Cómo los defensores están ayudando a poner fin a la violencia de género en Uganda

“Como defensor, me esfuerzo por lograr la inclusión de género y hacer de la paridad de género una prioridad”, dice Wilfred Nyeko, oficial de desarrollo comunitario del gobierno local. “Ser defensor significa denunciar formas de abuso, actuar como fuente de cambio e inspiración para los hombres y ser un modelo para el cambio de mentalidad. También significa abogar por los derechos de las mujeres y las niñas y trabajar para aumentar su visibilidad en la sociedad”.

Cómo los defensores están ayudando a poner fin a la violencia de género en Uganda

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En el marco de la Iniciativa Spotlight, ONU Mujeres y la Fuerza de Policía de Uganda contratan a vendedores masculinos para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas como parte de una actividad de caravana policial de los 16 Días de activismo. Foto: ONU Mujeres/Eva Sibanda.
En el marco de la Iniciativa Spotlight, ONU Mujeres y la Fuerza de Policía de Uganda contratan a vendedores masculinos para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas como parte de una actividad de caravana policial de los 16 Días de activismo. Foto: ONU Mujeres/Eva Sibanda.

El Sr. Nyeko es uno de los 15 hombres del distrito de Kitgum que participaron en sesiones de capacitación apoyadas por la Iniciativa Spotlight en 2019 y 2020 sobre la igualdad de género, los derechos de las mujeres y la eliminación de la violencia de género, realizadas por LandNet Uganda, socio de ONU Mujeres.

“En Uganda, hay sesgo de género en la educación, disparidades de género en la agricultura, brecha salarial entre hombres y mujeres, falta de representación para las mujeres y las niñas a nivel de políticas, y altas incidencias de acoso sexual”, explica el Sr. Nyeko. “Como defensor, uso mi autoridad en la comunidad para crear una cultura más inclusiva y promover la reducción de la violencia dentro de mi sociedad”.

Durante las sesiones de capacitación, Wilfred y otros defensores aprendieron sobre el papel de los derechos de la mujer en la reducción de la violencia de género; la importancia de los servicios de planificación familiar para las mujeres y cómo alentar a los hombres a analizar esos servicios con sus esposas; las técnicas positivas de crianza de los hijos que promueven la igualdad de género, y los comportamientos sexuales seguros que promueven la agencia y la autonomía corporal de las mujeres. Los defensores adquirieron las habilidades para actuar como modelos y agentes de cambio para otros hombres en sus comunidades, y se ha observado una menor incidencia de conflictos en los distritos donde se impartió la capacitación.

Cómo se divide la tierra

En Uganda, existe una clara relación entre los derechos de las mujeres a la tierra y el acceso a ella y la violencia de género. En el distrito de Kitgum, el 63 por ciento de las mujeres son propietarias de tierras y el 86 por ciento de las mujeres tienen acceso a la tierra, pero en virtud de los sistemas consuetudinarios de tenencia de la tierra, estos derechos legales a menudo no se reconocen en comunidades donde los hombres dominan la toma de decisiones, y las mujeres están excluidas de participar de manera significativa en los sistemas de gobernanza.

“Por lo general, las mujeres deben esperar a que sus esposos tomen decisiones sobre la gestión y el acceso a la tierra, y esto ocasiona que muchas mujeres rurales estén subempleadas y sin control alguno sobre los recursos productivos y los servicios”, señala Evelyn Letiyo, especialista del Programa para Poner Fin a la Violencia contra las Mujeres y las Niñas de ONU Mujeres Uganda. “Esto significa que, en los casos de violencia doméstica, las mujeres sienten, en muchas ocasiones, que no tienen más opción que quedarse en hogares violentos, ya que no tienen manera de mantenerse a sí mismas o a sus hijas e hijos”.

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Involucrar a los vendedores para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en Uganda. Foto: ONU Mujeres/Eva Sibanda.
Involucrar a los vendedores para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en Uganda. Foto: ONU Mujeres/Eva Sibanda.

Además, aproximadamente el 50 por ciento de la población del norte de Uganda se ha visto envuelta en conflictos por la tierra —gran parte de ella mujeres y viudas— y el 72 por ciento de esos conflictos se producen en el seno de los hogares, las familias y los clanes. Con frecuencia, estos conflictos por la tierra pueden llevar a la violencia económica y física contra las mujeres y las niñas.

Además de capacitar a los defensores para abogar por la igualdad de género en sus comunidades, LandNet Uganda realizó reuniones y foros de sensibilización con 2206 miembros de la comunidad para crear conciencia sobre los derechos de las mujeres a la tierra, aumentar el nivel de participación de las mujeres en la toma de decisiones y la gobernanza, y ayudar a las mujeres a entender qué servicios están disponibles para ellas si experimentan violencia.

“Desde las reuniones comunitarias —en la actualidad, 25 mujeres participan en la toma de decisiones sobre los derechos y el uso de la tierra—, ha aumentado el número de mujeres que presentaron denuncias sobre cuestiones relacionadas con la tierra a las autoridades competentes. Ha mejorado en gran medida el acceso de las mujeres a la tierra para la producción”, dice entusiasmado el Sr. Nyeko.

“Es importante señalar que la policía y las autoridades están denunciando y resolviendo casos de violencia de género. Las habilidades de asesoramiento y mediación que aprendimos como defensores nos han ayudado a solucionar los conflictos relativos a la tierra y las denuncias de violencia mucho mejor que antes. En última instancia, quiero que los hombres sepan que debemos coexistir pacíficamente con las mujeres en nuestra sociedad”.