puedan continuar con su activismo. 

Y siempre debemos asegurarnos de que nuestro apoyo a sus esfuerzos sea coherente, firme y visible. Cuando destacamos el trabajo de las defensoras de los derechos humanos, afirmamos su legitimidad y les ofrecemos alguna medida de protección que hace más difícil que los perpetradores las ataquen con impunidad. 

ONU Mujeres continuará trabajando con socios y a través del sistema de las Naciones Unidas para fortalecer el reconocimiento, la rendición de cuentas y la protección de las defensoras de los derechos humanos en todo el mundo.