Diez caminos para prevenir la violencia contra las mujeres y las niñas

La movilización de las mujeres para que se conviertan en agentes del cambio se reveló como un aspecto crucial para luchar contra la violencia. Cuando los proyectos movilizan a las mujeres como facilitadoras comunitarias y crean espacios seguros, pueden llegar mejor a las comunidades especialmente marginadas y aumentar la eficacia de las iniciativas de prevención.

En Nepal, The Story Kitchen organizó una serie de “talleres de narración”, en los que facilitadoras comunitarias supervivientes de la guerra civil del país entrevistaron a otras mujeres sobre sus experiencias de violencia, ofreciéndoles la oportunidad de apropiarse de sus propios relatos para romper el ciclo de violencia intergeneracional. The Story Kitchen concibe estos espacios no solo como “espacios seguros”, sino también como “espacios valientes”.

Las organizaciones de base son fundamentales para movilizar a las comunidades y generar confianza, un factor esencial para evitar reacciones en contra o el distanciamiento de los programas de prevención.

• Raising Voices ha sido pionera en la aplicación del método SASA!, que combina la identificación de los desequilibrios de poder en el seno de las comunidades con un despliegue gradual de las iniciativas, llegando a los miembros de la comunidad a diferentes niveles (incluyendo la policía y los profesionales sanitarios) y reforzando los beneficios positivos de la no violencia.
• En Nicaragua, MADRE, en colaboración con Wangki Tangni, movilizó a las comunidades para crear planes de acción comunitarios, mediante los cuales las comunidades identifican colectivamente los problemas clave y las acciones prioritarias para combatir la violencia contra las mujeres.

Al abordar la violencia de género, es fundamental adoptar una perspectiva interseccional. La comprensión del modo en que las distintas realidades de las mujeres se superponen e influyen en sus experiencias de violencia permite elaborar estrategias más eficaces y evita pasar por alto vulnerabilidades.

• HelpAge Moldova descubrió que los servicios de lucha contra la violencia de género desconocían la violencia que sufren las mujeres de edad en sus hogares y abordó esta carencia a través de su programa.
• En Colombia, Fundación Mundubat empoderó a mujeres afrocolombianas e indígenas de zonas rurales y asoladas por la pobreza centrándose en la prevención y el cuidado para hacer frente a los sistemas comunitarios de patriarcado, racismo y clasismo.

Una prevención eficaz requiere capacitación para lograr un cambio de comportamiento. Herramientas como manuales, aplicaciones y sitios web son vitales para reforzar las mejores prácticas y fortalecer el conocimiento institucional.

• Physicians for Human Rights impartió capacitación a personal médico, policías y juristas en materia de documentación forense de la violencia sexual. Además, la organización introdujo un glosario médico para mejorar la comprensión de los delitos de violencia sexual.
• En la India, Breakthrough Trust se apoya en gran medida en recursos multimedia y medios sociales en sus intervenciones. Las y los jóvenes activistas participantes en la iniciativa recibieron capacitación sobre conceptos básicos de género y derechos humanos, así como sobre la ejecución de campañas digitales.

Las figuras religiosas y tradicionales desempeñan un papel clave en la prevención de la violencia, ya que actúan como guardianes de la cultura y moldean las normas sociales, apoyando u obstaculizando las iniciativas.

• En Togo, muchas mujeres y niñas se ven obligadas a participar en prácticas tradicionales nocivas de purificación de viudas por miedo a sufrir represalias. Alafia, una ONG que trabaja para acabar con esta práctica nociva, descubrió que las comunidades locales eran más receptivas a cambiar sus prácticas cuando las leyes de derechos humanos se adaptaban al contexto de sus creencias tradicionales.  

Las organizaciones dedicadas a combatir la violencia contra las mujeres encuentran resistencia a menudo en forma de lagunas jurídicas, negación de la violencia de género e inacción. Las formas más agresivas, o activas, de resistencia se producen cuando determinados grupos intentan obstruir los cambios, o cuando los grupos vulnerables sufren discriminación y violencia por parte de quienes ostentan el poder.

• La Association Roma Novi Bečej de Serbia constató que, a pesar de que los líderes romaníes mostraban una mayor concienciación sobre el matrimonio precoz y forzado, su apoyo era nominal y no se traducía en un cambio de prácticas. La organización se centró en sensibilizar a la opinión pública sobre el problema para recabar un amplio apoyo a la mejora de las políticas.
• En Türkiye, la alianza de la AÇEV Mother Child Education Foundation con un ministerio estatal se rompió, lo que perturbó gravemente su programa. Este reto impulsó un cambio hacia un modelo de base comunitaria mediante el compromiso con las comunidades y los asociados locales.

Las organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres se enfrentan a menudo a condiciones inestables, alianzas complejas y escenarios sociopolíticos cambiantes. La recopilación de conocimientos, la financiación flexible y los enfoques adaptativos son cruciales para hacer frente a esta volatilidad.

• El Institute for Young Women’s Development de Zimbabwe celebra reuniones mensuales con un comité de activistas para examinar, adaptar y evaluar su estrategia con el fin de garantizar el éxito del programa.
• La Iniciativa de los Derechos de la Mujer de Guatemala se encontró con la resistencia de los líderes locales, pero adaptó su programa celebrando un mayor número de reuniones explicativas e impulsando la participación de dichos líderes.

La adolescencia, especialmente en el caso de las niñas, es una etapa crítica para llevar a cabo intervenciones tempranas de prevención de la violencia. Muchos proyectos optaron por capacitar a las y los jóvenes como agentes del cambio a fin de mejorar los resultados de las intervenciones de prevención. 

• Plan International Viet Nam aplicó un enfoque escolar integral para empoderar a las y los adolescentes para formar grupos de apoyo entre iguales y concienciarlos sobre la prevención de la violencia.
• En Nepal, Restless Development empoderó a las adolescentes y a las organizaciones de la sociedad civil para hacer campaña contra el chhaupadi. Reunieron a líderes nacionales y medios de comunicación para conseguir que el Gobierno se centrara en hacer cumplir una directiva de 2008 contra esta práctica nociva.

Las iniciativas de prevención de la violencia de género deben centrarse en las supervivientes, implicarlas en el proceso de diseño y dar prioridad a sus necesidades.

• World Hope International en Camboya trabaja para mejorar la provisión de servicios y los sistemas multisectoriales de ayuda a las víctimas.
• En Egipto, Al Shehab presta apoyo directo a las supervivientes; dicho apoyo incluye servicios médicos, jurídicos y psicológicos.

Para aplicar eficazmente las leyes y políticas de prevención de la violencia de género, la policía y los ministerios gubernamentales necesitan una capacitación adecuada y un cambio de mentalidad. Las organizaciones de la sociedad civil pueden desempeñar un papel clave para impulsar estos cambios y conectar a las comunidades con los mecanismos formales.

• En Palestina, el Centro de Asistencia Letrada y Asesoramiento Jurídico de la Mujer impartió capacitación sobre prevención de la violencia a jóvenes abogadas de la sharia.
• En la India, Pragya creó quioscos comunitarios que ofrecen orientación jurídica y conexiones con servicios gubernamentales, atendidos por personas voluntarias informadas.