Declaración: El liderazgo de las niñas en pos de su propio futuro
Declaración de la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, en ocasión del Día Internacional de la Niña, 11 de octubre de 2022
Hoy es el décimo aniversario del Día Internacional de la Niña; un día dedicado a celebrar a las niñas y adolescentes lideresas en toda su diversidad. El tema de este año, “Ha llegado nuestro momento: nuestros derechos, nuestro futuro”, es consecuencia de su tenacidad como lideresas feministas para impulsar un cambio transformador sin más demoras.
En los últimos diez años, he visto cómo los intereses y la influencia de las niñas aparecen cada vez más en las iniciativas mundiales tendientes al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Ya sea en relación con el clima, la educación, la salud mental o la violencia de género, o bien con la salud y los derechos sexuales y reproductivos, las niñas se proyectan como lideresas, promotoras y protagonistas del cambio. Su activismo en los movimientos feministas y su movilización en pos de la igualdad de género, incluso en las actividades de Generación Igualdad, son clave en la conformación de acciones positivas y fundamentadas, tanto en sus comunidades locales como a nivel mundial.
Aun así, si bien hubo progresos, hacen falta cambios sustanciales. De hecho, según las cifras actuales de avance de ONU Mujeres, se estima que les llevará a las mujeres y las niñas cerca de 300 años alcanzar la plena igualdad de género. Para romper con esta tendencia, es clave que las mujeres y niñas de todo el mundo reciban una educación que realmente las prepare para el futuro, con la que puedan desarrollar su autonomía, igualdad, voz y empoderamiento. Los ODS 4 y 5 trabajan en conjunto. Aun así, la pobreza, las normas y costumbres culturales, la infraestructura deficiente, la violencia y la fragilidad siguen generando impedimentos. La inversión en la implementación de los derechos de las niñas sigue siendo insuficiente, puesto que solo contribuye a lograr enfoques aislados y de corto plazo que, en definitiva, son una desventaja para las adolescentes.
Para sortear estos obstáculos en un mundo en el que los riesgos para las niñas son más graves que nunca es necesario generar la sinergia de todas las partes interesadas a fin de aplicar medidas sólidas. Necesitamos datos desagregados por edad y género para aportar información a la elaboración de políticas que tengan un impacto directo en las vidas de las niñas. Necesitamos una determinación de recursos adecuada y sostenible para quienes sufren más el impacto de la desigualdad en pos de garantizar que las niñas y adolescentes de todo el mundo puedan tener vidas seguras, saludables, educadas y empoderadas.
Me imagino un mundo en el que se reconozca la autonomía y el liderazgo de niñas y adolescentes, en el que puedan gozar plenamente de sus derechos, sin violencia ni discriminación, como lideresas y parte de sus sociedades y comunidades en pie de igualdad.
En este Día Internacional de la Niña, sigamos trabajando en conjunto para lograr este objetivo y los de Nuestro Programa Común. Las niñas pueden y deben estar al frente de esta iniciativa; no debemos excluirlas ni dejarlas atrás. Esta década de aceleración debe priorizar a las niñas en toda su diversidad. Ahora es su momento; por sus derechos y su futuro.