Desde mi perspectiva: "Las mujeres tienen derecho a un ingreso propio"
Marianela Galarza, habitante de una comunidad rural llamada Flor y Selva, en Cuenca, Ecuador, cree que las mujeres deben tener un ingreso sostenible que les permita ser económicamente independientes. La comunidad se encuentra en una de las principales regiones productoras de cacao de Ecuador, pero sin una planta procesadora, el ingreso es bajo y las mujeres deben dejar a sus familias para ir a trabajar en las fábricas de chocolate en ciudades cercanas.Fecha:
"Yo vivo en un hermoso lugar llamado Flor y Selva, en la parroquia Molleturo, en el sur de Ecuador. Tenemos tierra fértil, un hermoso río y aire fresco. Nuestra comunidad tiene alrededor de 100 familias, y somos los principales productores de las variedades ‘cacao arriba’ y ‘fino de aroma’; esa es nuestra principal fuente de ingresos.
Durante diez años, he sido dirigente de mi comunidad. Nací en una familia que dio prioridad a mi educación, y puedo hablar por mi comunidad. Hoy, finalmente, tenemos alcantarillado, agua potable, teléfono, transporte público y una buena escuela para los niños, pero espero que podamos ampliar el proyecto de abastecimiento de agua, de manera que todas podamos tener agua de buena calidad en nuestros hogares.
Tengo otro sueño: construir una fábrica de chocolate en Flor y Selva, para que las mujeres que cultivan cacao pueden trabajar aquí, cerca de sus hogares y de sus hijas e hijos. Tenemos la materia prima, pero no tenemos la maquinaria ni la infraestructura para procesar los granos de cacao. Esto mejorará la calidad de vida de las mujeres y les dará un ingreso sostenible.
Las mujeres tienen derecho a estar protegidas de la violencia, y el derecho a un ingreso propio. Si dependemos de nuestros maridos, nos hacemos sumisas. Trabajamos arduamente en las plantaciones de cacao, debemos ser capaces de administrar nuestros propios recursos. En mi comunidad muchas mujeres no conocen sus derechos. Cuando sufren violencia, no saben dónde denunciarla, dónde obtener ayuda. Cuando oí hablar del proyecto Ciudades Seguras que el municipio de Cuenca está diseñando con ONU Mujeres, fui allá para asistir al taller sobre los derechos de las mujeres. Ahora estoy pensando en el modo de reproducir este taller en mi comunidad, de modo que las mujeres puedan comunicar sus necesidades, decir lo que piensan y sienten, e intercambiar conocimientos. Hemos iniciado una red de mujeres. Podemos aprender cosas nuevas, como hacer pan y pintarnos las uñas, y conversar. Para que logremos una vida mejor, debemos conversar abiertamente en el seno de nuestras familias y comunidades".
Marianela Galarza, dirigente rural ecuatoriana de 42 años, participó en los talleres del proyecto Ciudades Seguras y Espacios Públicos Seguros de ONU Mujeres. Hasta la fecha, 27 ciudades alrededor del mundo, incluida Quito, Ecuador, participan en la iniciativa insignia mundial de ONU Mujeres Ciudades Seguras y Espacios Públicos Seguros, que cuenta con el apoyo de más de 15 donantes de los sectores público y privado. La historia de Galarza guarda relación con el Objetivo 8 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que apunta a lograr un crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, y con el Objetivo 9, que procura desarrollar infraestructura de calidad, segura, sostenible y resiliente en apoyo al desarrollo económico y el bienestar humano, y con el Objetivo 11, que pretende lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, resilientes, sostenibles y que estén protegidos de la violencia.