Un nuevo acuerdo sobre el clima aumenta los compromisos en materia de igualdad de género

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Los temas relativos a la igualdad de género adquirieron un cariz más significativo en la agenda internacional del cambio climático en la conferencia de la ONU sobre el clima que tuvo lugar recientemente en Durban, Sudáfrica. La Plataforma de Durban resultante de la conferencia, destaca los 11 compromisos sin precedentes en materia de igualdad de género, incluyendo el nuevo acuerdo, que ha sido muy comentado, y que tiene como propósito crear un Fondo Verde para el Clima a nivel internacional.

Dada la naturaleza tensa y polémica del debate internacional sobre el clima de los últimos años, las expectativas puestas en Durban fueron modestas, pero los defensores del género se ocuparon de hacer avanzar los compromisos asumidos el año anterior en las negociaciones de Cancún, incluyendo el de crear instituciones en las áreas esenciales de la financiación, la tecnología y la adaptación del clima. Los compromisos con los asuntos de género se lograron en esas tres áreas gracias sobre todo a los esfuerzos de las delegaciones de Haití, Finlandia, Ghana, Islandia, Malawi y Nepal.

La creación del Fondo Verde para el Clima marca la primera vez el establecimiento de un mecanismo de financiación del clima que tenga integrados los aspectos de género desde un principio, incluyendo en sus objetivos y principios guías, sus modalidades operacionales y en la meta de alcanzar el equilibrio entre los géneros en su junta directiva y su secretaría. Se espera que el Fondo canalice la mayoría de los 100.000 millones de dólares que prometieron movilizar los países desarrollados para el cambio climático hasta 2020, y que apoye los esfuerzos por mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático y por adaptarse a las consecuencias del calentamiento, los desastres naturales y los cambios en la productividad agrícola.

La Plataforma de Durban también estableció el Centro y la Red Tecnológicos para el Clima, cuyo mandato incluye hacer que las consideraciones de género formen parte de los esfuerzos por ampliar el acceso a la tecnología para gestionar el cambio climático como, por ejemplo, a través de una mayor eficiencia energética para reducir las emisiones. La capacidad de hacer prueba de sensibilidad en materia de género será tenida en cuenta en el proceso de selección de una organización anfitriona para el centro.

Estos pasos reconocen que la difusión de la tecnología será más efectiva si se toma en cuenta el hecho de que los hombres y las mujeres a menudo tienen necesidades diferentes y que hacen frente a impactos diferentes del cambio climático. Por ejemplo, el uso de la tierra para proyectos energéticos a gran escala afecta de manera diferente a las mujeres y a los hombres cuando tienen acceso y una tenencia diferente a la tierra afectada; o las cocinas modernas, que no sólo pueden reducir los niveles de las emisiones sino que producen también un aire más limpio en el interior de las viviendas y reducen la cantidad de tiempo necesario para juntar el combustible, dos elementos que afectan de manera desproporcionada a las mujeres más pobres.

Algunas mujeres que ocupan puestos importantes destacaron, en la conferencia sobre el clima, los roles que tienen las mujeres en el cambio climático. “Muchos actores fuera de este proceso están dispuestos a apoyar nuestros esfuerzos, dijo Patricia Espinosa, Ministra de Relaciones Exteriores de México y ex presidenta de las negociaciones de Cancún en su discurso en la ceremonia de apertura. “He visto que las mujeres están buscando activamente soluciones y ejerciendo el liderazgo en sus comunidades. Ayudémoslas a empoderarse y a realzar sus contribuciones.

Mary Robinson, ex Presidenta de Irlanda, que ahora es presidenta de la Fundación Mary Robinson - Justicia Climática, asistió a la ceremonia de apertura y dijo que “Tenemos una oportunidad si establecemos la relación entre el liderazgo de las mujeres en las comunidades, su sagacidad, sus conocimientos, sus mecanismos para hacer frente a los problemas, y el hecho de que más y más mujeres son ministras y líderes que tienen acceso a las mesas de negociación, donde se toman las decisiones.

Otros resultados de la conferencia de Durban incluyeron el acuerdo de trabajar para lograr un tratado vinculante sobre el clima que sea aprobado para 2015 y entre en vigencia en 2020; una extensión hasta 2017 del Protocolo de Kyoto, que tiene límites de emisiones que son vinculantes para algunos países; y un nuevo marco para declarar reducciones de emisiones para los países desarrollados y en desarrollo por igual. La próxima ronda importante de negociaciones tendrá lugar en Doha, Qatar, a fines de 2012.

En Durban, ONU Mujeres tuvo un papel fundamental a la hora de dar apoyo técnico a las delegaciones que tomaron parte a favor de la perspectiva de género y de la defensa de un reconocimiento más amplio de las dimensiones de género del calentamiento global, trabajando con algunos socios como la Alianza Mundial del Género y del Clima, el Grupo de mujeres y de género de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), y la Fundación Heinrich Böll. ONU Mujeres es Observador Oficial en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC), que rige las negociaciones internacionales sobre el clima.

Si desea más información, también para respaldar que la igualdad de género sea parte integral de todos los acuerdos futuros en materia de clima, estudie los hechos y cifras en el sitio Cambio climático: poniendo énfasis en la igualdad de género.