Declaración de ONU Mujeres en el Día Mundial de las y los Refugiados (20 de junio)

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Hoy, en el Día Mundial de las y los Refugiados, reconocemos a aquellas mujeres y hombres que se han visto desarraigados de sus hogares en una escala sin precedentes, y que suman una cifra cercana a los 60 millones de personas desplazadas en todo el mundo. En nuestra respuesta a esta crisis, es fundamental que abordemos las necesidades específicas de las mujeres y las niñas refugiadas, y les proporcionemos oportunidades duraderas a favor del empoderamiento.

Ante tales niveles de necesidad urgente, las estructuras de protección habituales a menudo desaparecen, y es en este contexto cuando los derechos humanos de las mujeres y las niñas se encuentran especialmente en peligro. A menudo, las mujeres y las niñas son el objetivo explícito de la violencia y el sometimiento por parte de grupos extremistas; se estima que una de cada cinco mujeres desplazadas en entornos humanitarios complejos ha sufrido violencia sexual. Es posible que esta cifra sea una estimación a la baja, vistos los obstáculos estructurales y culturales que existen para denunciar este tipo de incidentes en muchas partes del mundo.

A las mujeres y las niñas se les suele negar el acceso igualitario a servicios de salud esenciales y oportunidades educativas. Las niñas tienen casi 2,5 veces más de posibilidades de no estar escolarizadas en países afectados por un conflicto, y diversos estudios reflejan que las niñas tienen menos probabilidades de acceder a la educación en situaciones de desplazamiento en comparación con los niños. En una situación en la que los servicios sanitarios a menudo no existen o están saturados, con frecuencia se niega a las mujeres y las niñas el derecho a la atención de salud sexual y reproductiva; el 60 por ciento de muertes de mortalidad materna que se pueden prevenir tiene lugar en entornos de conflicto, desplazamiento y desastres naturales.

Las mujeres refugiadas tienen pocas oportunidades económicas para ganarse el sustento, y sus opciones para obtener ingresos a menudo se limitan a trabajos informales mal pagados y poco cualificados además de soportar la carga del trabajo familiar no remunerado. Esta situación aumenta el riesgo de que las mujeres refugiadas se vean obligadas a recurrir al sexo transaccional como única alternativa.

Existe una necesidad urgente de llevar a cabo una acción humanitaria que garantice que las mujeres y las niñas refugiadas tengan acceso a rutas de tránsito seguras, espacios seguros y protección cuando llegan a un país anfitrión, y recursos y servicios que las ayuden a forjarse una vida después del conflicto sin violencia ni pobreza. Las mujeres y las niñas refugiadas tienen una enorme capacidad de resiliencia y el potencial de convertirse en firmes agentes del cambio. Asimismo, desempeñan un papel importante en la preparación ante las crisis y la respuesta a ellas, y su liderazgo en la toma de decisiones es esencial para conseguir una paz y estabilidad duraderas.

ONU Mujeres sigue dedicada a promover los derechos humanos de las mujeres y las niñas desplazadas, y a garantizar que sus voces sean escuchadas a los más altos niveles. El 19 de septiembre de 2016, las Naciones Unidas celebrarán una Reunión Plenaria de Alto Nivel de la Asamblea General en Nueva York para abordar los grandes desplazamientos de personas refugiadas y migrantes. ONU Mujeres colabora con otros organismos de las Naciones Unidas para respaldar a los Estados Miembros a fin de asegurar que el resultado de esta reunión allane el camino de la protección de los derechos humanos de las mujeres y las niñas en entornos de refugiados y comunidades anfitrionas, y las empodere en su capacidad a favor de la resiliencia y el liderazgo.

Aquí se pueden consultar las fuentes de las estadísticas mencionadas.