Paz sostenible para un futuro sostenible

Fecha:

Declaración de la Directora Ejecutiva Adjunta de ONU Mujeres, Lakshmi Puri, en el debate de alto nivel organizado por UNESCO en ocasión del Día Internacional de la Paz. 21 de septiembre de 2012.

[Cotejar con el texto pronunciado.]

Distinguidos panelistas, señoras y señores:

Muchas gracias, señora Directora General, por sus esfuerzos para promover el empoderamiento de las mujeres y de las niñas. Gracias además por invitar a ONU Mujeres a participar en este importante evento.

Cuando se habla de la humanidad que nos es común, no podemos olvidar el rol de 3.500 millones de mujeres y niñas. Ellas son agentes esenciales de la paz sostenible y debemos reconocer plenamente y usar su potencial. Éste será el énfasis de mi presentación.

Tuve el privilegio de participar en un panel la semana pasada sobre la cultura de paz. Todos estamos de acuerdo que el compromiso con la cultura de paz es un ingrediente fundamental del éxito de las tres principales áreas de trabajo de las Naciones Unidas: el desarrollo sostenible, la paz y la seguridad, y los derechos humanos.

La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres constituyen otro ingrediente esencial. El logro de la igualdad de género no sólo se beneficia de la paz sostenible, sino que permite su cumplimiento y el logro de los objetivos de las Naciones Unidas en general.

¿Qué constituye una paz sostenible?

En primer lugar, como ya se ha dicho, la paz sostenible no sólo se distingue por la ausencia de la guerra, sino también por la ausencia de violencia en general. La paz sostenible significa tolerancia cero para la violencia en las familias y las comunidades, dentro de los países y los Estados. En el mundo, una de cada tres mujeres ha sido golpeada, forzada a tener relaciones sexuales o ha sido abusada de algún modo. La violencia contra las mujeres es, por lo tanto, una amenaza importante a la paz sostenible; compromete la salud, la dignidad, la seguridad y la autonomía de las mujeres y las niñas.

En segundo lugar, la paz sostenible implica la participación equitativa de todos los ciudadanos -hombres y mujeres- en la vida pública de su país y su comunidad. El rol y la participación de las mujeres son esenciales y se ha indicado que contribuyen a que las sociedades sean más pacíficas. La representación equitativa conduce a decisiones políticas más participativas y representativas. A su vez, esto resulta en una sociedad más armónica y constituye los cimientos para el desarrollo de una paz sostenible.

En tercer lugar, la justicia y la cohesión sociales son fundamentales para la paz sostenible. Aquí también las mujeres han demostrado ser especialmente eficaces a la hora de generar y mantener la cohesión y la justicia sociales. De hecho, el empoderamiento de las mujeres constituye un componente primordial de la justicia social.

En cuarto lugar, como otros panelistas ya lo han mencionado, el acceso a los recursos productivos, la recuperación económica y la reconstrucción son factores que tienen un impacto sobre las posibilidades de todas las personas de vivir una vida digna. En este sentido, el empoderamiento económico de las mujeres es absolutamente esencial.

El quinto aspecto es aceptar la diversidad y promover la tolerancia. Una vez más, las mujeres aquí juegan un papel esencial. El logro de una paz sostenible requiere cambiar las actitudes que promueven la violencia y la discriminación, lo que quiere decir que hay que atender los estereotipos de género que a menudo subyacen la cultura de violencia y de desigualdad.

El panelista anterior se refirió a la capacidad especial que tienen los hombres para el diálogo, y yo quiero destacar la inclinación que tienen las mujeres para el diálogo, el mantenimiento y la consolidación de la paz.

La función, la contribución y el liderazgo de la mitad de la humanidad en la paz sostenible -3.500 millones de mujeres y de niñas- no es sólo lógico desde el punto de vista de las cifras, sino que tiene un valor intrínseco. Las mujeres tienen un rol importante y tienen habilidades especiales en el mantenimiento y la consolidación de la paz, roles y habilidades que han desarrollado con el paso de los años en calidad de madres, esposas y cuidadoras de los miembros de la familia y de la comunidad.

También se nos ha dicho hoy que una de las causas de los conflictos es la pobreza. Si estudiamos la pobreza, observamos que las mujeres llevan la peor carga. Si estudiamos la violencia en el seno de la familia, en el trabajo, en los espacios públicos y en los conflictos donde muchas veces se usan las violaciones como arma de guerra, observamos que las mujeres soportan una carga desproporcionada de violencia. Ésa es la razón por la que es primordial centrarse en las mujeres para lograr una paz duradera y sostenible.

La participación de las mujeres, su creatividad y paciencia, y su capacidad de amar y de crear consenso, son cualidades que las hacen un elemento valioso para la paz. Tenemos que usar los diversos talentos de las mujeres para prevenir conflictos, mediar, mantener y consolidar la paz más eficazmente. La resolución 1325 del Consejo de Seguridad y otras resoluciones posteriores, así como varias resoluciones de la Asamblea General, reconocen la importancia de la contribución de las mujeres a todos los aspectos del mantenimiento y la consolidación sostenibles de la paz.

Pese a que estos compromisos normativos han sido asumidos por la comunidad internacional, su implementación va a la zaga. ONU Mujeres trabaja con sus socios para ejecutar el plan de acción de siete puntos del Secretario General en lo relativo a la participación de las mujeres en la consolidación de la paz, a saber:

  1. Hacer participar a las mujeres en los procesos de paz y ofrecer experiencia en lo relativo al género;
  2. Tomar en cuenta las necesidades y la participación de las mujeres en los procesos de planeación posteriores a un conflicto;
  3. Aumentar el financiamiento para la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres en los contextos posteriores a un conflicto;
  4. Garantizar que las capacidades civiles estén en posición de reconstruir las instituciones del Estado, de modo de que sean más accesibles a las mujeres y las niñas y menos proclives a la discriminación de género;
  5. Garantizar la representación de las mujeres en la gobernanza después de un conflicto;
  6. Promover el derecho de las mujeres a la seguridad y la justicia dentro del marco del estado de derecho, antes, durante y después de un conflicto;
  7. Garantizar la participación de las mujeres en la recuperación económica.

El cumplimiento de este plan marca el camino para un mayor progreso en materia de los compromisos asumidos por la comunidad internacional.

Quiero recordar los principios centrales de la filosofía de Mahatma Gandhi, el apóstol de la paz y de la no violencia, llamada satyagraha, que son buscar la justicia y la verdad.

La participación de las mujeres es, por definición, un componente integral de este enfoque y, por lo tanto, esencial para la paz sostenible. La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres son una fuerza vital de la verdad, y la justicia de género es a la vez medio y fin de la paz sostenible.

La paz duradera depende de que las mujeres tengan los mismos derechos, las mismas oportunidades y la misma participación.

Muchas gracias.