Discurso de clausura de Michelle Bachelet en el evento de alto nivel sobre el fortalecimiento del acceso de las mujeres a la justicia

Fecha:

Discurso de clausura de Michelle Bachelet en el evento de alto nivel sobre el fortalecimiento del acceso de las mujeres a la justicia. Nueva York, 24 de septiembre de 2012.

[Cotejar con el texto pronunciado.]

Excelencias, distinguidos delegados, amigos y colegas:

Hemos tenido éxito, el mundo ya reconoce que para resolver los problemas más urgentes que nos aquejan es necesario contar con la plena y equitativa participación de las mujeres. Ahora ese reconocimiento se debe traducir en acciones. Me place unirme a ustedes hoy en este espíritu de acción para incrementar el acceso de las mujeres a la justicia.

Necesitamos pasar a la acción porque el estado de derecho a menudo excluye a las mujeres. Se estima que entre 8 y 10 mujeres del mundo no tienen acceso al sistema de justicia formal de su país. Estamos aquí para tomar medidas de modo que el estado de derecho garantice los mismos derechos, las mismas oportunidades y la misma participación de las mujeres. Estamos aquí porque la justicia y la igualdad son los cimientos de las sociedades sanas, de las economías fuertes y de la democracia.

Agradezco a Finlandia y a Sudáfrica por patrocinar este evento con ONU Mujeres y por asumir compromisos decididos hoy para atender la violencia y la discriminación contra las mujeres, y para proteger los derechos de las mujeres. También agradezco a los gobiernos de Australia, Austria, Bangladesh, Brasil, Dinamarca, Georgia, Alemania, Maldivas, la República Eslovaca, los Estados Unidos, a la Unión Europea y a otros por asumir compromisos concretos para aumentar el acceso de las mujeres a la justicia.

Los compromisos con el empoderamiento de las mujeres en el Pacífico para dar un impulso al desarrollo de sus naciones, proteger los derechos de los trabajadores domésticos y hacer prosperar los presupuestos con perspectiva de género están haciendo avanzar la justicia.

Los compromisos con la implementación de leyes para erradicar la violencia y la discriminación contra las mujeres, la promoción de la ciudadanía plena y equitativa y la promoción de la igualdad en la toma de decisiones nos acercan a la igualdad. Los compromisos con la protección de los derechos de las mujeres, con la ratificación de las convenciones, con la eliminación de las remuneraciones desiguales entre los hombres y las mujeres y con apoyar las reformas del cuerpo de policía son pasos hacia la justicia y la igualdad.

Agradezco a los líderes estos compromisos porque, a pesar de logros considerables, muchos Estados siguen careciendo de marcos jurídicos y constitucionales que garanticen los derechos de las mujeres. He viajado por todo el mundo y he oído a las mujeres, y las mujeres están cansadas de esperar que se haga justicia. Exigen acción.

Las mujeres exigen justicia porque la impunidad generalizada permite que se sigan cometiendo crímenes contra ellas. Un estudio europeo observó que, en promedio, sólo el 14 por ciento de las violaciones denunciadas terminaban en una condena, y en algunos países esa cifra es aún inferior. La violencia sexual en los conflictos sigue siendo endémica y por lo general no se le procesa. Los compromisos y promesas como los que han hecho hoy pueden invertir la impunidad y aumentar el acceso de las mujeres a la justicia.

Hoy el Secretario General de la ONU pidió a los países la revocación de leyes injustas que discriminan a las mujeres. Es necesario tomar medidas urgentes porque todavía, en unos 50 países, la edad de los casamientos de las niñas sigue siendo inferior a la de los niños, y cuando las niñas se casan en la infancia no aprovechan de la educación y se ven expuestas a los riesgos de embarazos tempranos y de mortalidad materna.

Hoy las mujeres siguen quedando excluidas de ciertos empleos e industrias en 72 países, y más de 100 países todavía imponen diferencias legales entre las mujeres y los hombres en áreas como la posibilidad de las mujeres de firmar un contrato, viajar al extranjero, administrar propiedades o interactuar con las autoridades públicas y con el sector privado.

Incluso cuando existen leyes de igualdad, se sigue negando la justicia a las mujeres porque no se respetan los derechos legales que se les ha otorgado. Esto es particularmente cierto para las mujeres pobres, las de minorías raciales y étnicas, las refugiadas y las desplazadas, las discapacitadas y las indígenas.

En la actualidad, una de las manifestaciones más vergonzosas de la ausencia de justicia para las mujeres es el feminicidio, los casos en que se asesina brutalmente a las mujeres por el simple hecho de ser mujeres. Esta seria violación de los derechos humanos existe en todos los países y en todas las culturas en diferentes grados, sea como resultado de la violencia doméstica o de los así llamados crímenes de honor o “crímenes pasionales, o de los relacionados con la dote, o los asesinatos relacionados con la brujería, con el crimen organizado o con un conflicto armado.

Aunque los datos disponibles en muchos países siguen siendo limitados, el panorama que se percibe es alarmante:

- En Australia, Canadá, Israel, Sudáfrica y los Estados Unidos, entre 40 y 70 por ciento de las mujeres asesinadas lo fueron a manos de un compañero íntimo.
- En Guatemala, se asesina en promedio a dos mujeres por día.
- En India, hubo 8 000 casos anuales denunciados de asesinatos relacionados con la dote entre 2007 y 2009.

Insto hoy a todas las naciones a adoptar e implementar leyes exhaustivas en materia de violencia contra las mujeres como un modo concreto de aumentar el acceso de las mujeres a la justicia. Exhorto a los gobiernos a que incrementen la cantidad de mujeres policías, de funcionarias de asistencia jurídica y de juezas, y a dedicar el 15 por ciento de los gastos de la justicia para beneficiar a las mujeres. El acceso de las mujeres a la justicia depende del estado de derecho pero también del empoderamiento económico y político de las mujeres y de su participación en la toma de decisiones.

Exhorto a todos los Estados Miembros de la ONU a anunciar compromisos durante esta sesión de la Asamblea General para que el estado de derecho pueda beneficiar a las mujeres. ONU Mujeres trabaja con los países, conjuntamente con el PNUD y con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, en programas conjuntos destinados a hacer avanzar el acceso de las mujeres a la justicia.

Juntos podemos tomar medidas para que el estado de derecho proteja los derechos humanos y la dignidad inherente a todos los seres humanos.

Muchas gracias.