Trabajadoras y trabajadores domésticos se empoderan mediante la tecnología de la información en Camboya

Existen datos de investigación que reflejan que las trabajadoras y trabajadores domésticos de Camboya necesitan información y acceso al sistema de salud física y mental. Una nueva tecnología, que contó con el respaldo de ONU Mujeres, las y los empodera hacia una vida más saludable.

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Samen Phalla ahora es más consciente de sus derechos y los servicios que tiene a su disposición. Foto: Lisa Taïeb.
Samen Phalla ahora es más consciente de sus derechos y los servicios que tiene a su disposición. Foto: Lisa Taïeb.

“Si tenemos un problema de salud y no sabemos qué es o qué hacer, llamamos al servicio telefónico para recibir ayuda”, dice Samen Phalla, una trabajadora doméstica de 44 años y líder de equipo en la Red de trabajadoras y trabajadores domésticos de Camboya. Samen Phalla, nacida en la provincia de Svay Rieng, se radicó en Phnom Penh para trabajar como empleada doméstica cuando tenía sólo 16 años. “El trabajo doméstico es arduo físicamente”, afirmó Samen Phalla. Limpia tres casas casi todos los días. “Para ganar un salario digno, tenemos que trabajar mucho. Pero eso no me molesta”, afirma con una sonrisa.

Samen Phalla asistió a un análisis médico por última vez en 2007. “En el centro de salud me indicaron que tomara medicinas para mis dolores de cabeza, dolores musculares y trastornos del sueño, pero no lo hice. No tenía dinero para eso y no sabía cómo conseguirlas”, explicó.

Las trabajadoras y los trabajadores domésticos no cuentan con el amparo del Código Laboral de Camboya respecto de condiciones de trabajo y servicios de salud seguros. Además, el trabajo doméstico con frecuencia está considerado como una forma de servidumbre. En la actualidad, con la tecnología de Reconocimiento interactivo de voz, desarrollada con el auspicio de ONU Mujeres, las trabajadoras y los trabajadores domésticos pueden llamar a un número gratuito desde sus teléfonos móviles o smartphones y conectarse a una base de datos que les brinda información de fácil comprensión sobre los servicios sanitarios disponibles. También provee información sobre las leyes nacionales de violencia laboral y doméstica y sobre cómo acceder a los servicios de ayuda y al asesoramiento jurídico.

Hace unas semanas, Samen Phalla vio a especialistas que la trataron por sus problemas médicos y le brindaron información sobre su salud reproductiva. “Tengo buena salud ahora y no sufro más de dolores de cabeza”, dijo Samen Phalla, agradecida por poder disfrutar de tiempo de calidad con su familia.

“Solía estar muy estresada y sufría de fuertes dolores de cabeza. No sabía qué hacer ni dónde acudir”, dice Chenda, una trabajadora doméstica de 50 años de la provincia de Kampong Cham. Comenzó a trabajar como empleada doméstica en Phnom Penh luego de haberse divorciado y, hasta el momento, ha trabajado para seis familias distintas. Mediante la tecnología de reconocimiento interactivo de voz, Chenda encontró servicios sanitarios adecuados y hoy es más consciente de sus derechos. Ya no tiene dolores de cabeza y se siente más feliz.

Las personas que migran de las zonas rurales a las urbanas representan una gran proporción de las trabajadoras y los trabajadores domésticos de Camboya. Un informe de 2015 de ONU Mujeres, Out from behind closed doors: A study on domestic workers in Cambodia, reveló la vulnerabilidad que enfrentan las trabajadoras y los trabajadores domésticos respecto de la violencia y la explotación y la necesidad de trabajar en conjunto para brindarles información sanitaria precisa.

“La tecnología de reconocimiento interactivo de voz busca cerrar la brecha de información que existe en el conjunto de trabajadoras y trabajadores domésticos”, afirmó Socheath Heng, director de programa en ONU Mujeres. “El acceso a los servicios es muy importante, pero las mujeres deben contar también con información fácilmente disponible sobre estos servicios. La tecnología de reconocimiento interactivo de voz lo posibilita”, explicó Socheath Heng.

El diseño de la tecnología de reconocimiento interactivo de voz estuvo a cargo del Open Institute, una organización camboyana, como parte del proyecto de Asia y el Pacífico de ONU Mujeres “La prevención de la explotación de trabajadoras migrantes en la región de la ASEAN”, ejecutado entre 2015 y 2017, y financiado por el Gobierno de Australia. La tecnología de reconocimiento interactivo de voz está disponible en idioma jemer y puede accederse localmente marcando 070-221-148.