Declaración de ONU Mujeres ante la Comisión de Población y Desarrollo Cuadragésima quinta sesión

Fecha:

Declaración de ONU Mujeres ante la Comisión de Población y Desarrollo Cuadragésima quinta sesión, 23 al 27 de abril de 2012.

Presidente,

Honorables ministros,

Distinguidos delegados,

Señoras y señores,

ONU Mujeres saluda a la Comisión de Población y Desarrollo (CPD) y se congratula del énfasis que ha puesto en la adolescencia y la juventud en este año. La Comisión facilita muestras invalorables y oportunas sobre el estado y las tendencias de la población y el desarrollo en lo referente a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres jóvenes y de las niñas.

La CPD es un contribuyente esencial para incorporar eficazmente una perspectiva de género en las normas, las políticas y los programas.

La información proporcionada por la CPD ayuda a mostrar las nuevas caras de las niñas adolescentes y de las mujeres jóvenes en el contexto de los actuales cambios en las economías, en el medio ambiente, en los movimientos de la población y en otros retos como la aceleración de las desigualdades.

ONU Mujeres se felicita de la inclusión de los grupos de los que se tiene escasa información, como el de las niñas de entre 10 y 14 años, y del énfasis en las que se casan antes de cumplir los 18 años, ya que ayuda a identificar a las niñas que corren más riesgo de ser víctimas de un matrimonio infantil o forzado, de abusos físicos, de coacción sexual, de sexo sin protección y de explotación laboral.

ONU Mujeres promueve el desglose de la información demográfica, no sólo por sexo y edad sino también de acuerdo a otros parámetros de bienestar y empoderamiento como la salud, la educación, el empleo, la residencia, la protección y la seguridad, el acceso a los derechos, la participación y el acceso a la toma de decisiones y el apoyo comunitario.

La colecta y transmisión de los hallazgos sobre esos temas en los ámbitos nacional y regional son esenciales para presentar un panorama certero de la situación de las niñas, así como para acelerar los progresos en la atención dirigida a retos específicos a los que se enfrentan las niñas en contextos vulnerables.

Por una parte, observamos la emergencia de la niña del siglo XXI, que es cada vez más educada, que se casa más tarde y que tiene embarazos e hijos a una edad más tardía, que está plenamente capacitada para trabajar, que emigra para estudiar y para trabajar y que tiene deseos de desempeñar un papel de líder en la sociedad. Sin embargo, como muestran los estudios de la CPD, en comparación con los hombres jóvenes y los niños, la niña adolescente del siglo XXI ve a menudo que su potencial y sus derechos se enfrentan a obstáculos.

Cuando se casa a las niñas demasiado temprano y sin su consentimiento; cuando se vuelven madres siendo demasiado jóvenes y sin haberlo planeado; cuando se les niega satisfacer sus necesidades básicas de una planificación familiar y de una educación sexual apropiada para su edad; cuando se les expone indebidamente a prácticas dañinas y discriminatorias, a la violencia, a los abusos, a los riesgos de infecciones por enfermedades de transmisión sexual incluyendo el VIH/SIDA; se les está negando el acceso a la libertad y a los derechos humanos básicos.

Todavía se considera a demasiadas niñas como “menos valiosas debido a prejuicios muy arraigados, a la desigualdad y a la discriminación contra las mujeres en todo el mundo. Demasiadas niñas son víctimas de presiones y de estereotipos a través de la publicidad y del Internet.

El peso aplastador de la discriminación de género y de la pobreza extrema puede ser una combinación muy perjudicial y a veces letal para las niñas adolescentes, especialmente en las situaciones de conflicto y en las crisis humanitarias. Incluso en las casas, en las escuelas y en las relaciones íntimas -donde tendrían que estar seguras y ser cuidadas- las niñas son víctimas de violaciones.

Las investigaciones de que dispone esta Comisión también muestran cómo las vulnerabilidades de los hombres jóvenes y de los niños se ven exacerbadas por los roles de género tradicionales y los estereotipos sobre la masculinidad, lo que conduce a un mayor riesgo de VIH/SIDA, de violencia y de otros comportamientos dañinos.

Dado que es en la niñez y en la adolescencia cuando los niños y las niñas interiorizan y ponen a prueba los roles de género que asumirán como hombres y mujeres, el ayudar a los niños y a los jóvenes a poner en tela de juicio la socialización masculina tradicional y el darles opciones de sustento decentes facilitará el que haya relaciones más equitativas entre hombres y mujeres y reducirá los riesgos a los que se enfrentan los jóvenes actualmente.

En ONU Mujeres sabemos que con el apoyo adecuado para hacer una transición segura a la edad adulta, las niñas y las jóvenes pueden hacer contribuciones importantes al desarrollo económico y social y llegar a formar parte de la esfera política.

A pesar de los múltiples desafíos a los que se enfrentan, las niñas adolescentes son fuertes y son guiadas por la esperanza de mejores posibilidades para realizar sus sueños. Las niñas se sienten cada vez más facultadas a reclamar sus derechos humanos y a las oportunidades de la vida sobre un pie de igualdad con los hombres jóvenes y los niños.

En la actualidad, cada vez más niñas logran completar los niveles superiores de educación, usan las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, incluyendo los medios sociales, para mantenerse informadas y ser agentes dinámicas del cambio social.

Por lo tanto, invertir en las niñas adolescentes es una de las inversiones más acertadas que puede hacer un país, no sólo para acelerar los progresos en materia de igualdad de género y de empoderamiento de las mujeres, sino también para alcanzar en general un desarrollo sostenible, la paz y la seguridad, y la promoción de los derechos humanos.

Los resultados y la guía de la Comisión sobre la Condición Jurídica y Social de la Mujer ofrecen una vía clara para crear un entorno de empoderamiento, seguro, de apoyo y de inclusión social para las niñas.

El próximo examen operacional del Programa Internacional para la Acción, la evolución de la agenda de desarrollo posterior a 2015 y el examen de implementación de los 20 años de la Plataforma para la Acción de Beijing ofrecen otros medios de dar un impulso a esta agenda.

Con el fin de apoyar esta transformación, ONU Mujeres trabaja con el sistema de la ONU, con los Estados Miembros y con las organizaciones de la sociedad civil para garantizar:

  • La ratificación y la implementación de los instrumentos de derechos humanos en lo que respecta a los jóvenes en los ámbitos nacional, regional y local;
  • La adopción de enfoques basados en los derechos para las políticas, las leyes, los presupuestos, la administración de la justicia y los programas para empoderar a las niñas, con especial atención a los grupos de niñas marginadas y carenciadas;
  • La adopción y el cumplimiento de leyes para proteger a los adolescentes y a los jóvenes de la violencia de género, incluyendo en las situaciones de conflicto o de crisis humanitarias;
  • Las inversiones a largo plazo en programas que promuevan el empoderamiento de las niñas, el acceso universal a la educación y a los servicios de salud, así como su seguridad y participación en la toma de decisiones;
  • La participación de los hombres y de los niños en los esfuerzos por luchar contra la discriminación y la violencia de género y contra otras violaciones de los derechos de las mujeres y de las niñas;
  • La producción de estadísticas y de investigaciones en materia de género para identificar a las niñas marginadas y carenciadas;
  • La creación de capacidades institucionales para establecer entornos favorables y seguros para las niñas, incluyendo servicios de salud sexual y reproductiva y programas educativos dirigidos a las jóvenes, así como entornos respetuosos de los derechos humanos y el acceso a oportunidades de empleos decentes.

ONU Mujeres también trata de mejorar la coordinación y la rendición de cuentas de todos los organismos de la ONU que trabajan con jóvenes y sobre temas relacionados con los jóvenes, por medio de su liderazgo y participación en varios mecanismos entre agencias relacionados con la juventud, así como mediante su apoyo a la creación conjunta de estándares, protocolos y estrategias.

La ONU, los Estados Miembros y sus socios tienen una enorme responsabilidad y oportunidad de hacer más y mejores esfuerzos para las adolescentes y las jóvenes del mundo.

Muchas gracias.