Centros comunitarios a la vanguardia de los servicios de protección, prevención y respuesta para mujeres y niñas vulnerables en Jordania.
Dunya Khalil y Basma Hamed* son ambas sobrevivientes de violencia doméstica. Al vivir en una zona rural, con escasas oportunidades de subsistencia y ante la necesidad de mantener a sus hijas e hijos, encontraron apoyo, protección y servicios de asesoramiento en el centro de mujeres y niñas de Ajloun, operado por el Instituto para la Salud de la Familia y ONU Mujeres, con el generoso apoyo del Gobierno de Japón.Fecha:
A los 21 años, Dunya Khalil* dejó a su marido y huyó a Ajloun, donde vivía su familia. “Me casé cuando tenía 17 años. Siete meses después, incapaz de soportar el maltrato, finalmente tuve el coraje de huir”. Para ese entonces, estaba embarazada.
Khalil deseaba iniciar una nueva vida, pero sintió que no tenía a nadie a quien recurrir hasta que descubrió el centro de mujeres y niñas operado por el Instituto de Salud Familiar de Ajloun, con el apoyo de ONU Mujeres. El centro ofrece servicios de protección, prevención y respuesta para las mujeres y niñas que han sufrido violencia. Khalil se inscribió en los servicios de asistencia prenatal y apoyo psicológico proporcionados por el centro.
“Me sentí incentivada nuevamente después de asistir a algunas de las sesiones de asesoramiento”, dice.
El centro ofrece talleres regulares para dotar a las mujeres de aptitudes para la vida diaria y empoderarlas para que participen en su comunidad. Khalil pronto se unió al taller de artesanías, lo que le permitió utilizar las habilidades que aprendió para vender productos en su comunidad. “Ahora puedo imaginar un futuro para mi hijo y para mí”. Como para muchas otras sobrevivientes de violencia, para Khalil fue crucial haber encontrado medios para sustentarse económicamente.
Y la historia de Khalil no es la única. En Jordania, el 24 por ciento de las mujeres de 15 a 49 años de edad declara haber sufrido violencia física y/o sexual al menos una vez en su vida [].
Basma Hamed*, de 55 años, sufrió durante años antes de recurrir al centro. Había estado luchando contra la depresión durante cinco años desde que perdió a su hijo en un trágico accidente. Con cinco hijas e hijos y un marido agresor, Hamed había perdido toda esperanza.
Una mujer que había procurado los servicios del centro convenció a Hamed de que la acompañara un día. “En cuanto entré al centro, sentí como si tuviera un nuevo hogar”. Poco después, asistía a sesiones de terapia semanales con una psicóloga.
Basma Hamed, Dunya Khalil y muchas otras mujeres en Ajloun se unieron a los talleres de preparación para la vida diaria y desarrollo de capacidades que se proporcionan en el centro.
En el presente, Hamed vende un surtido de jabones artesanales y sándwiches en su mercado local todas las mañanas. “Siento que estoy haciendo el trabajo de 20 hombres en un día, ¡y eso me enorgullece!”.
Continúa asistiendo a sesiones de apoyo psicológico en el centro una vez por semana. “He aprendido que la plenitud interior es importante”, dice. “Llenar mi día de positividad no sólo ha producido un impacto en mi vida sino también en la de mi familia. Ser capaz de sostener económicamente a mis hijas e hijos ha sido gratificante, pero ser capaz de brindarles empoderamiento y asegurarles un futuro mejor ha sido un sueño hecho realidad”.
Con el generoso apoyo del Gobierno de Japón en el marco del programa “Liderazgo, Empoderamiento, Acceso y Protección de las Mujeres en Respuesta a Crisis (LEAP)”, ONU Mujeres se ha asociado con el Instituto de Salud Familiar (IFH) para proporcionar servicios críticos de prevención y respuesta a la violencia sexual y de género, así como atención de la salud y asesoramiento sobre planificación familiar. Los centros ubicados en las gobernaciones septentrionales de Ajloun y Jarash, en Jordania, reciben a más de 6000 mujeres cada año.
“Los centros comunitarios desempeñan un papel fundamental en la prestación de servicios de protección multisectoriales, en los que las mujeres y las niñas pueden encontrar un espacio seguro para recibir asesoramiento y romper el ciclo de silencio”, dijo Ziad Sheikh, representante de ONU Mujeres en Jordania durante una visita reciente al centro de Ajloun. “ONU Mujeres aborda la cuestión polifacética de la violencia de género mediante un enfoque holístico en colaboración con sus socios, en el que las actividades combinadas de desarrollo de capacidades y de toma de conciencia contribuyen al empoderamiento de las mujeres y las niñas vulnerables”.
Dunya Khalil y Basma Hamed continúan frecuentando el centro de manera regular, asisten a sesiones y reuniones con sus nuevas amigas. Ambas aspiran a continuar mejorando sus vidas, desarrollar sus negocios e inspirar a otras mujeres a hacer lo mismo.
*Los nombres han sido cambiados para proteger la identidad de las sobrevivientes.
Notas
[1] Departamento de Estadísticas [Jordania] e ICF International, 2013. Encuesta sobre Población y Salud Familiar en Jordania en 2012. Calverton, Maryland, Estados Unidos: Departamento de Estadísticas e ICF International, a través de la Base de datos mundial de las Naciones Unidas sobre la violencia contra las mujeres.