Hacia adelante: Poner fin a la violencia sexual relacionada con el conflicto en Ucrania
Hrystyna Kit es abogada, jurista y defensora de los derechos de las mujeres ucranianas. También es cofundadora de JurFem, una asociación ucraniana de abogadas, que se centra en aumentar la sensibilidad de género dentro de la comunidad legal y la legislación ucraniana, así como en mejorar el acceso de las sobrevivientes a la justicia. Mientras la invasión de Rusia en Ucrania continúa en su noveno mes, ella avanza contra una ola creciente de violencia de género.
Efectos duraderos
A medida que la invasión rusa erosiona la seguridad de la población ucraniana en todo el país, las mujeres y las niñas corren un riesgo dos veces mayor. "No hay duda de que ninguna persona se siente segura debido a la guerra de Rusia contra Ucrania", dice Hrystyna, "y las mujeres y las niñas están aún más expuestas a la violencia de género".
Los casos de violencia sexual relacionada con el conflicto están particularmente en aumento: "casos de violación —sobre todo violación en grupo—, tortura sexual, desnudez forzada […] y otras formas de abuso han sido documentados por periodistas, organizaciones de derechos humanos y fuerzas del orden público".
"Aún desconocemos la verdadera escala de esta violencia", dice Hrystyna, "pero sabemos que sus efectos serán duraderos": "tendremos que trabajar con las consecuencias de [la violencia sexual relacionada con el conflicto] durante muchos años".
Al mismo tiempo, las mujeres siguen luchando contra la violencia endémica de su propia sociedad.
"Los casos de violencia doméstica o sexual contra las mujeres, en particular en los lugares públicos, no han desaparecido", señala Hrystyna. "Las personas que fueron abusivas y violentas en el seno de la familia […] siguen cometiendo actos de violencia".
"El conflicto en curso ha hecho que el objetivo de lograr avances se vuelva aún más difícil", subraya Hrystyna: "es difícil avanzar en la lucha contra la violencia de género cuando vivimos en un estado de guerra y lucha por nuestra vida y la de nuestras hijas y nuestros hijos todos los días".
Cerrar la brecha
Hrystyna, quien inició su carrera en derecho en 2007, detectó una importante brecha en la asistencia legal para las sobrevivientes de violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado. "No había muchos abogados dispuestos a trabajar con estos casos porque, a menudo, se trata de delitos latentes", comenta. La violencia doméstica se suele considerar un asunto privado, y el sistema legal tiende a trasladar la responsabilidad de solucionar tales casos a las propias víctimas.
Hrystyna se propuso cambiar esta situación. "Quiero que las mujeres y las niñas de Ucrania, entre las que me incluyo, se sientan seguras y sepan que si se violan sus derechos, [recibirán] protección eficaz, sin prejuicios, discriminación ni estigma", afirma.
En 2017 dio un gran paso hacia este objetivo con la fundación de JurFem. El trabajo reciente de la organización se ha visto determinado por la crisis en desarrollo: colaborar con socios para asegurar que las sobrevivientes de violencia sexual relacionada con el conflicto reciban protección y apoyo de las fuerzas del orden público y de quienes prestan servicios. También han estado brindando asistencia legal de manera directa a las sobrevivientes gracias al lanzamiento de una línea directa de asistencia legal en abril.
"Es posible cambiar nuestro enfoque para investigar los casos relacionados con la violencia sexual sólo a través de la experiencia y la práctica", expresa Hrystyna. Incluso las protecciones legales más sólidas no pueden convencer a la policía ni a los jueces de creerle a una sobreviviente. Pero al comunicarse con las fuerzas del orden público y los tribunales, "[las abogadas de JurFem] pueden romper los estereotipos existentes y garantizar el acceso a la justicia para las víctimas".
Aunque su trabajo de defensa se basa en su capacitación legal y en décadas de experiencia, Hrystyna enfatiza que no se necesitan habilidades o conocimientos especiales para involucrarse en una causa: "todas y cada una de las personas debemos trabajar para lograr un cambio favorable".
"Lo que el activismo sí requiere", dice, "es comunidad y atención: unirse, conseguir el apoyo de personas y fuerzas con ideas afines", aconseja. "Cuidar su seguridad y salud mental y hacer lo que considere correcto […] cuidarse para poder cuidar a los demás".
Nunca más
"Hoy es especialmente difícil imaginar un mundo sin violencia de género", manifiesta Hrystyna. "Después de todo, si no pudiéramos evitar esta guerra, ¿podríamos erradicar la violencia de género?".
Ella cree que podemos reducir su prevalencia creando mejores mecanismos de respuesta y llevando a los perpetradores ante la justicia. Y cree en un futuro mejor para las mujeres y las niñas ucranianas: "se debe restablecer la justicia", dice, "para que esto no vuelva a ocurrir".