La Directora Ejecutiva Michelle Bachelet se dirige al Parlamento Europeo

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La Directora Ejecutiva de ONU Mujeres Michelle Bachelet se encuentra en Bruselas desde el 24 al 25 de marzo de 2011 para debatir sobre el fortalecimiento del trabajo conjunto entre la Unión Europea y ONU Mujeres.

[Cotejar con el texto pronunciado.]

Sra. Eva-Britt Svensson,
Sra. Eva Joly,
Sr. Alexander Graf Lambsdorff,
Miembros del Parlamento Europeo:

Gracias por esta oportunidad de dirigirme a ustedes como la primera Directora Ejecutiva de la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres, ONU Mujeres. Es para mí un enorme privilegio estar hoy aquí con ustedes, y espero ansiosa comenzar nuestra interacción esta mañana.

Permítanme comenzar enunciando nuestra visión: la visión de ONU Mujeres es aquélla donde hombres y mujeres tengamos igualdad de oportunidades y capacidades, y donde los principios de la igualdad de género formen parte de las agendas para el desarrollo, la paz y la seguridad.

Nuestro objetivo central consiste en generar una capacidad y apropiación nacional que permita a las contrapartes nacionales formular leyes y políticas sensibles al género y ampliar las estrategias acertadas para cumplir los compromisos nacionales con la igualdad de género.

Estoy decidida a que ONU Mujeres sea un catalizador del cambio, ofreciendo nuevas energías, apoyándose en ideas y valores de larga data, y agrupando a hombres y mujeres de distintos países, sociedades y comunidades alrededor de un esfuerzo en común.

Dentro de los contextos específicos a cada país, ONU Mujeres se enfocará en cinco áreas temáticas:

  1. La ampliación de la voz, el liderazgo y la participación de las mujeres,
  2. El aumento del empoderamiento económico de las mujeres,
  3. La eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas,
  4. El fortalecimiento de la implementación de la agenda sobre mujeres, paz y seguridad; y
  5. La transformación de las prioridades de la igualdad de género en un elemento central de la planificación y los presupuestos nacionales y locales.

Permítanme explayarme un poco sobre cada una de estas cinco prioridades temáticas.

La primera de ellas, el aumento de la voz, la participación y el liderazgo de las mujeres, tiene un gran significado para ustedes. Ustedes son los hombres y las mujeres que pueden mostrar lo que es posible lograr, actuar como mentores y ejemplos a seguir y garantizar que las mujeres puedan ocupar su legítimo lugar en todos los procesos de adopción de las decisiones que afectan su vida.

Recientemente visité El Cairo como parte de la delegación del Secretario General de las Naciones Unidas y quiero decirles lo mucho que me inspiró ver a las mujeres determinadas a continuar desempeñando un papel en estos procesos, codo a codo con los hombres, para generar un cambio y estimular la vida política, económica y social.

Me gustaría hacer hincapié en el papel clave que las mujeres han desempeñado en la lucha por el cambio en toda la región, y espero que quede reflejado plenamente en los cambios institucionales que se están debatiendo ahora. Las mujeres deben ocupar un sitio central en estas discusiones.

En última instancia, para promover la igualdad de género es necesario desafiar el status quo. Esto está reconocido en la Plataforma de Beijing que compromete a los gobiernos, los partidos políticos, la sociedad civil y al sector privado, apoyados por la comunidad internacional, a adoptar medidas positivas para construir una “masa crítica de mujeres líderes, necesarias para promover la condición jurídica y social de las mujeres.

Si repasamos el indicador más utilizado, la participación de las mujeres en los parlamentos, vemos que el progreso ha sido constante, pero lento. El promedio global actualmente es de 19 por ciento, en comparación con el 11 por ciento de 1995. En enero de 2011, las mujeres habían alcanzado o superado el 30 por ciento en 28 países, entre ellos, 7 de la Unión Europea.

El hecho de que estos 28 países estén distribuidos a lo largo de un amplio espectro de desarrollo económico indica que el aumento de la participación política puede ser generado por el compromiso de la dirigencia política. Ciertamente, lo que distingue a los países que han alcanzado este parámetro es que al menos 23 de ellos adoptaron alguna forma de cupo o acción positiva. Esas acciones pueden ser apoyadas por medidas adicionales, como asistir y capacitar a las mujeres para procurar cargos políticos y organizar campañas exitosas.

Es cierto también que las mujeres que gozan de empoderamiento político pueden promover políticas para dotar de poder económico a las mujeres. Hace ocho años, por ejemplo, Noruega introdujo una ley que exige que las mujeres conformen el 40 por ciento de los miembros de las juntas de las sociedades cuyas acciones se cotizan en bolsa. Al día de hoy, las mujeres ocupan el 42 por ciento de esos puestos en Noruega, por un amplio margen, el más alto de Europa. En enero, el Parlamento Francés aprobó una ley similar, que le otorga a las empresas seis años para cumplirla. Las firmas españolas tienen plazo hasta 2015. Italia y los Países Bajos también están considerando una legislación sobre cupos.

Esto tiene sentido. El talento es vital para mantener la competitividad, pero el talento de las mujeres sigue siendo muy poco utilizado. En Europa, las mujeres conforman el 45 por ciento de la fuerza laboral; sin embargo, tienen una participación de tan sólo el 11 por ciento en las gerencias empresariales. Las investigaciones muestran que cuando las compañías aumentan el número de mujeres en sus directorios y los órganos administrativos superiores, el desempeño económico puede mejorar.

ONU Mujeres está trabajando en asociación con el Pacto Mundial de la ONU para promover los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres, un código empresarial internacional de conducta sobre el empoderamiento de las mujeres en el lugar de trabajo, el mercado y la comunidad. Los principios instan a las empresas a garantizar que las mujeres representen por lo menos el 30 por ciento de los grupos de decisión de todos los niveles y a asegurar igual salario por igual trabajo.

He tomado nota de las discusiones recientes en la Unión Europea para reducir la brecha salarial de género, que promedia el 18 por ciento entre los estados miembros. Espero ansiosa ver los resultados de la implementación de las medidas en la Unión Europea orientadas a mejorar las oportunidades de empleo para las mujeres pobres y menos cualificadas, y garantizar un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal.

ONU Mujeres está comprometida a trabajar con los gobiernos y las contrapartes multilaterales para garantizar el pleno cumplimiento de la seguridad y los derechos económicos de las mujeres, incluido el derecho a un trabajo decente y la protección social. Todo ello resulta crítico después de la crisis económica global que, junto con la nueva volatilidad en los precios de los alimentos y las materias primas, ha ejercido una gran presión en las estrategias de las familias para sobrellevar la crisis, y sobre las mujeres que las ponen en práctica.

Esto me lleva a una tercera prioridad temática, la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas. Esta prioridad es fundamental para el empoderamiento de las mujeres en todas las áreas y sé también que ocupa un lugar importante en la agenda del Parlamento Europeo y de la Unión Europea en general.

Pese a que crece la conciencia sobre el tema y a que existe un aumento del número de leyes para combatir la violencia contra las mujeres y las niñas, el problema sigue siendo generalizado en todo el mundo. En algunos lugares, hasta el 75 por ciento de las mujeres informan haber experimentado violencia física o sexual en algún momento de su vida. De acuerdo con el Comité sobre los Derechos de las Mujeres y la Igualdad de Género, un 20 por ciento de las mujeres en Europa han sufrido violencia en las relaciones íntimas.

En todos los países esto se traduce en costos muy altos en vidas, salud, productividad, desempeño educativo, presupuestos públicos y esfuerzos para reducir la pobreza, estimular el crecimiento y sostener el desarrollo.

Si vamos a tomar en serio la eliminación de este flagelo, debemos trabajar en varios frentes apoyando iniciativas que establezcan los mecanismos necesarios para ejecutar leyes y políticas y servicios para proteger a las mujeres y las niñas, prestando atención tanto a la prevención como a la respuesta, y buscando la participación de todos los sectores de la sociedad en la tarea.

Como mínimo, todas las mujeres y las niñas que hayan sido objeto de abuso y violencia deben tener acceso a paquetes básicos de emergencia y servicios inmediatos para garantizar su seguridad, atención y acceso a la justicia y para evitar que se repita el abuso. Actualmente estamos trabajando en estrecha colaboración con los gobiernos y grupos de la sociedad civil con miras a maximizar el apoyo de alto nivel para esta iniciativa en los meses próximos.

En este contexto, me gustaría agradecer el aval que la semana pasada el Comité le dio al informe preparado por su Presidenta, la Sra. Svensson. El documento enuncia un nuevo marco normativo de la Unión Europea para eliminar la violencia contra las mujeres, que insta a reconocer como delito la violación y la violencia sexual ejercida tanto dentro del matrimonio, como en las relaciones familiares e íntimas informales, y a diseñar terapias apropiadas a la edad para ayudar a niños y niñas testigos de todas las formas de violencia a sobreponerse a las experiencias traumáticas.

Excelencias, Damas y Caballeros:

Como ustedes saben, algunos de los hechos más horrorosos de violencia sexual y de género están ocurriendo en las situaciones de conflicto armado. No obstante, aunque las mujeres sufren una violencia feroz, sus voces están ausentes de las negociaciones de paz. ONU Mujeres ha encontrado que en los 24 principales procesos de paz de las últimas dos décadas, las mujeres han tenido una participación inferior al 8 por ciento en los equipos de negociación.

ONU Mujeres ha convertido a la promoción de la agenda sobre mujeres, paz y seguridad en su cuarta área temática. Estamos trabajando en conjunto con el sistema de la ONU para apoyar a las mujeres en los procesos de consolidación de la paz y para incrementar el número de mediadoras de cargos superiores y los esfuerzos innovadores de capacitación previa al despliegue para que las tropas de paz detecten y prevengan la violencia sexual sistemática.

Deseo agradecer a la Unión Europea por su apoyo para la aplicación de la resolución 1325 del Consejo de Seguridad. En particular, vaya mi aplauso para las iniciativas llevadas adelante por el Parlamento Europeo en 2010 en conmemoración del décimo aniversario de la resolución, incluyendo el llamado a redoblar los esfuerzos de la Unión Europea para implementar ésta y las resoluciones subsiguientes del Consejo de Seguridad sobre mujeres, paz y seguridad.

Como pueden ver luego de estas breves observaciones, la agenda de ONU Mujeres es ambiciosa, y así debe ser. Para cumplir nuestras metas, el trabajo conjunto con la Unión Europea será fundamental. Un gran paso en esa dirección es el objetivo del Plan de Acción de la Unión Europea sobre Igualdad de Género y Empoderamiento de las Mujeres en el Desarrollo, orientado a fortalecer la cooperación con ONU Mujeres. En este sentido, también aplaudo la decisión de establecer una estrategia de cooperación a mediano plazo entre la UE y ONU Mujeres.

Antes de comenzar a dialogar sobre nuestro trabajo de colaboración, permítanme decir que tengo plena conciencia, tanto de los resultados que se esperan de ONU Mujeres, como de los desafíos que enfrentamos para abordarlos. Pero los abordaremos. Yo misma he visto que cuando se les da la oportunidad, no existen límites para lo que las mujeres pueden hacer, desde las madres que mantienen a su familia bajo las circunstancias más difíciles, hasta las mujeres que se convirtieron en ministras de finanzas, asuntos exteriores o jefas de estado.

La fortaleza de las mujeres, la laboriosidad de las mujeres, la sabiduría de las mujeres son el recurso más desaprovechado de la humanidad. ONU Mujeres intentará por todos los medios ayudar a desplegar ese potencial en beneficio de todos y todas.

Gracias.