Declaración de apertura de Lakshmi Puri en el Foro de Contrapartes sobre la erradicación de la violencia contra las mujeres

Fecha:

Declaración de apertura de Lakshmi Puri, Directora Ejecutiva Adjunta, ONU Mujeres en el Foro de Contrapartes sobre la erradicación de la violencia contra las mujeres, en Nueva York el 13 de diciembre de 2012

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Excelencias, distinguidos delegados, líderes de la sociedad civil, colegas y amigos:

En nombre de ONU Mujeres y de nuestra Directora Ejecutiva, Michelle Bachelet, es un honor y un privilegio darles la bienvenida a este Foro de Interesados sobre la erradicación de la violencia contra las mujeres. Quisiera agradecer a los distinguidos ministros y jefes de las estructuras nacionales de mujeres de muchos países por estar hoy con nosotros. También quisiera agradecer a los embajadores de más de 30 Misiones Permanentes que aceptaron ser panelistas o dirigir a los participantes en los debates.

Doy una bienvenida especial a usted, Embajadora Marjon Kamara, Presidenta de la 57ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que tendrá la responsabilidad de dirigir a los Estados Miembros y a otros interesados hacia un resultado exitoso de dicha Comisión, sobre el tema prioritario de la eliminación de la violencia contra las mujeres y las niñas.

Saludo igualmente la participación y la presencia de los líderes de la sociedad civil que han hecho tanto para prevenir y responder a la violencia contra las mujeres en sus países y regiones respectivas, y en el mundo.

La eliminación de la violencia contra las mujeres debe ser nuestro esfuerzo común y puede ser nuestro logro común. Es un tema que nos concierne a todos, que nos toca a todos y que requiere una acción concertada y urgente. Los logros en materia de igualdad de género y de empoderamiento de las mujeres quedarán invalidados si permitimos que persista la violencia contra las mujeres.

Hablamos de la mujer cuyo esposo le pega en la intimidad de su casa. Hablamos de la joven que no puede caminar por las calles de la ciudad donde creció sin miedo a ser violada. Hablamos de la mujer a quien se le rocía con ácido por supuestamente deshonrar a un miembro de la familia. Hablamos de la niña a quien se le fuerza a casarse con un hombre que no conoce y a embarcarse en una vida que no desea. Hablamos de todas las mujeres en los conflictos donde sus cuerpos se vuelven campos de batalla y donde la violación es un arma de guerra. Hablamos de la mujer a quien se le tortura, se le mutila o se le mata, incluso antes de nacer, por el simple hecho de ser mujer.

Hablamos de las niñas como Malala Yousufzai de Pakistán que fue baleada en un autobús escolar por defender el derecho de las niñas a la educación. Ésta es la cara de la violencia contra las mujeres y las niñas.

Las mujeres y las niñas corren el riesgo de ser víctimas de violencia cuando llevan a cabo las actividades diarias de rigor, dentro de sus casas, caminando, en los transportes públicos, consiguiendo agua o madera para el fuego. Se da en todos los países, todos los contextos y todos los marcos, y es una de las violaciones más generalizadas de los derechos humanos. Eliminar la violencia contra las mujeres no quiere decir exigir un tratamiento excepcional, sino simplemente que se permita a las mujeres vivir con dignidad.

La violencia contra las mujeres constituye la expresión más grave de la discriminación de género y del desempoderamiento de las mujeres y de las niñas. Es una amenaza para la democracia, la paz y la seguridad, un obstáculo para el desarrollo sostenible, y una horrible violación de los derechos humanos. Debilita la cohesión social y la armonía, y la justicia social y constituye una pesada carga para las economías nacionales.

Sin embargo, a pesar de los enormes retos y desafíos, hemos constatado algunos progresos en los últimos años, y gran parte es gracias al liderazgo de muchos de los que están hoy aquí. La erradicación de la violencia contra la mujer pasó de ocultarse en una cultura de silencio e impunidad a una prioridad nacional en muchos países, respaldada por un firme marco normativo internacional. La obligación de los Estados de asumir la responsabilidad de responder a la violencia contra las mujeres y las niñas forma parte ahora del amplio marco mundial de derechos humanos, y cada vez más del marco mundial de desarrollo. Ésta es una buena base para el derecho a la igualdad y a la ausencia de violencia de las mujeres y de las niñas.

La Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (CEDAW) ofrece un marco global. La recomendación general 19 reconoce explícitamente que la violencia contra la mujer es una forma de discriminación y recuerda la responsabilidad y obligación que tienen los Estados de prevenir y responder a la violencia. Hay obligaciones específicas también en la Convención sobre los Derechos del Niño que requieren que los Estados adopten medidas para proteger a las niñas de la violencia.

Estas convenciones están respaldadas por una serie de resoluciones de la Asamblea General incluyendo la más reciente de la Tercera Comisión sobre la “intensificación de los esfuerzos por eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres adoptada hace tan sólo unas semanas. Un cambio importante se dio en 1993 con la adopción de la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, que fue instrumental para anular la posición dominante de que la violencia contra las mujeres era un asunto privado y doméstico que no requería la intervención del Estado.

Las medidas que deben adoptar los Estados para cumplir con sus compromisos también se detallan en el Programa de acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo y en la Plataforma de Acción de Beijing, incluyendo la creación de una legislación apropiada, la necesidad de garantizar el acceso de las supervivientes a la justicia, de ofrecer una serie de servicios y respuestas multisectoriales que sean accesibles a todas las mujeres y las niñas, y de involucrar a los hombres y a los niños en las actividades de prevención.

Sin embargo, estos documentos pierden validez si no se les ejecutan. Ahora es el momento para que los Gobiernos traduzcan las promesas internacionales en medidas nacionales concretas. Hemos visto muchas buenas prácticas en los últimos años. Es esencial examinar las pruebas, las cosas “que funcionan a la hora de poner fin a la violencia contra las mujeres. Esas experiencias pueden ser una inspiración y servir de motivación para que otros las reproduzcan y las fomenten. Lo que es más importante, tienen que estar detrás del creciente marco normativo y consenso mundiales sobre la erradicación de la violencia contra las mujeres y las niñas.

El Foro de hoy es una oportunidad para compartir las experiencias del terreno y para demostrar que cuando los gobiernos asumen compromisos políticos y financieros adecuados, es posible ver progresos en la eliminación de la violencia contra las mujeres.

Esperamos ver leyes y planes nacionales de acción nuevos y mejorados que ofrezcan protección y servicios multisectoriales, que incluyan servicios de emergencia gratuitos, respuestas de la policía y de la justicia, refugios, asistencia jurídica, servicios médicos y de salud inclusive servicios de salud sexual y reproductiva y asesoría psicosocial, así como apoyo a las supervivientes de la violencia y a sus hijos. También es importante que esos servicios funcionen juntos del modo más eficiente y efectivo para reducir la carga y el impacto sobre las mujeres y las niñas en el proceso de la denuncia, la respuesta y la recuperación. Estos procesos deben empoderar a las mujeres.

También esperamos que haya esfuerzos más acentuados en materia de prevención, porque el mejor modo de detener la violencia es que no se dé desde un principio. La prevención multisectorial es la nueva frontera que hay que conquistar. La prevención no es sólo un asunto de campañas de concientización, sino que hay que adoptar todo un sistema de políticas y establecer vínculos con otras políticas de igualdad de género, de modo de promover una prevención y respuesta general y holística. La violencia contra las mujeres no se da en un vacío; está intrínsecamente relacionada con las múltiples formas de discriminación de género que se han visto en las esferas política, económica y social.

Contamos con que los programas educativos enseñen acerca de los derechos humanos, la igualdad y el respeto mutuo. Necesitamos mayor cantidad de mujeres en la política, las fuerzas del orden y de mantenimiento de la paz. Necesitamos una protección social eficaz, las mismas oportunidades económicas y empleos decentes para las mujeres. Necesitamos igualmente mejores políticas y programas de salud sexual y reproductiva que protejan y promuevan los derechos reproductivos, que son intrínsecos al empoderamiento de las mujeres y la eliminación de la violencia.

Para alcanzar nuestros objetivos, necesitamos el compromiso político desde el nivel político inferior hasta el más alto. ONU Mujeres presentó la iniciativa NOS COMPROMETEMOS este año, por la que se insta a los Jefes de Estado y de Gobierno a dar a conocer las iniciativas para poner fin a la violencia contra las niñas y las mujeres, y a mostrar esos compromisos al público en general. Esperamos conocer otros compromisos durante este Foro, así como en el período previo y durante la próxima sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer, que será la plataforma política ideal para lograr progresos en el fortalecimiento del marco normativo y para acelerar su implementaciónn.

Los Estados Miembros tienen que sacar provecho de las funciones de deliberación, creación de consenso, establecimiento de políticas y de catalizador de dicha Comisión, con el objetivo de tener un resultado firme a favor de las mujeres y de las niñas, y para impulsar y mantener la acción holística. La semilla de la CEDAW se plantó en esta Comisión del mismo modo que se hizo con la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y con la Plataforma de Acción de Beijing.

Insto a los Estados Miembros a dar pruebas de audacia y de visión de futuro en sus deliberaciones de marzo de 2013. Tienen que enviar un mensaje claro al mundo en el sentido de que todos los países están unidos sobre el hecho de que tiene que haber una tolerancia cero para la violencia contra las mujeres.

Entre otras cosas esto implica que no se podrá invocar ninguna costumbre, tradición o práctica que justifique ninguna forma de violencia contra las mujeres. Todos somos responsables para dar forma a nuestra cultura de modo de que sea respetuosa con los derechos de las mujeres. De hecho, tenemos que fomentar una cultura de tolerancia cero para la violencia contra las mujeres.

Para ello, todos los involucrados - los Gobiernos, los grupos de mujeres, las organizaciones confesionales, los jóvenes, el sector privado, la sociedad civil en general y todos los interesados - tienen que colaborar y trabajar juntos para llegar a un resultado exitoso en la sesión de la Comisión. En el centro de las discusiones tiene que haber una única preocupación: lograr progresos para las mujeres y las niñas de todo el mundo.

Ustedes son los líderes, los expertos y los defensores de todas las regiones y de diversas culturas, y nos interesa saber el trabajo que han estado llevando a cabo sobre el terreno. Ustedes son los defensores y es necesario que se movilicen y que movilicen a los demás.

Hoy y mañana estudiaremos las áreas principales que hay que examinar y los temas donde hay que fortalecer el consenso. Tendremos un diálogo importante y crearemos alianzas para garantizar que la CSW57 tenga un resultado exitoso. Queremos saber qué esperan de la reunión de la Comisión y cuál será, según ustedes, el resultado concreto que podrá acelerar los cambios para las mujeres. También queremos conocer qué compromisos están dispuestos a asumir. Esto ayudará a galvanizarnos de modo de poder cerrar la brecha en materia de implementación.

Señoras y señores:

Es con estas esperanzas que hemos centrado el Foro en cinco áreas temáticas:

En el primer panel, estudiaremos el firme y amplio consenso global que ya existe y qué debe hacerse para que se fortalezca a nivel intergubernamental.

Plasmar este marco normativo en resultados tangibles requiere liderazgo, coordinación y recursos, y esto será en lo que se centre el segundo panel.

En el tercer panel se examinarán las causas y los factores de riesgo de la violencia contra las mujeres, que incluye los estereotipos de género, las normas sociales y los patrones de comportamiento que perpetúan la violencia contra las mujeres.

Dado que la violencia se da a menudo en la intersección de diversas discriminaciones, se necesitan estrategias específicas para garantizar que se llegue a todos los grupos de mujeres y de niñas con una respuesta eficaz. El cuarto panel discutirá las prácticas dirigidas a ampliar la prevención y dar apoyo a ciertos grupos de mujeres. También se centrará en el rol de los hombres y de las mujeres en la prevención.

Finalmente, estudiaremos las respuestas a la violencia contra las mujeres y qué medidas dan resultado sobre el terreno, cómo se han organizado los servicios para que sean beneficiosos y qué diferencias hacen en las vidas de las supervivientes.

Hoy a mediodía también organizaremos un Foro de Supervivientes donde se llevará a cabo una discusión única con mujeres que sobrevivieron a la violencia, que han utilizado sus experiencias para influenciar la creación de políticas y las reformas legislativas, así como la implementación de la erradicación de la violencia contra las mujeres en sus países o comunidades.

Mañana, nuestra Directora Ejecutiva se unirá a nosotros para la sesión de clausura, donde se resumirán los principales puntos que emerjan de nuestras discusiones. Muchas gracias por su presencia hoy y, más importante aún, por su compromiso. Espero ansiosamente nuestras discusiones.