En Río+20 la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres hace un llamado para que las mujeres jueguen un papel central en el logro de la sostenibilidad

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En una conferencia de prensa el 18 de junio durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible (Río+20) en Río de Janeiro, Michelle Bachelet, Secretaria General Adjunta y Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, hace un llamado para que las mujeres jueguen un papel central en el logro de la sostenibilidad. Gro Harlem Brundtland, ex Primera Ministra de Noruega y Enviada Especial del Secretario General de la ONU sobre Cambio Climático también participó en la conferencia de prensa.

Vea la conferencia de prensa por Internet

La conferencia fue transmitida a las 9:00 a.m. EST (10:00 am hora de Río de Janeiro), el lunes 18 de junio.

Lugar: Sala principal de reuniones con la prensa, Centro para los Medios de Comunicación, Pabellón 3, Riocentro

Moderadora: Deborah Seward, Directora, División de Alianzas Estratégicas, DPI

Declaracion a los medios

[Cotejar con el texto pronunciado]

Buenos días, señoras y señores. Me es un placer estar aquí hoy con Gro Harlem Brundtland en Río para esta importante Conferencia sobre el Desarrollo Sostenible.

En la actualidad, el mundo avanza velozmente sobre un peligroso camino de disparidades económicas y sociales y de destrucción medioambiental. Estamos aquí para hacer oír nuestras voces y para decir al mundo cuál es el Futuro que quieren las mujeres.

Los defensores de las mujeres tienen una amplia presencia hoy. Con el apoyo del Gobierno de Brasil y de su Presidenta Dilma Rousseff, ONU Mujeres ha organizado un Foro de Líderes mañana y una Cumbre de Mujeres Líderes el 21 de junio. En esta Cumbre de Mujeres Líderes sobre El futuro que quieren las mujeres, las Jefas de Estado y de Gobierno realizarán un decidido llamado a la acción, comprometiendo su apoyo e instando a los gobiernos, a la sociedad civil y al sector privado a priorizar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, y a acelerar las medidas para lograr el desarrollo sostenible.

Dos días antes, en el Foro de Líderes, cientos de representantes de los gobiernos, la sociedad civil y el sector privado se reunirán para discutir El futuro que quieren las mujeres. Sus opiniones y sus puntos de vista marcarán el camino para la Cumbre de Mujeres Líderes.

ONU Mujeres apoyó una encuesta virtual entre las mujeres del mundo cuyos resultados serán ampliamente difundidos en el transcurso de esta semana. Estas mujeres nos han dicho directamente cuál es el futuro que quieren. Hicieron recomendaciones firmes acerca de la necesidad urgente de centrarse en el desarrollo económico, en el acceso a los recursos financieros y técnicos para las mujeres, y en una mayor participación y liderazgo de las mujeres en la toma de decisiones a todos los niveles. En el transcurso de esta semana y a través de una serie de eventos, ONU Mujeres dejará oír las voces de estas mujeres.

Personalmente, comenzaré hoy más tarde en el Foro de Sostenibilidad Corporativa, donde pediré a las compañías que se unan a más de 400 Directores Ejecutivos en la suscripción de los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres. Al asumir la igualdad, las compañías no sólo mejorarán la posición de las mujeres en el trabajo, sino que también mejorarán la sostenibilidad y el desempeño corporativo.

El desarrollo sostenible requiere que las mujeres tengan derechos, igualdad de oportunidades y una plena participación. El modelo actual de deterioro medioambiental, creciente desigualdad e inestabilidad económica no es sostenible. Un mundo en equilibrio requiere de la igualdad de género.

Hace 20 años, la Declaración de Río enfatizó que la plena participación de las mujeres es esencial para lograr el desarrollo sostenible. Veinte años más tarde, las mujeres siguen enfrentándose a la desigualdad en los derechos, en las oportunidades y en la participación. Al día de hoy, una mujer muere cada dos minutos por complicaciones en el embarazo o en el parto. La violencia contra las mujeres continúa siendo una pandemia mundial. Las mujeres ganan menos que los hombres por el mismo trabajo y siguen estando mal representadas en la toma de decisiones. Menos de uno de cada diez Jefes de Estado y de Gobierno, menos de uno de cada cinco miembros de los parlamentos es una mujer, y sólo el 3 por ciento de los Directores Ejecutivos de las compañías de Fortune 500 son mujeres.

Esta tendencia no es sostenible. Esta exclusión social de las mujeres no sólo daña a las mujeres, sino que nos daña a todos. Por el bien de las generaciones actuales y futuras, debemos cultivar y desarrollar toda la inteligencia y las capacidades colectivas de la humanidad. La plena participación y el liderazgo de las mujeres sobre un pie de igualdad ya no es una opción, sino que es una necesidad urgente si queremos lograr el cambio transformacional que se necesita en todos los niveles y esferas de la sociedad en aras del desarrollo sostenible.

Desde 1992, el crecimiento económico mundial ha llegado al 75 por ciento, pero ¿a qué precio? Más de una de cada cuatro personas todavía vive en la pobreza extrema. Dos tercios de los recursos naturales vitales para la humanidad están decreciendo. Para 2030, el mundo necesitará 50 por ciento más de alimentos, 45 por ciento más de energía y 30 por ciento más de agua. Además, el creciente nivel del mar y el cambio climático presentan una amenaza sin precedentes para la humanidad.

No podemos permitirnos seguir por este camino y, en especial, no podemos permitir que las mujeres sigan al margen del liderazgo y la toma de decisiones, y sigan siendo víctimas de violencia y discriminación. Cuando las mujeres gozan de los mismos derechos, oportunidades y participación, pueden realizar una mayor contribución al desarrollo sostenible. La plena participación equitativa de las mujeres hace que las sociedades, las economías y el medio ambiente sean más saludables.

Actualmente las mujeres en los países en desarrollo representan el 43 por ciento de la mano de obra agrícola y, sin embargo, no tienen un acceso equitativo a la tierra, al crédito o a nuevas tecnologías. Esto no es sostenible. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estima que si se da a las mujeres el mismo acceso que a los hombres a los fertilizantes, semillas, herramientas y otros tipos de apoyo agrícola se incrementaría el rendimiento agrícola, lo que resultaría en unas 100 a 150 millones de personas menos con hambre.

Hoy millones de mujeres, en su mayoría campesinas, todavía utilizan cocinas que producen humo y causan polución. Como resultado, dos millones de personas mueren anualmente de enfermedades respiratorias, 85 por ciento de las cuales son mujeres, niños y niñas. Esto no es sostenible. Las mujeres necesitan energía limpia.

Hoy, en las áreas urbanas, 25 por ciento de las personas carecen de suministro de agua en sus hogares, lo que pone una carga desproporcionada sobre las mujeres y las niñas que pasan muchas horas diarias yendo a buscar agua para las necesidades básicas del hogar, en vez de dedicarlas a su educación o a ganar un ingreso.

La Conferencia de Desarrollo Sostenible de esta semana debe alentar medidas específicas para reducir la pobreza de las mujeres y eliminar los impactos dañinos sobre la salud y el medio ambiente. Los líderes deben reconocer el valor de las contribuciones de las mujeres a la gestión del medio ambiente y al desarrollo.

Para defender y profundizar este compromiso en Río+20, ONU Mujeres propone cuatro medidas.

En primer lugar, hacemos un llamado a los Estados Miembros para reafirmar el empoderamiento de las mujeres y la igualdad de género como elementos vitales para el desarrollo sostenible y para todos los marcos internacionales en materia de desarrollo que se adopten. Este principio debe ser la base de toda acción futura.

En segundo lugar, los gobiernos deben acordar y subsecuentemente adoptar medidas para que las mujeres puedan acceder a las oportunidades en calidad de líderes y participar plenamente en la toma de decisiones, ya sea en relación con las políticas, con temas sociales o económicos, o con el medio ambiente.

En tercer lugar, las mujeres deben estar plenamente incluidas en la economía para que puedan contribuir y beneficiarse de las oportunidades que ofrece el desarrollo sostenible. Esto requiere una serie de medidas como poner fin a la violencia y a la discriminación y eliminar las barreras a las que se enfrentan las mujeres para ser propietarias de la tierra o acceder al crédito.

Finalmente, el desarrollo sostenible llegará cuando todas las personas tengan acceso a los servicios públicos esenciales, incluyendo la educación, la salud, el agua, el saneamiento, la energía y la protección social.

Gracias a los programas que ejecuta en los países del mundo, ONU Mujeres normalmente es testigo de la diferencia que se hace cuando las mujeres son empoderadas para ser motores del desarrollo sostenible. La entidad ha ayudado a las mujeres a tener mayores derechos a la propiedad de la tierra en Marruecos, a ser líderes en las cooperativas agrícolas en Rwanda, y a trabajar como socias esenciales en la gestión de desastres en Tailandia y Viet Nam.

El futuro que quieren las mujeres no tiene pobreza ni discriminación, cuenta con un acceso equitativo a las oportunidades y al liderazgo, así como una administración inteligente de los recursos naturales. En otras palabras, un futuro donde el desarrollo sea sostenible en todos lados y para todos.

En Río+20 tenemos la oportunidad de hacer este futuro realidad. Ésa es la razón por la que las mujeres están aquí para hacer oír sus voces: para que el futuro que quieren las mujeres sea un futuro comcompartido por todos.

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