Directora Ejecutiva de ONU Mujeres: A medida que avancemos, buscaremos oportunidades para impulsar y obtener cambios profundos en la arquitectura financiera mundial.

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Declaración de Phumzile Mlambo-Ngcuka, Secretaria General Adjunta de las Naciones Unidas y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, a propósito del documento final sobre financiamiento para el desarrollo, luego de la Tercera Conferencia Internacional sobre el Financiamiento para el Desarrollo celebrada en Addis Abeba, Etiopía, del 13 al 16 de julio de 2015.

Esta semana, cuando regresamos de la Tercera Conferencia Internacional sobre el Financiamiento para el Desarrollo y ponemos la mirada en la negociación de la agenda para el desarrollo sostenible posterior a 2015, no debemos perder de vista el objetivo final.

La Agenda para la Acción asume un compromiso político firme para “garantizar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas” en el establecimiento de un marco mundial para el financiamiento para el desarrollo posterior a 2015. Ante todo, reafirma que la plena realización de los derechos humanos de las mujeres, la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son vitales para lograr el desarrollo sostenible y un crecimiento económico sostenido, con inclusión y equidad. Incluye como prioridades de inversión elementos positivos como el refuerzo de leyes, políticas y medidas y su implementación en lo que atañe a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres; la reiteración de la necesidad de la inclusión de una perspectiva de género en todas las políticas; y acciones e inversiones transformadoras específicas para la promoción de la igualdad de género en todos los ámbitos. La Agenda de Acción de Addis Abeba también asume un compromiso importante con la realización de la igualdad de derechos para las mujeres en el liderazgo y la adopción de decisiones políticas y económicas, así como en la igualdad de derechos a los recursos económicos.

Además de comprometerse a aportar recursos (públicos y privados, internos y externos, convencionales e innovadores) para aquellos aspectos que son omitidos o insuficientes, como por ejemplo, la promoción del acceso de las mujeres a la ciencia, la tecnología, la innovación y la capacitación, contiene otros compromisos que sirven para eliminar los obstáculos actuales. A título de ejemplo: suprimir las barreras a la plena participación de las mujeres en la economía, garantizar el acceso igualitario a los servicios y los conocimientos financieros, al trabajo decente, así como a la educación y la infraestructura, incluidos el agua, el saneamiento y los combustibles, todo lo cual libera a las mujeres de la carga de tiempo y energía que recae sobre ellas.

Ninguna de estas conquistas hubiera sido posible sin la labor de defensa incansable de los grupos de las mujeres, quienes también le dieron gran visibilidad a las cuestiones de la igualdad de género en la propia conferencia, al tiempo que abogaban por los cambios sistémicos necesarios en la arquitectura financiera y económica.

La Agenda de Acción se afirma de muchas formas significativas en los compromisos contraídos en la Declaración Política adoptada por los Estados Miembros en el 59º periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas de marzo de 2015. Esta se centró en la revisión y el examen de los 20 años transcurridos desde la adopción de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing. En la Declaración, los Estados Miembros reconocieron expresamente las persistentes brechas de género en la dotación de recursos financieros y prometieron adoptar medidas concretas, incluso a través del “aumento significativo de la inversión para subsanar las deficiencias en materia de recursos”. ONU Mujeres confía en que estos compromisos tendrán continuidad en la agenda para el desarrollo posterior a 2015.

Compartimos la visión del movimiento de mujeres y de la sociedad civil de una arquitectura económica y financiera mundial que sea inclusiva y que aumente el volumen, el alcance y la calidad de los recursos para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. El enfrentamiento de los problemas estructurales que aún repercuten de manera adversa y prolongada en la vida de las mujeres y las niñas debería conservarse como un objetivo vital en el centro de esta visión.

A medida que pasamos a la próxima etapa del camino que conduce a la Cumbre sobre desarrollo sostenible prevista para el próximo mes de septiembre, buscaremos oportunidades para impulsar y obtener cambios profundos en la arquitectura del financiamiento mundial que, en última instancia, conduzcan a un verdadero financiamiento para el desarrollo y a la realización de los objetivos de desarrollo sostenible. Seguiremos trabajando con la sociedad civil, nuestra contraparte de siempre, cuyas firmes aportaciones han tenido un valor incalculable desde el inicio del proceso de Addis Abeba.

El Plan de Acción de Addis Abeba sobre Financiamiento Transformador para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, lanzado por ONU Mujeres en Addis Abeba, se propone, por un lado, apoyar el proceso que dio origen a los compromisos con la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing y, por el otro, generar otros nuevos en el contexto de la agenda para el desarrollo posterior a 2015 y el acuerdo sobre cambio climático previsto para más adelante este año.

Mientras los Estados Miembros participan en las negociaciones finales sobre la agenda para el desarrollo posterior a 2015 en los próximos días, instamos a todos los interlocutores del proceso —gobiernos, instituciones financieras internacionales, bancos regionales de desarrollo, organizaciones intergubernamentales, la sociedad civil, el sector privado y demás participantes— a trabajar de forma acelerada y solidaria para apoyar las metas transformadoras que necesitamos para materializar la visión conjunta de un planeta con igualdad para las mujeres, los hombres, los niños y las niñas de aquí a 2030.