Desde mi perspectiva: Zaad Al-khair

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Zaad Al-khair. Photo: UN Women/Christopher Herwig

Foto: ONU Mujeres/Christopher Herwig

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El día en que hui a Jordania mi barrio sufrió un fuerte bombardeo. Algunas bombas cayeron muy cerca de mi casa. Era muy peligroso. No tuvimos más remedio que huir. En esos momentos de pánico, no fue posible encontrar a mis hermanos y mi hermana; dejar atrás a parte de mi familia fue lo peor que nos pasó. Un tiempo después supimos que ese día mataron a mi hermano. Mi madre estaba desolada. Ese día, muchas madres lloraron la muerte de sus hijas o hijos.

Espero que la guerra termine pronto, así podremos volver a Siria y reunirnos con mi otro hermano y mi hermana.

Cuando llegué al campamento de refugiados Za’atari, volví a ir a la escuela y empecé a formar nuevas amistades. Vengo al Oasis de ONU Mujeres todos los días porque quiero ver a mis amigas y amigos jordanos y sirios. Muchas de mis amigas abandonaron la escuela y se casaron a los 15 años de edad, y ya tienen hijas o hijos. Muchas personas me preguntan por qué no me he casado, pero pienso que es demasiado pronto. Por suerte mi familia apoya mi deseo de terminar la escuela antes de casarme. En realidad, mi sueño es ir a la universidad.

Mi madre trabaja en el Oasis produciendo artesanías junto a mi padre, quien les enseña a las mujeres a producir accesorios, por ejemplo, joyas elaboradas con dátiles y granos de café. Trabajo como periodista en la revista del campamento, con lo que ayudo a compartir la información y también practico mi inglés. En el campamento aprendí inglés porque también quiero ser traductora; de ese modo, algún día tal vez pueda contarle a todo el mundo lo que ha sucedido en Siria”.


ODS 1: Fin de la pobreza
ODS 4: Educación de calidad
ODS 16: Paz, justicia e instituciones sólidas

Zaad Al-khair, de 17 años, es una refugiada siria que vive en el campamento de refugiados Za’atari en Jordania. En él viven unas 80.000 personas provenientes de Siria, de las cuales el 80 % son mujeres y niñas. Trabaja con ahínco para completar sus estudios y poder acceder a la educación superior, y fue una de las primeras niñas que consiguió un puesto de periodista en la revista del campamento. Su padre y su madre participan en un programa de trabajo a cambio de dinero en uno de los tres espacios seguros “Oasis” de ONU Mujeres que hay en el campamento, los cuales también ofrecen clases de alfabetización, guardería, servicios de protección y más a unas 16.000 personas por año. Este trabajo se relaciona directamente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 1, sobre erradicación de la pobreza, y el ODS 4, sobre garantía de una educación equitativa y de calidad para todas las personas. Zaad también contribuye al ODS 16, sobre la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, incluida la garantía del acceso público a la información. Zaad Al-khair, 17, is a Syrian refugee living in the Za’atari refugee camp in Jordan, home to approximately 80,000 Syrians—80 per cent of whom are women and girls. Working hard to complete her studies and access higher education, she was among the first girls to work as journalists for the camp’s magazine. Both her parents are enrolled in a cash-for-work programme at one of UN Women’s three ‘Oasis’ safe spaces in the camp, which also provide literacy classes, daycare, protection services and more to some 16,000 people a year. This work is directly related to Sustainable Development Goal 1, on ending poverty and SDG 4, on ensuring equitable quality education for all. Zaad also contributes to SDG 16, on promoting peaceful and inclusive societies for sustainable development, including by ensuring public access to information.

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