La prestación de servicios judiciales y policiales centrados en las sobrevivientes en Marruecos

"Siempre le tuve miedo a la policía. Se oyen historias de mujeres que acuden a la comisaría a denunciar a sus maridos violentos y a las que les dicen 'te lo mereces'. Después, tienen que esperar en una sala llena de hombres, sintiéndose vulnerables y juzgadas. Cuando iba de camino a la comisaría, estaba aterrada. Después de lo que había pasado, lo último que quería era que me hicieran sentir avergonzada, ridiculizada o humillada", recuerda Amina*, una sobreviviente de la violencia de Marruecos.

 

La prestación de servicios judiciales y policiales centrados en las sobrevivientes en Marruecos

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En Marruecos, las Unidades Policiales para las Mujeres Víctimas de la Violencia aseguran a las sobrevivientes un acceso adecuado y seguro a los servicios policiales. Fotografía: ONU Mujeres/Mohammed Bakir
En Marruecos, las Unidades Policiales para las Mujeres Víctimas de la Violencia aseguran a las sobrevivientes un acceso adecuado y seguro a los servicios policiales. Fotografía: ONU Mujeres/Mohammed Bakir

Aunque Marruecos aprobó en 2018 una ley que tipifica como delito la violencia física, psicológica, sexual y económica contra las mujeres en la esfera pública y la privada, la mayoría de los casos sigue sin salir a la luz: sólo una de cada diez mujeres que sufren violencia presenta una denuncia ante la policía o las autoridades. Y cuando se trata de violencia contra mujeres y niñas en el ámbito privado, las cifras caen todavía más.

Gracias a una colaboración en curso entre la Dirección General de Seguridad Nacional y ONU Mujeres, que cuenta con la financiación y el respaldo del Gobierno de Canadá, Marruecos está trabajando para mejorar los servicios judiciales y policiales para las sobrevivientes de la violencia de género, una iniciativa que se enmarca en un esfuerzo más amplio por proteger y consolidar los derechos de las mujeres en el país.

Transformar el contacto inicial con la policía

Cuando la policía presta un servicio centrado en las sobrevivientes y que tiene en cuenta lo que sabemos sobre el trauma, contribuye a garantizar la seguridad de la sobreviviente y minimiza su riesgo de victimización. El hecho de que el primer contacto de la sobreviviente con el sistema de justicia sea positivo también anima a otras sobrevivientes a recurrir a la policía.

Teniendo en cuenta estos datos, la Dirección General de Seguridad Nacional, apoyada por ONU Mujeres, empezó a repensar su forma de gestionar la violencia de género. En 2018, reestructuró las Unidades Policiales para las Mujeres Víctimas de la Violencia en las 132 comisarías centrales de policía del país y asignó a cada una de las 440 comisarías de distrito un punto focal con la finalidad de remitir a las sobrevivientes a la unidad más cercana.

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En Marruecos, las Unidades Policiales para las Mujeres Víctimas de la Violencia aseguran a las sobrevivientes un acceso adecuado y seguro a los servicios policiales. Fotografía: ONU Mujeres/Mohammed Bakir
En Marruecos, las Unidades Policiales para las Mujeres Víctimas de la Violencia aseguran a las sobrevivientes un acceso adecuado y seguro a los servicios policiales. Fotografía: ONU Mujeres/Mohammed Bakir

Como punto de contacto inicial, estas Unidades están pensadas para que las sobrevivientes se sientan escuchadas y protegidas, así como para registrar y cursar su denuncia. Cada Unidad se compone de un tándem de jefa o jefe de policía y agente de policía, cuya labor es demostrar el compromiso de las fuerzas policiales con el bienestar de la sobreviviente y apoyar su camino hacia la justicia sin discriminaciones, sesgos ni prejuicios.

"Las mujeres tienen que hacer acopio de determinación y valor para pedir ayuda a la policía. Nuestra función es dar a las sobrevivientes todo el tiempo necesario para que se sientan seguras y cómodas, para que confíen lo suficiente en nuestra Unidad como para contarnos su historia", explica la jefa de policía Saliha Najeh. Las jefas y los jefes de las Unidades Policiales para las Mujeres Víctimas de la Violencia se designan según sus méritos y su sensibilidad a este tema. Reciben capacitación de ONU Mujeres sobre las estrategias centradas en las sobrevivientes y sobre las normas y estándares internacionales para la gestión policial de estos casos.

"Cuando iba a la comisaría, tenía miedo de que me ignoraran y no me creyeran", cuenta Layla*, que cuando fue a buscar ayuda era una mujer soltera y embarazada que había sufrido abusos. A sus miedos se sumaba el hecho de que las relaciones sexuales fuera del matrimonio son ilegales en Marruecos. 

"Pero cuando llegué, me recibieron muy bien. Lo primero que me dijeron es que todo tiene solución. Eso es algo que nunca olvidaré. Para mí, se han convertido en un lema vital. Las palabras de aquella mujer me animaron a contarle toda la historia", explica Layla. "En aquel momento, me sentía insegura, pensaba que estaba en peligro y que mi vida había acabado, pero cuando la conocí me di cuenta de que todavía podía recuperar mi vida".

La experiencia hizo que Layla se sintiera menos sola: "Después de ir a la policía, me sentí empoderada y, ante todo, apoyada. Me sentí muy bien al estar rodeada de personas que se preocupaban por mí". La Unidad remitió a Layla a un refugio para madres solteras, que le permitió completar su educación superior mientras cuidaba de su bebé. 

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Los servicios policiales y judiciales centrados en las sobrevivientes y en la realidad del trauma ayudan a garantizar la seguridad de las sobrevivientes. Fotografía: ONU Mujeres/Mohammed Bakir
Los servicios policiales y judiciales centrados en las sobrevivientes y en la realidad del trauma ayudan a garantizar la seguridad de las sobrevivientes. Fotografía: ONU Mujeres/Mohammed Bakir

Poner las estrategias centradas en las sobrevivientes en el centro de los servicios policiales y judiciales

Tras el éxito de la reestructuración de las Unidades de Policía, la Dirección General de Seguridad Nacional y ONU Mujeres desarrollaron un conjunto de herramientas, financiadas por el Gobierno de Canadá, para capacitar a todos los cuerpos de policía en estrategias centradas en las sobrevivientes. 

La vicefiscal Samia el Hamdaoui fue una de las 45 personas que asistieron a uno de los cursos en 2019. "Es imposible salir del curso pensando lo mismo que al entrar. Cuando tu opinión sobre un asunto concreto cambia, eso influye en todo el proceso de atención a las mujeres que han sufrido violencia", afirma Samia. "Aprendí que la escucha activa y demostrar empatía ayudan a las sobrevivientes y, en última instancia, redundan en nuestro esfuerzo por estar a su lado".

Ahora, 30 jefas y jefes de las Unidades para las Mujeres Víctimas de la Violencia tienen la capacitación para impartir esos cursos a personal policial de todos los niveles. A pesar de la dura prueba que supuso la pandemia de COVID-19, las Unidades siguieron funcionando y prestando servicio a las sobrevivientes de la violencia durante la crisis. Y también lo hizo la justicia: se creó una línea de atención telefónica abierta las 24 horas para que las sobrevivientes pudieran contar su caso y los tribunales dieron servicio en línea para que las mujeres declararan y denunciaran sin desplazarse físicamente.

En 2021, en colaboración con la UNODC y la Asociación Internacional de Mujeres Policías (IAWP), ONU Mujeres redactó un Manual de servicios policiales sensibles al género para mujeres y niñas que sufren violencia.  Este manual, dirigido a mandos intermedios y al personal encargado de la respuesta inicial, incluye directrices prácticas y detalladas sobre cómo responder durante crisis como la del COVID-19, cómo evitar la violencia contra las mujeres y las niñas en contextos de conflicto y cómo afrontar la violencia en línea.