Comprometiendo las mujeres en la prevención y la resolución de conflictos para avanzar en la paz y la democracia

Fecha:

Declaración de la Sra. Michelle Bachelet, Secretaria General Adjunta y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, en el Debate Abierto del Consejo de Seguridad sobre la Mujer, y la Paz y la Seguridad, el 28 de octubre de 2011

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Excelencias:

Es un honor dirigirme al Consejo de Seguridad y presentar el informe del Secretario General (S/2011/598) sobre la Mujer y la Paz y la Seguridad. Agradezco al Secretario General por su liderazgo. Si bien el informe destaca los progresos, también señala que mucho más puede y debe hacerse para que las mujeres participen plenamente en la resolución de conflictos y la mediación. Como lo ha hecho notar el Consejo de Seguridad, la plena participación de las mujeres en la consolidación de la paz es fundamental para establecer la paz y la seguridad.

Esta realización fue puesta en evidencia por el Premio Nobel de la Paz de este año que fue otorgado a tres mujeres defensoras de la paz, la justicia y la democracia: la Presidenta Ellen Johnson Sirleaf de Liberia, su compatriota Leymah Gbowee, y Tawakkul Karman, de Yemen. Es la primera vez además que el comunicado del Comité del Premio Nobel incluyó una referencia directa a la resolución 1325.

Por cada una de las tres ganadoras del Premio Nobel de la Paz de este año, hay miles de mujeres en todo el mundo que siguen luchando por la paz, a pesar de los enormes obstáculos. Este compromiso con la no violencia y la igualdad puede ser la base de un gran paso adelante en los contextos donde se encuentra resistencia al cambio. Es nuestro deber, especialmente a la luz del tema de este Debate Abierto, asegurarnos que se abran las puertas a las mujeres en materia de prevención de conflictos y mediación.

Excelencias, Señora Presidenta:

El informe del Secretario General resume los progresos en la implementación de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad el año pasado en las cuatro áreas principales, a saber: la prevención, la participación, la protección, y el socorro y la recuperación. Incluye un marco estratégico para que sirva de guía a la implementación de la resolución por parte de las Naciones Unidas hasta el año 2020 y fortalezca la responsabilidad del sistema de la ONU.

En lo referente a la prevención de conflictos, se han obtenido mejoras en los esfuerzos coordinados para prevenir los abusos de los derechos humanos de las mujeres, relacionados con los conflictos, desde lograr que haya una mayor cantidad de juicios y una mejor información, hasta disminuir las amenazas a la seguridad y aumentar la vigilancia comunitaria.

El año pasado, la Representante Especial del Secretario General sobre la violencia sexual en los conflictos dio muestras de una gran determinación a la hora de luchar contra la impunidad y prevenir futuros ataques contra las mujeres y, por cierto, el aumento en la cantidad de juicios por violencia sexual relacionada con los conflictos está teniendo un efecto disuasivo. El informe indica que, para avanzar aún más, la lucha contra la impunidad debe estar al mismo nivel que los esfuerzos por empoderar a las mujeres, de modo que puedan exigir que se rindan cuentas. También es necesario fortalecer la participación de las mujeres y la inclusión de una perspectiva de género en los sistemas de alerta temprana y de prevención de conflictos en las comunidades.

En lo relativo a la participación de las mujeres en la prevención, la resolución y la recuperación en conflictos, el informe pide más acciones para abrir las puertas y dejar un lugar para las mujeres en las funciones oficiales y como observadoras. Dado que el tema del Debate Abierto de este año trata de la participación de las mujeres en la mediación, es crucial que tomemos en cuenta qué pasos concretos se pueden dar en lo relacionado con la escasa cantidad de mujeres que participan en la mediación.

El informe pide medidas específicas e incentivos financieros para los Estados Miembros que incluyan a las mujeres en las delegaciones oficiales. Se insta a que los enviados especiales y los mediadores se reúnan con las mujeres líderes y con las activistas de la paz lo antes posible en los procesos de mediación, que lleven a cabo consultas periódicas con los grupos de mujeres de la sociedad civil como procedimiento operativo estándar, y que compartan la información recabada de esas reuniones con el Consejo de Seguridad y con el Secretario General.

En el campo de la protección, el informe presenta un panorama contradictorio: las misiones en la República Democrática del Congo, Haití y Darfur indican que las patrullas de protección y la policía comunitaria en y alrededor de los campamentos, así como las escoltas para las mujeres en sus actividades diarias como ir a buscar agua y madera, han ayudado a disuadir los actos de violencia sexual y de género. Sin embargo, a pesar de los ejemplos de buenas prácticas, hay denuncias continuas de violaciones de los derechos humanos que redoblan la necesidad de garantizar que se respeten las obligaciones jurídicas internacionales y que se brinde protección a las mujeres contra las atrocidades.

Finalmente, en lo relativo al socorro y la recuperación, el informe indica que hay una mayor conciencia y mejores respuestas a las necesidades de las mujeres y las niñas en las evaluaciones de las necesidades post conflicto, en la creación y en el suministro de servicios básicos, en la creación de empleos temporarios y en los programas de justicia de transición, incluyendo los programas de reparaciones. Hay buenos ejemplos sobre los que basarse, como la cooperación entre el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y el Programa Mundial de Alimentos en Haití, que creó empleos temporarios para 240.000 haitianos, 40 por ciento de los cuales son mujeres.

De manera general, el sistema de la ONU está haciendo lo posible por aumentar, en pocos años, los gastos para el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género después de los conflictos a un mínimo del 15% de la financiación del período después de un conflicto. El Fondo para la Consolidación de la Paz lanzó recientemente una iniciativa de promoción del género por un monto de 5 millones de dólares, hizo una convocatoria a presentar propuestas de apoyo a la participación de las mujeres en la consolidación de la paz, y se comprometió a duplicar sus gastos para el empoderamiento de las mujeres en 2012.

Señora Presidenta, Excelencias:

El informe hace notar que un total de 32 países han redactado Planes Nacionales de Acción relativos a la resolución 1325, y que otros 12 anticipan finalizar próximamente sus propios Planes. Además, varias organizaciones regionales han adoptado políticas en materia de la mujer y la paz y la seguridad.

En las Naciones Unidas se han creado una serie de herramientas para equipar mejor al sistema de la ONU de modo que garantice que las mujeres participen en la prevención, resolución y recuperación de conflictos, y que haya entornos más sólidos de protección para las mujeres. El año pasado ONU Mujeres coordinó el establecimiento del marco estratégico, a petición del Consejo de Seguridad, para que sirva de guía a la implementación de la resolución 1325 por parte de la ONU en la próxima década. Incluye un sistema de monitoreo y establece metas para una coordinación eficaz y un impacto más efectivo.

El año pasado se puso énfasis en hacer avanzar la coordinación, la rendición de cuentas y la coherencia en la implementación de los compromisos sobre la mujer y la paz y la seguridad por medio de iniciativas conjuntas dentro del sistema de la ONU. Quiero reconocer y agradecer al Departamento de Asuntos Políticos por su colaboración sobre el género y la mediación, y agradecer al Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz y a la Representante Especial del Secretario General sobre la violencia sexual en los conflictos por su colaboración sobre la alerta temprana y la formación de los militares antes de su despliegue sobre el terreno, en materia de detección y prevención de la violencia sexual en los conflictos armados.

En la actualidad se está trabajando con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos para mejorar la atención que los sistemas de justicia de transición dan a los crímenes contra las mujeres, y con la Oficina de Apoyo a la Consolidación de la Paz para mejorar las respuestas a las necesidades de las mujeres en la consolidación de la paz después de un conflicto. En diversas partes del mundo, las recientes reuniones “Día Abierto celebradas en los países entre las mujeres de la sociedad civil y los directores superiores de la ONU han generado una mayor participación y contribución de las mujeres en lo relativo a la paz y la seguridad.

Excelencias:

Mirando al futuro, el informe concluye haciendo recomendaciones para estudio por parte del Consejo de Seguridad, sobre tres vastas áreas. En primer lugar, se hace un llamado a las acciones específicas en situaciones que figuren en la agenda del Consejo de modo que se fortalezca la participación de las mujeres en la resolución de conflictos y la recuperación. En segundo lugar, es necesario mejorar la información que recibe el Consejo sobre la mujer, y la paz y la seguridad. En tercer lugar, es necesario que los Estados Miembros tomen medidas catalizadoras específicas.

Quiero llamar la atención sobre el rol activo que ha tenido el Consejo el año pasado. Las tres misiones del Consejo en 2010 incluyeron consultas con grupos de mujeres. Últimamente, el Consejo dictó mandatos de misión nuevos o renovados que llaman a acciones específicas para garantizar la inclusión de las mujeres, y el informe alienta acciones más sistemáticas de este tipo. También sugiere que muchos más comunicados como el que se hizo en abril serían útiles para el Consejo a la hora de mejorar la implementación de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad.

Finalmente, se insta a los Estados Miembros a establecer instrumentos nacionales de planificación para hacer avanzar los compromisos en materia de la mujer y la paz y la seguridad, a crear medidas prácticas para aumentar la cantidad de mujeres que tienen roles oficiales y de observadoras en los procesos de resolución de conflictos, a aumentar la cantidad de mujeres en los sectores de la seguridad, la gobernanza y el servicio exterior, y a invertir en las necesidades de recuperación y justicia y en las reparaciones después de un conflicto.

Señora Presidenta, distinguidos miembros del Consejo:

Para terminar, quiero citar a una representante de la sociedad civil afgana que tomó la palabra en la Conferencia de Londres sobre Afganistán el año pasado. Ella dijo: “La participación de las mujeres no es un componente opcional extraordinario de estabilización y de recuperación, sino que es un precursor esencial del éxito. El empoderamiento de las mujeres permitirá conseguir estabilidad, democratización y desarrollo a largo plazo.

Excelencias:

Si la participación de las mujeres es esencial, no opcional, ¿por qué a menudo es el ingrediente que falta en la prevención de conflictos y la mediación?

Para seguir avanzando, necesitamos un liderazgo con determinación, de parte de todos nosotros: del Consejo de Seguridad, de los Estados Miembros, de la sociedad civil y de las Naciones Unidas, para hacer participar plenamente a las mujeres en la mediación y la prevención de conflictos. Esto hará avanzar la paz y la seguridad, y afianzará la democracia en todo el mundo. Muchas gracias.

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