Resolución histórica en Guatemala, una victoria contra la violencia sexual en los conflictos armados

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Tras un veredicto histórico, las sentencias y la decisión de reparación del juicio de Sepur Zarco, en Guatemala, han sido celebradas por parte de expertas y expertos de los derechos humanos como una importante victoria en la rendición de cuentas de la violencia sexual relacionada con los conflictos.

El 26 de febrero, un tribunal guatemalteco condenó a dos ex oficiales militares por crímenes contra la humanidad perpetrados contra 11 mujeres indígenas q’eqchi’ que fueron sometidas a violencia sexual, esclavitud sexual y doméstica, y por la desaparición forzada de sus maridos, además del asesinato y el trato cruel a una mujer y sus dos hijas pequeñas. El tribunal sentenció a Esteelmer Reyes Girón a 120 años de cárcel, y a Heriberto Valdez Asij a 240 años.

Sepur Zarco ha sido el primer caso de violencia sexual relacionada con los conflictos que se ha abordado según el código penal de Guatemala. Asimismo, ha sido la primera vez que un tribunal nacional de cualquier parte del mundo ha juzgado acusaciones de esclavitud sexual durante un conflicto armado, un crimen tipificado en el derecho internacional. En esta sentencia pionera, el tribunal resolvió que las ofensas formaban parte de una estrategia deliberada del ejército guatemalteco de destruir la comunidad maya indígena local q’eqchi’. Por otra parte, el tribunal reconoció el impacto que han tenido estos abusos cometidos contra mujeres en toda la comunidad.

El 2 de marzo, el tribunal de Guatemala emitió además una decisión de reparación de amplio alcance, “que posiblemente sea el ejemplo más ilustrativo hasta el momento de cómo un tribunal nacional institucionaliza reparaciones transformadoras e integrales para las mujeres”, afirma Luiza Carvalho, Directora Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe. “La decisión también está en consonancia con las mejores prácticas internacionales”.

Esta decisión judicial de amplio alcance proporciona compensaciones económicas individuales a cada una de las víctimas de esclavitud sexual y a las víctimas de desapariciones forzadas que incluye el caso. Asimismo, insta a la Fiscalía General a seguir investigando las desapariciones forzadas de los maridos de siete mujeres sobrevivientes.

Además de las reparaciones individuales, la orden del tribunal se propone abordar las causas y las consecuencias más generales de las violaciones de los derechos humanos cometidas contra las mujeres y su comunidad. La decisión trata exhaustivamente negaciones en el pasado del derecho a la salud, a la educación y al acceso a la tierra en Sepur Zarco —violaciones de los derechos humanos que han hecho que la comunidad q’eqchi’ sea vulnerable a la violencia, y han exacerbado sus consecuencias—.

En concreto, se exigirá al gobierno instalar un centro sanitario en Sepur Zarco, mejorar la infraestructura de escuelas primarias en todas las comunidades de las víctimas, construir una escuela secundaria, y proporcionar becas a mujeres, niñas y a toda la comunidad, además de reabrir los expedientes de restitución de tierras. La orden de reparación también insta al gobierno a crear proyectos de desarrollo para la comunidad local en Sepur Zarco.

Con el fin de garantizar que este tipo de crímenes no se repita en el futuro, la orden de reparación exige que el Ministerio de Educación incluya el caso de Sepur Zarco en los planes de estudios educativos de todo el país y se realice un documental traducido a todos los idiomas maya. También insta a erigir un monumento en Sepur Zarco dedicado al acceso a la justicia de las mujeres, y a que se incorporen el género, los derechos de las mujeres y la prevención de la violencia contra las mujeres en la educación militar y los planes de estudio de la capacitación.

“ONU Mujeres rinde tributo a las sobrevivientes de la base militar de Sepur Zarco, que han tenido que esperar 30 años para ver cómo sus agresores rendían cuentas. Asimismo, reconocemos el importante papel desempeñado por la Alianza Rompiendo el Silencio, por personas defensoras de los derechos humanos de las mujeres que facilitaron apoyo psicosocial y jurídico a las sobrevivientes, y por la Oficina de la Fiscalía General, comprometida con poner fin a la impunidad por las violaciones de los derechos humanos sufridas por las mujeres”, afirma la representante de ONU Mujeres en Guatemala, María Machicado.

Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, afirma lo siguiente: “Expresamos nuestra solidaridad con estas mujeres y estos hombres, que han trabajado con valentía para romper el silencio que tan a menudo acompaña a la violencia sexual en los conflictos armados. También aplaudimos al Estado de Guatemala por sacar a la luz este caso. Este juicio es un paso importante hacia la rendición de cuentas, y fortalece el estado de derecho de Guatemala”.

La reparación es especialmente importante para las mujeres, puesto que reconoce sus derechos como ciudadanas en pie de igualdad, haciendo justicia y proporcionando recursos cruciales para la recuperación después de un conflicto, al tiempo que contribuye a transformar las desigualdades de género subyacentes.

“La reparación en el caso de Sepur Zarco debe tener un impacto cuantificable en las vidas de las sobrevivientes, y promover adicionalmente la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en la comunidad q’eqchi’ y la sociedad guatemalteca”, afirma la Sra. Carvalho.