Agricultoras de Malawi afrontan el cambio climático y las desigualdades de género mediante un programa de invernaderos

Los invernaderos de Kambuku Cooperatives se alzan orgullosos entre los campos de maíz recién sembrados a unos 23 kilómetros de la capital de Malawi, la ciudad de Lilongwe. Estas instalaciones no solo destacan porque representan una práctica agrícola innovadora en la región, sino también porque su objetivo es hacer frente tanto al cambio climático como a las desigualdades de género que sufren las agricultoras. 

Las mujeres constituyen el 70 por ciento de las personas que se dedican a tiempo completo a la agricultura en Malawi y producen más del 80 por ciento de los cultivos de subsistencia. Aunque la agricultura tradicional del país depende de la lluvia para el cultivo de las cosechas, Malawi es una zona propensa a los períodos de sequía y precipitaciones intensas, las plagas y los brotes de enfermedades, todo ello agravado por el cambio climático. 

“El cambio climático y la inseguridad alimentaria constituyen los principales retos al desarrollo ahora mismo”, asegura Letty Chiwara, Representante de ONU Mujeres en Malawi. “Solo conseguiremos garantizar la seguridad alimentaria para todo el mundo con una mayor inversión en sistemas alimentarios sostenibles.” 

Agricultoras de Malawi afrontan el cambio climático y las desigualdades de género mediante un programa de invernaderos

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Los invernaderos de Kambuku Cooperatives en una zona rural de Lilongwe, Malawi.
Los invernaderos de Kambuku Cooperatives en una zona rural de Lilongwe, Malawi. Foto: Francis Thawani/WFP

Prose Mgundamavo, integrante de Kambuku Cooperatives, coincide y apunta que “el aumento de fenómenos climatológicos extremos arruinará nuestras cosechas”. 

ONU Mujeres ha puesto en marcha tres proyectos piloto —en Lilongwe, Salima y Mzimba, con un total de 10 invernaderos— financiados por la Agencia de Cooperación Internacional de Corea. Gracias al presupuesto de USD 400.000, se han levantado innovadoras instalaciones con energía solar en las tres zonas. 

Entre 2020 y finales de 2023, las 98 personas —71 de ellas mujeres— que forman parte de Kambuku Cooperatives en Lilongwe han cultivado tomates, pimientos verdes, verduras de hoja y fresas que han generado más de MWK 14 millones (USD 517.000). El grupo ha invertido ese dinero en la construcción de un almacén para sus productos y en la compra de más bombas de agua. A principios de 2024, la cooperativa ganó un contrato de un año por valor de MWK 500.000 (USD 18.500) para suministrar mensualmente verduras de hoja a las escuelas de Lilongwe. 

ONU Mujeres también ha colaborado con la empresa local gestionada por mujeres Thanthwe Farms para dar apoyo a las personas trabajadoras de las granjas mediante capacitación sobre la integración de las mujeres en la toma de decisiones y sobre técnicas agrícolas resilientes al clima, como la diversificación de cosechas y la gestión hídrica. 

Estos cursos, a los que asistieron 2.427 mujeres, han ayudado a las agricultoras a crear o ampliar sus empresas. 

En Mzimba, el programa inspiró a las mujeres de las cooperativas de Umoza y Mpharayi para revisar sus métodos de cultivo y envasado de pimientos verdes. Tras hacer estos cambios, la cooperativa pudo conseguir un contrato con un hotel de Mzuzu, la ciudad más grande del norte de Malawi. 

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Ruth Kampatura (left) and Prose Mgundamavu are seen harvesting tomatoes in the Kumbuku greenhouses in Lilongwe, Malawi.
Ruth Kampatura (left) and Prose Mgundamavu are seen harvesting tomatoes in the Kambuku greenhouses in Lilongwe, Malawi. Photo: UN Women Malawi

“Aprender sobre agricultura climáticamente inteligente nos ha resultado muy beneficioso”, indica Cecelia Lungu, vicepresidenta de Mpharayi Cooperative. “Los tiempos están cambiando y debemos conocer las nuevas tecnologías para aumentar la productividad de la cosecha.” 

Añade que “cuando empezó el proyecto, me prometí que aplicaría lo aprendido para producir cosechas de buena calidad y más abundantes en estructuras pequeñas y protegidas, y que después lo divulgaría entre otras personas dedicadas a la agricultura”. 

Los invernaderos también funcionan como instalaciones de demostración y atraen al alumnado investigador de la Universidad de Agricultura y Recursos Naturales de Lilongwe, la mayor institución académica del país dedicada a la agricultura. Ruth Kampatura, la tesorera de Kambuku Cooperatives, asegura que las visitas de su hijo al invernadero lo impulsaron a emprender sus estudios universitarios. 

“Mi hijo vio cómo instalaban el primero hace años, siempre andaba detrás de mí mientras trabajaba en el invernadero y no dejaba de preguntar por qué los cultivos crecían tan bien dentro de ellos”, recuerda. “Ahora se ha unido a la cooperativa y dice que desarrollará el negocio de nuestros invernaderos cuando acabe sus estudios.” 

Kambuku Cooperatives ha obtenido una subvención gubernamental agrícola de MWK 34 millones (USD 1,26 millones) para ampliar su infraestructura con un almacén. La cooperativa se ha diversificado plantando nuevos cultivos, como habichuelas y maíz naranja, y ha contratado a dos personas más, lo que contribuye a hacer realidad el sueño de sus cooperativistas de crear más puestos de trabajo en la comunidad. 

“Invertir en las agricultoras, que son el pilar de nuestro sector agrícola, es esencial para poner fin a la pobreza”, afirma Esnart Kalunga, Responsable de Extensión Agraria del Gobierno de Malawi en Lilongwe Este. “Debemos mantener y fomentar esta iniciativa de apoyo a las mujeres para lograr la excelencia en actividades agrícolas con el fin de lograr, entre todas y todos, un auténtico empoderamiento de las agricultoras que garantice su resiliencia.”