Declaración: Las mujeres rurales sosteniendo la naturaleza para nuestro futuro colectivo

Declaración de ONU Mujeres para el Día Internacional de las Mujeres Rurales, 15 de octubre de 2024

El Día internacional de las mujeres rurales reconoce el papel determinante que juegan las mujeres de medios rurales, incluidas las mujeres indígenas, en el desarrollo agrícola y rural; la mejora de la seguridad alimentaria y la nutrición, y la erradicación de la pobreza en el campo. Estos aspectos son vitales para proteger y asegurar nuestro futuro común. Este año, el Día internacional de las mujeres rurales invita a todas las personas a celebrar las contribuciones de estas mujeres en la construcción de la resiliencia climática, la conservación de la biodiversidad y el cuidado de la tierra.

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Mujeres de la cooperativa SCOCCOMAD, en Camerún, posan cerca de una sección de su cultivo de yuca en diciembre de 2018. Foto: ONU Mujeres/Ryan Brown.
Mujeres de la cooperativa SCOCCOMAD, en Camerún, posan cerca de una sección de su cultivo de yuca en diciembre de 2018. Foto: ONU Mujeres/Ryan Brown.

Hay mucho que proteger y restaurar. El cambio climático, la pérdida de diversidad biológica y la degradación de la tierra han tenido efectos significativos en los derechos, la resiliencia y los recursos de las mujeres y niñas que viven en medios rurales. La investigación más reciente de ONU Mujeres estima que, a nivel mundial, en el peor de los escenarios, el cambio climático podría empujar a hasta 158 millones más de mujeres y niñas a la pobreza y a 236 millones más de mujeres y niñas a la inseguridad alimentaria para 2050. Los ecosistemas, los recursos naturales y los medios de vida se están agotando, y la capacidad de las mujeres rurales para procurar de manera segura recursos como alimentos saludables, energía limpia y agua se ha reducido. Las tecnologías y los combustibles limpios para cocinar siguieron fuera del alcance de casi la mitad de la población rural del mundo (45,6 por ciento) en 2022, y 1800 millones de personas todavía dependen de suministros fuera de sus hogares para procurarse agua potable. Las mujeres y niñas son las principales responsables de recolectar biomasa, por ejemplo, la madera para la calefacción y la cocina, así como el agua, en siete de cada diez hogares.

Es momento de promover los medios de subsistencia, el liderazgo, los derechos y la resiliencia de las mujeres rurales, como se establece en la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, de cara a su 30.º aniversario el próximo año. Al mismo tiempo, es necesario incrementar las inversiones, especialmente en áreas rurales, incluido el acceso a la electricidad y a sistemas de agua potable. Esto es fundamental para aligerar la carga de trabajo doméstico y de cuidados no remunerado de las mujeres y niñas, y para apoyar su trabajo diario en la construcción de comunidades y la restauración de ecosistemas.

Es igualmente urgente que eliminemos las leyes y prácticas discriminatorias que obstaculizan los derechos de las mujeres de medios rurales a la tierra y a los recursos naturales, como se ha pedido en la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. A pesar de que las mujeres de medios rurales nutren la vida en el planeta, el control sobre la tierra que cultivan está restringido o les es negado, mientras que ganan solo 82 centavos por cada dólar que perciben los hombres en la producción agrícola. Estas desigualdades se ven agravadas por el acceso limitado de las mujeres a infraestructura, los servicios y la protección social, lo que restringe sus posibilidades de recuperarse de las conmociones ambientales.

Es hora de reproducir compromisos de alto nivel como el Decenio Interamericano por los Derechos de Todas las Mujeres, Adolescentes y Niñas en Entornos Rurales de las Américas 2024-2034 y la movilización de las mujeres africanas de medios rurales con la Iniciativa Kilimanjaro en todas las regiones del mundo para asegurarnos de que ninguna mujer rural se quede atrás.

Y mientras nos encaminamos hacia las tres Conferencias de las Partes de la Convención de Río de este año, unámonos para promover los derechos de las mujeres rurales, amplificar sus voces y tomar medidas concretas para apoyar su papel indispensable en la construcción de un mundo más equitativo, justo y sostenible para todas las personas y el planeta.