Ciudades seguras y amistosas para todos

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Discurso pronunciado por la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Michelle Bachelet, en ocasión de la presentación del programa conjunto de ONU Mujeres, UNICEF y ONU-Hábitat “Ciudades seguras y amistosas para todos. Sede de la ONU, Nueva York, 22 de junio de 2011.

[Cotejar con el texto pronunciado.]

Gracias, Tony. Me da un gran placer unirme a ti y a Cecilia para hablar de este emocionante programa conjunto.

En la actualidad, las ciudades albergan a más de la mitad de la población del mundo; dentro de 40 años esa cifra será de más de dos tercios.

Las ciudades presentan ahora urbanizaciones ricas privadas adyacentes a áreas de bajos ingresos que tienen malos servicios y espacios públicos en estado de abandono. Muchos de los ciudadanos más pobres del mundo, incluyendo la gran mayoría de los mil millones de habitantes de los barrios marginales, viven en ciudades así en todos los países del mundo.

Las mujeres, los jóvenes y los niños - especialmente las niñas - se enfrentan a riesgos especiales en ese contexto. Ya sea que se encuentren en las calles de las ciudades, en los medios de transporte público o en sus propios barrios, son víctimas de abusos que van del acoso hasta la agresión sexual y la violación. Esa realidad diaria limita su libertad de participar en la educación, el trabajo, los esparcimientos y la vida política y económica, o simplemente de gozar de sus barrios.

Si bien hay varias iniciativas prometedoras de Ciudades Seguras, en su mayor parte siguen siendo a escala reducida, lo que limita los beneficios potenciales para millones de personas.

ONU Mujeres, UNICEF y ONU-HÁBITAT han estado trabajando con los directores municipales y con las organizaciones de mujeres y de jóvenes para garantizar que las mujeres y los niños puedan gozar de los espacios públicos sin temer a la violencia. Si se aúnan nuestras fuerzas podremos lograr poner en marcha iniciativas de Ciudades Seguras de mayor envergadura.

Esta alianza aprovecha las experiencias de las tres organizaciones: la del apoyo que da ONU Mujeres a las Ciudades seguras para las mujeres y las niñas en unas 20 ciudades; la del apoyo que da UNICEF a las iniciativas de las Ciudades orientadas a los niños en unas 23 ciudades; y la del apoyo que da ONU-HÁBITAT a la seguridad urbana en 58 ciudades y grandes aglomeraciones. Aunque todas estas iniciativas tienen duración, alcance e impactos diversos, todas han aportado importantes innovaciones para crear una base sobre la que apoyarse en el futuro.

Nuestro programa conjunto “Ciudades seguras y amistosas para todos es una iniciativa que se llevará a cabo durante cinco años en ocho ciudades. Está pensada para aumentar la seguridad, prevenir y reducir la violencia, y movilizar y empoderar a los grupos de mujeres y de jóvenes, y a los defensores de los niños para establecer su entorno urbano.

Entre las ciudades que se han propuesto para la primera fase están Beirut y sus alrededores, Líbano; Dusambé, Tayikistán; Metro Manila, Filipinas; Marrakech, Marruecos; Nairobi, Kenya; Río de Janeiro, Brasil; San José, Costa Rica; y Tegucigalpa, Honduras. Se espera incluir a otras ciudades de países desarrollados y en desarrollo.

En todas las ciudades que se han propuesto para la fase inicial existe un alto grado de compromiso de parte de las autoridades locales y socios experimentados potenciales, incluyendo los grupos de mujeres y de jóvenes. Se han identificado barrios en los que las iniciativas pueden arrojar verdaderos resultados. Los tres socios de la ONU han establecido además buenas asociaciones locales en las que apoyarse.

Sobre esta base, el programa conjunto seguirá diversas estrategias que han dado pruebas de ser eficaces:

Llevaremos a cabo auditorías conjuntas de seguridad con las autoridades locales, la policía, las mujeres, los jóvenes y los niños, con el fin de identificar los factores que crean la inseguridad y los riesgos en los espacios públicos urbanos.

También promoveremos la recopilación de datos, la creación de líneas de base y de indicadores a través de iniciativas dirigidas por mujeres y por jóvenes y de esfuerzos innovadores como la planificación a través de mensajes de texto, y el uso de los sistemas de información geográfica en las auditorías de seguridad de las mujeres, los jóvenes y los niños.

Junto con las medidas prácticas que ya mencionó Tony como un mejor alumbrado y más unidades de policía comunitaria, trataremos de formar Comités dirigidos por mujeres concejales para hacer el monitoreo de las respuestas a la violencia, el abuso y los crímenes sexuales, y para alentar una mayor participación de las mujeres elegidas a cargos políticos y de las profesionales urbanas.

Esperamos que el programa conjunto aumente el compromiso y los recursos municipales destinados a las medidas de seguridad y protección de las mujeres, los jóvenes y los niños. También esperamos que el programa mejore la percepción de la seguridad de las mujeres y los jóvenes que habitan en las comunidades, que logre una mayor participación en la creación de políticas urbanas, y que disminuya la violencia, incluyendo todas las formas de violencia de género, en los espacios públicos.

Esperamos con complacencia implementar esta iniciativa conjunta con UNICEF y con ONU-HÁBITAT y con otros socios locales y mundiales. Creemos que el programa “Ciudades seguras y amistosas para todos, cuya presentación se hace hoy, pronto se hará sentir en muchas ciudades del mundo.