Allanando el camino para las trabajadoras domésticas de Jamaica
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Shirley Pryce, ex trabajadora doméstica durante más de 20 años, miembro fundadora y presidente de la Asociación de Empleadas del Hogar de Jamaica (JHWA por sus siglas en inglés), ha hecho mucho por defender los derechos de las trabajadoras domésticas. A través de JHWA ha apoyado servicios esenciales como seminarios para educar a las trabajadoras domésticas y a sus empleadores sobre sus derechos y responsabilidades, y se ha asociado con la sociedad fiduciaria Human Employment and Resource Training Trust (HEART - sociedad de formación de empleo y recursos humanos) del Gobierno de Jamaica y con la Autoridad Nacional de Capacitación, para ofrecer formación con el fin de permitir una transición a profesiones mejor remuneradas.
El 7 y 8 de septiembre de 2011, Shirley Pryce irá un poco más lejos al representar a su organización en la conferencia regional que tendrá lugar en Kingston, Jamaica, sobre el tema “Trabajadores domésticos migratorios en la encrucijada de la migración y el desarrollo: acción para ampliar las buenas prácticas.
Esta conferencia, organizada por el Gobierno de Jamaica, ONU Mujeres y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), se centrará en la necesidad de ejecutar medidas de protección para los trabajadores domésticos en América Latina y el Caribe. Pertenece además a una serie de eventos regionales que tendrán lugar previamente al Foro mundial sobre migración y desarrollo de 2011, que se organizará junto con el Gobierno de Suiza, que preside el Foro este año.
La conferencia reunirá a los principales agentes involucrados, desde gobiernos a expertos técnicos, miembros de la sociedad civil y representantes de organizaciones regionales e internacionales, ofreciéndoles un foro para compartir buenas prácticas que ayuden a implementar medidas de protección laboral y social, así como a aprovechar las remesas, ahorros e inversiones - incluyendo las inversiones de la diáspora - para crear bienes para los trabajadores domésticos. Los participantes trabajarán para establecer una lista de verificación sensible a los asuntos de género que se aplique a las leyes laborales, dando reconocimiento al trabajo doméstico y a los contratos para los trabajadores domésticos, incluyendo los trabajadores migratorios.
“Espero que se adopten leyes que reconozcan al trabajo doméstico como trabajo en toda regla y que ofrezcan seguridad para éstos en toda la región, asegura Pryce quien espera que la conferencia aporte un compromiso renovado de parte de los gobiernos por implementar las normas internacionales de derechos humanos que protegen a los trabajadores domésticos en el ámbito nacional. Dichas normas integran un marco de medidas de protección para los trabajadores domésticos, que incluye la recientemente adoptada Convención de la OIT y la Recomendación sobre trabajo decente para los trabajadores domésticos de junio de 2011. Allí se detallan las normas internacionales de derechos humanos que protegen a los trabajadores domésticos y que obligan a los gobiernos a proveer medidas de protección laboral y social para los trabajadores domésticos, y se presenta igualmente el Comentario general sobre los trabajadores domésticos migratorios que emana del Comité sobre trabajadores migratorios de diciembre de 2010, y la Recomendación general de la CEDAW sobre las trabajadoras migratorias, incluyendo las trabajadoras domésticas, de noviembre de 2008.
A pesar de la existencia de estas normas, los trabajadores domésticos siguen corriendo el riesgo en todo el mundo de ser explotados y de que se les niegue los derechos humanos básicos. Según la OIT, los trabajadores domésticos siguen sin estar protegidos por leyes laborales en cerca del 40 por ciento de los países, y muchas veces se les excluye de las medidas de protección laboral y social.
La decisión del Gobierno de Jamaica de organizar esta reunión tiene un significado especial para la Shirley Pryce dada la cantidad de trabajadores domésticos que hay en la región. La región de América Latina y el Caribe ocupa el segundo lugar tras Asia con más trabajadores domésticos (un 37,3 por ciento de la mano de obra) de los cuales el 90 por ciento son mujeres. Según lo estimado en 2010, alrededor de 58.000 familias de Jamaica emplean trabajadores domésticos.
Una cifra que dista de la realidad para Shirley Pryce quien cree que hay casi el doble de trabajadores domésticos en Jamaica que no son declarados. Para ella y para otros defensores de los derechos de los trabajadores domésticos, son las personas detrás de las cifras las que importan. Shirley Pryce trabaja de cerca con los 1600 miembros de su organización, en su gran mayoría mujeres de entre 25 y 65 años de edad y muchas sin educación formal, para mejorar sus condiciones de vida y de trabajo y para apoyar su derecho a buscar un trabajo decente y viable, un trabajo sostenible.
Teniendo en mente a estos trabajadores domésticos, ella tiene la determinación de fortalecer la relación existente con el Gobierno de Jamaica, con ONU Mujeres y con la OIT, y de afianzar las relaciones con otras organizaciones de trabajadores domésticos de América Latina y del Caribe, como la Unión Nacional de Empleados Domésticos (NUDE) de Trinidad y Tobago, y la Confederación Latinoamericana de Trabajadoras del Hogar (CONLACTRAHO).
La conferencia será una “experiencia para aprender, asegura. No sólo los participantes establecerán relaciones inestimables, sino que también se “enriquecerán y “aplicarán los conocimientos adquiridos en sus propios países. “Esto es importante, comenta, “ya que las trabajadoras domésticas del Caribe van de una isla a otra en busca de trabajo. “Este evento educará a la nación y hará llegar nuestro mensaje de que las trabajadoras domésticas tienen que ser reconocidas y respetadas concluye