Declaración: La directora ejecutiva interina de ONU Mujeres, la Sra. Pramila Patten, expresa su consternación y pesar por la ausencia de mujeres en la nueva autoridad gobernante de Afganistán
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“La participación de las mujeres en la política es un requisito fundamental para lograr la igualdad de género y una democracia genuina. La participación de las mujeres en todos los sectores sociales es esencial para construir una sociedad inclusiva, fuerte y próspera en Afganistán, tanto para superar los numerosos desafíos que el país afronta hoy en día como para tener éxito en el futuro. Por lo tanto, es imprescindible que los procesos de toma de decisiones políticas sean participativos, equitativos, inclusivos y respondan a las necesidades”, expresó Pramila Patten.
“Después de leer las noticias de hoy sobre la exclusión de las mujeres en el nuevo Gobierno anunciado por el movimiento talibán, me uno a muchas otras personas en todo el mundo para expresar mi decepción y consternación ante un acontecimiento que pone en tela de juicio los recientes compromisos para proteger y respetar los derechos de las mujeres y niñas de Afganistán”.
“Reitero que el respeto de los derechos de las mujeres es una prueba de fuego por la cual debe juzgarse a cualquier autoridad, y que el establecimiento de un Gobierno verdaderamente ‘inclusivo’ con la participación de mujeres es un elemento central de dicho respeto. Cuando las mujeres no ocupan su lugar adecuado en el Gobierno, se cuestiona su participación en todos los niveles, ya sea como trabajadoras humanitarias, profesionales de la salud, educadoras, emprendedoras o cualquiera de las funciones esenciales que las mujeres deben desempeñar para que se puedan prestar los servicios básicos de los cuales depende el pueblo de Afganistán. Al excluir a las mujeres de la maquinaria gubernamental, el liderazgo talibán envió el mensaje equivocado sobre su objetivo declarado de construir una sociedad inclusiva, fuerte y próspera”.
“Asimismo, estoy decepcionada por la aparente decisión de no incluir un Ministerio de la Mujer entre las instituciones de gobierno. Estos ministerios se encuentran en todo el mundo y reflejan el compromiso de los Gobiernos de asegurar el respeto de los derechos de las mujeres. No contar con este ministerio en Afganistán es otro paso hacia atrás”.
“Reafirmo mi petición de que el liderazgo talibán cumpla plenamente con sus obligaciones legalmente vinculantes contraídas con los tratados internacionales de los cuales Afganistán es parte, así como con las disposiciones constitucionales pertinentes. Estos exigen sin ambages la garantía de igualdad para toda la ciudadanía, incluida la plena participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones políticas. La comunidad internacional se ha pronunciado con claridad al respecto y se mantendrá firme en su postura: los derechos de las mujeres, incluido el derecho a una participación plena y significativa en la vida pública y política, son derechos humanos innegociables y no opcionales”.
“Por otra parte, subrayo con grave preocupación el uso de la fuerza por parte de las autoridades de Kabul contra el grupo de manifestantes pacíficos, en su mayoría integrado por mujeres, que reclamaban el igual disfrute de sus derechos. Estas acciones refuerzan y validan las inquietudes sobre las restricciones impuestas en la práctica a los derechos de las mujeres, incluido su derecho a participar en la vida pública y política. La libertad de reunión pacífica y de asociación son derechos fundamentales de los cuales dependen otras personas. Su negación es una de las violaciones más graves de los derechos humanos, que ponen en duda todos los demás”.
“Insto al liderazgo talibán a que tome todas las medidas apropiadas para asegurar el pleno respeto de los derechos fundamentales a la reunión y la manifestación pacíficas de las mujeres afganas. Asimismo, exijo al movimiento talibán garantizar la no repetición de la violencia contra las mujeres afganas y velar por que los autores de dicha violencia rindan cuentas de sus actos”.
“El mundo tiene su mirada puesta en Afganistán. El rumbo recientemente trazado por las autoridades talibanas en lo que respecta a los derechos de las mujeres debe cambiar de inmediato si se ha de abordar el creciente temor de la comunidad internacional y se ha de asegurar el futuro de las mujeres y niñas”.