Declaración de la Directora Ejecutiva sobre el acuerdo entre el Gobierno de Colombia y las FARC

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El acuerdo firmado ayer entre el Gobierno de Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) marca un paso definitivo en el camino hacia la paz. Esta es una ocasión para mantener la esperanza en el futuro y para fortalecer nuestra determinación de apoyar tan ejemplar proceso de paz.

Como el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon resaltó, este histórico acuerdo bilateral de cese al fuego demuestra que a través de la perseverancia, el dialogo y la dignidad es posible poner fin a una guerra que ha generado tantas víctimas, mujeres y hombres, en Colombia.

ONU Mujeres se solidariza con las mujeres colombianas quienes se han convertido en una fuerza imparable para la paz, a pesar de haber sufrido tanto en esta guerra. En la Habana, la participación de las mujeres en la mesa fue clave para que este acuerdo sea posible. Recibimos con beneplácito la inclusión de una perspectiva de género entre los principios que guían este histórico acuerdo y hacemos un llamado a garantizar la protección de las mujeres y reconocer su liderazgo durante la implementación, incluyendo en la importante tarea que la misión de verificación de la ONU tendrá a su cargo.

A diferencia de la mayoría de las negociaciones de paz en la historia, durante este proceso las mujeres han tenido una importante presencia e influencia en las mesas de negociación, en la subcomisión género conformada por mujeres de ambas partes de la negociación, en los foros nacionales y consultas regionales en todo el país y a través del poderoso testimonio de víctimas, líderes comunitarias y defensoras de derechos humanos que han visitado la Habana en varias ocasiones, siendo un recordatorio constante para los negociadores sobre la importancia de su participación. Su éxito construye sobre la creciente evidencia de que la participación de las mujeres en los procesos de paz aumenta la probabilidad de que se llegue a un acuerdo de paz, y refuerza nuestro argumento de que las negociaciones inclusivas no son solamente un imperativo moral o un objetivo al cual aspirar a largo plazo, sino una urgente necesidad operativa.

Este acuerdo sirve como una promesa de que en Colombia hombres y mujeres no sufrirán más los efectos de la guerra, por el contrario, contribuirán a generar las condiciones para un país donde todas y todos los colombianos puedan disfrutar de su pleno potencial.

El momento nos convoca a estar a la altura del positivo ejemplo de Colombia, y asegurar que, al igual que estas negociaciones de paz han sido diferente a las demás, la misión de verificación de la ONU también lo será; más inclusiva y más respetuosa de la igualdad de género. Al celebrar esta nueva etapa y en miras a lo que está por delante, no olvidemos la perseverancia, el sacrificio y el esfuerzo de las mujeres colombianas, así como la importancia que su liderazgo y participación tiene en la etapa final de este proceso de paz y la implementación de todos los acuerdos. ONU Mujeres esta lista para apoyar a Colombia en este esfuerzo.