El momento de las mujeres políticas en Guatemala

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Las elecciones del domingo 11 de septiembre en Guatemala pasarán a la historia política del país. Han sido en las que más mujeres candidatas han concurrido a la Presidencia y Vicepresidencia de la República y, por primera vez, el padrón electoral ha sido mayoritariamente femenino: 51 por ciento de mujeres y 49 por ciento de hombres. A la luz de estos datos parece que el momento para las mujeres políticas en Guatemala ha llegado.

Asistentes al curso de participación política del Instituto Autónomo para la Formación Política de las Mujeres Indígenas, financiado por el Gobierno de España. (Foto: ONU Mujeres.)
Asistentes al curso de participación política del Instituto Autónomo para la Formación Política de las Mujeres Indígenas, financiado por el Gobierno de España. (Foto: ONU Mujeres.)

Catalina Soberanis, ex Presidenta del Congreso de la República e influyente figura del país, sigue situando la participación protagónica en las decisiones políticas como uno de los tres desafíos más importantes a los que se enfrenta la mujer guatemalteca, junto con la independencia económica y la superación de la violencia.

Cara a los comicios, y para ayudar a superar esas limitaciones en el acceso al poder, ONU Mujeres puso en marcha varias iniciativas de apoyo y formación a las mujeres candidatas, con un fuerte hincapié en la población indígena, que en el caso del país centroamericano supone un 40 por ciento del total.

Una de las iniciativas más importantes fue el curso intensivo para mujeres indígenas en estrategia política y comunicación efectiva, que enseñaba a las candidatas a construir su propia estrategia de comunicación con mensajes dirigidos a la comunidad y a hablar ante una cámara de televisión. Al final del programa cada una había rodado un spot electoral como candidata.

El instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI), en colaboración con ONU Mujeres, publicó los “101 Consejos de campaña para candidatas y sus equipos, un manual que proporciona claves para manejar la campaña electoral, la recaudación de fondos, los medios de comunicación y la oposición, y prepara psicológicamente a las candidatas para situaciones difíciles a las que podrían enfrentarse.

Otra de las iniciativas de formación de mujeres lideresas fue el programa “Participación libre e informada, que pretendía concienciar a las mujeres indígenas de su derecho al sufragio e incrementar su presencia política. Spots radiales en cinco idiomas oficiales (k'iche, kaqchikel, mam, q'eqchi y español) animaron a las mujeres indígenas a votar. La campaña incluía también intercambios entre periodistas locales y candidatas indígenas, para corregir los estereotipos con los que a veces se retrata a estas comunidades en los medios.

Con una todavía baja representación de las mujeres en la política guatemalteca, las próximas elecciones pueden ser clave para hacerla despegar y conseguir que las mujeres, en palabras de Catalina Soberanis, “traigan aire fresco a la política, enriquezcan la vida pública con sus puntos de vista, con el abordaje de los conflictos nacionales, y además, contribuyan a solucionar los graves problemas que les afectan.