La importancia de la dimensión social de los ODS

Fecha:

Declaración de Michelle Bachelet, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, sobre la importancia de la dimensión social de los ODS en el Plenario de Clausura del Foro de Sostenibilidad Corporativa en Río+20. Río de Janeiro, Brasil, 18 de junio de 2012.

[Cotejar con el texto pronunciado.]

Agradezco a los oradores que me precedieron por sus opiniones y declaraciones.

Felicito al Pacto Mundial de la ONU por ser un tan buen socio de ONU Mujeres y por poner el rol de las empresas y el empoderamiento de las mujeres en el centro del debate.

En vísperas de la Conferencia Río+20 y hoy en día en el Foro de Sostenibilidad Corporativa y en la Conferencia en general, queda claro que no podemos hablar de una única dimensión del desarrollo sostenible -o de sus objetivos- aisladamente. No podremos remediar la degradación medioambiental, las crecientes desigualdades y la inseguridad económica a menos que adoptemos un enfoque global e inclusivo.

El status quo no es una opción. Necesitamos un enfoque nuevo, un nuevo paradigma que ponga a los seres humanos en el centro del desarrollo. Necesitamos comprender que el tomar en cuenta la dimensión social de la sostenibilidad de manera plena no es sólo lo correcto y lo justo, sino que es el único modo en que alcanzaremos con éxito el desarrollo sostenible.

Como quizá sepan algunos de ustedes, recientemente tuve el honor de presidir la Iniciativa del Piso de Protección Social de la OIT. Una de las lecciones más importantes del informe que se redactó es que las políticas sociales no son caridad, sino que por el contrario, son herramientas de empoderamiento.

Al garantizar el acceso de las personas a la salud, a la educación y a las viviendas decentes y adecuadas, se les da la oportunidad de usar todo su potencial. Si se reduce la pobreza y se remedian las desigualdades, se incrementa la demanda y se estimulan las economías en beneficio de todos.

Quiero dejar bien claro, sin embargo, que cuando hablo de dar rienda suelta al potencial de las personas, hablo del potencial de todas las personas, incluyendo a las mujeres. Como me oirán decir más de una vez esta semana, un mundo próspero, un mundo sostenible, un mundo en equilibrio, requiere de la igualdad de género.

Brasil ha comprendido plenamente el poder positivo y transformador de las políticas sociales. Las subvenciones de la Bolsa Familia, por ejemplo, otorgan dinero a las familias más pobres si sus hijos asisten a la escuela, si están vacunados y si las mujeres embarazadas reciben cuidados pre y post natales. Los ciudadanos con educación y las mujeres saludables tienen más probabilidades de encontrar empleo y de devolver algo a la sociedad.

En Chile vimos cómo el incremento de los centros de cuidados infantiles y la adopción de una serie de otras políticas sociales resultaron directamente en una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral.

Mi mensaje a todos los representantes del sector privado hoy aquí reunidos es el siguiente: que las empresas deben apoyar activamente las políticas sociales porque ellas son justas y porque crean las condiciones en las que los negocios pueden prosperar.

Mi mensaje consiste también en que tenemos que garantizar todos juntos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible que serán acordados aquí en Río, o más tarde en otra instancia, integren plenamente la dimensión social del desarrollo, incluyendo la importancia que tienen a la hora de garantizar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.

Para terminar, les insto a que hagan que el empoderamiento de las mujeres y la igualdad sean una prioridad en sus empresas. Las empresas pueden adoptar medidas especiales para empoderar a las mujeres como productoras y como consumidoras en toda la cadena de valores en una economía verde, e internamente para garantizar que todos los empleados, incluyendo a las mujeres, tengan verdaderamente las mismas oportunidades de participar en la toma de decisiones y de conciliar la vida laboral y familiar.

Gracias por ocuparse de la igualdad.